La cita de hoy

10148568-10658526 Hoy platiqué con tu ausencia para intentar olvidar tu presencia…Quise despedirme de tus besos y tus caricias, de tus manos y tus ojos, de tu cuerpo y tu corazón,…pero el intento me dejó remojando las ganas en agua de mar, en agua salada…en tristeza.
Te tengo atada a mis cordones y sumida en mi cabeza, casi como la involuntaria función de respirar, casi como la involuntaria función de quererte no queriendo. Cómo desato este corazón de tus manos, cómo digo adiós al amor que en mí creaste sin pedirme permiso alguno, cómo puedo hundir la daga del olvido en mi alma para que no me la destroce, para no desangrarme mientras te me sales de adentro…Cómo borro las palabras, los números y los detalles; las rosas que no te di, el abrazo en la madrugada, las sonrisas que me pintaste, las horas que me regalaste…Y el corazón, éste que engalanaste y preparaste para ti…Ojalá hubieras entendido mis palabras y más que ellas, mis silencios, aquellos que entre miradas te rescataban para en secreto armar hologramas de ti…aquellos que fueron el ancla de mi barco ante la arena de tu alma…Ojalá…entendieras que el estallido de mi universo fue tu risa,...y en tu risa mi universo se estableció entre burbujas y átomos, entre versos y cantos que se apoderan del trinar y el resonar del viento y sus partituras. Encarcelada entre las notas y acorralada por las pausas estoy, intacta, expectante y arrullada por el sonar de tus gestos y tu respiración. Y me digo que es una ilusión, me hablo mintiendo, me escurro entre pensamientos para no espantarme de tal hermosura,...Y resulta que tu risa es la cumbre de tu encanto y en tu encanto perezco mientras de rodillas se dobla mi corazón para así contemplarte...Y más allá de tu risa los atardeceres y más allá los días y las auroras...Y en la infinitud de los azules, los naranjas y los pálidos amaneceres está la calidez de tu rostro reflejando la tranquilidad y la plenitud de tu corazón...tan tibio, tan pacífico…tan tuyo…

Hoy platiqué con tu ausencia para intentar olvidar tu presencia…Quise despedirme de ti, pero yo…Yo te tengo atada a mis cordones…

Arcoíris

Si acaso tus labios me preguntaran por el color de la luna, sería sencillo responderte incluso sin acudir al éxtasis del arcoíris...Pero no me preguntes dónde recae su hermosura, porque quizás caería en la tentación de nombrarte a ti en lugar de a ella, de describir en prosa lo que te engalana ante la invisibilidad que atraviesa mis ojos, pues no te veo sino que te siento.
Si acaso la curiosidad te llevara a preguntar por el mar, es simple...Un azul de esos infinitos que parecen mezclarse con el cielo en la infinitud del horizonte; pero no me pidas que intente explicarte porqué su profundidad o porqué le regala versos a los poetas, porque podría inquietarme tanto que respondería hablando de tus ojos...De mi naufragio en ellos, aún cuando están lejos de compartir el azul infinito de las olas, de esas olas que me empujan hacia ti para luego arrancarme a jalones de tus brazos o de tu pensamiento.
Si quisieras preguntar por el amor...[suspiro]...Diré sin temor a equivocarme, que así como el corazón, no tiene color...No hay un rojo, no hay pasajes multicolores...Existe sólo la ausencia de tonalidades. Hay melancolía, hay silencios, hay palabras rotas y palabras fundidas en deseo, hay significados que corresponden a la nada...
Aquí no hay arcoíris...porque el arcoíris lo traes tú.
Así que ten cuidado con lo que tus labios me preguntan o con lo que tus palabras piden, porque quizás, sólo quizás me atreva a hablar en metáforas guardadas acerca de ti y del misterioso arcoíris que tras tus ojos pardos se esconde.

En mí

El arcoíris me dio siete razones para sonreír,...y en los tantos colores que en tus ojos percibo encuentro mil razones más para existir,...para extender mis brazos en el viento y dibujarle corazones a las nubes,...para fraguar vida con la luz de las estrellas,...para estremecer mi silente ambición de poseer en un día como cualquiera la imperfección de tu humanidad, que lejos de ser imperfecta he sabido amar a la perfección.
Y me escurro por tu pecho, como recogiendo el olor de la mañana, bebo agua de tu boca como si emanara de ella el elixir de la nueva vida, de la vida nueva,...me descubro entre tus brazos y a través de tus ojos, tiemblan mis latidos tanto como mi voz y me escondo las ganas debajo de las sábanas para no tentarme a la tentación. Ah!...y te encuentro tan perfecta, tan inamovible y maravillosa que mis ojos no te quieren ver sino tocarte, que mis manos no te tocan sino que te sienten,...que de tanto reír quiero llorar y de llorar quisiera sólo amar.
Bajo tus pies he encontrado el sendero perfecto para mis huellas, en tus huellas la pisada perfecta para no temer, en mi temor la excusa perfecta para querer amarte, y en este amor la falsa monotonía de amarte mucho más. Es un eco retumbando en el alma, ése que te habla, ése que te quiere, ése que te espera y que no grita sino que calla tanto que ensordece...Y allí, justo entre esas dos mudas ironías está tu nombre mezclándose con las locuras de mis noches y las corduras de mis días...Y suspiro entonces en nombre de tu nombre y por tu nombre suspiro,...para no olvidarme de mí y menos olvidarme de ti, conmigo,...en mí...Y te busco, y te encuentro, y te quiero...en mí...

Debí cuidarme

x1 Un silencio tan profundo y tan mudo como el grito que estalla en mi corazón me ha envuelto hoy para no decir nada más que tu nombre,...me resultas tan frágil que sólo puedo pensarte o soñarte...y me vuelvo frágil al entregarte mis sentidos que te recuerdan tanto como si estuvieses aquí,...siendo sólo una sombra, una que encaja a la perfección en el abismal agujero que, conforme avanzas, atraviesa más y más...Se expande, duele.
Es es este un sentimiento tan retorcido como la idea vaga de hacerlo cierto,...es una ilusión ilusa, una esperanza hipócrita que se crea de las mentiras de creerme a mí misma, mientras que con un solo ojo abierto percibo que la realidad es otra...que la vastedad de la agonía es mayor...que no importa tanto creer si en lo que se cree no existe...la fe no es para el amor...y el amor, éste que tiende a ser estúpido me ha hecho ciega...Y, no hay peor ciego que quien no quiere ver.
Debí tener palabras para las palabras y escudos para los escudos...Debí inventarme otra verdad, una que no incluyera la fascinante idea de pensarte en silencio y sentirte entre gritos...Debí pensar y escuchar...Debí huir a tiempo...
Debí escuchar...

"Cuídate del amor que es quien se queda.
Para hoy, para mañana, para después de mañana.
Cuídate porque brilla con un brillo de lágrimas y espadas.
Su gloria es la del Sol, tanto como sus furias y su
orgullo. Pero jamás conocerás la paz..."

"(...) Cuídate del amor, del amor cuídate; cuídate, amor, del amor. Es quien se queda siempre, por más que no haya un cuerpo cercano, por más que los harapos que visten al corazón son viejas telarañas."

Razones

248060_6GDBCXEWOFHE68AEB1PPPTN8762PWZ_1166825757_f_H191829_L Le sigo dando razones al tiempo para no desaparecer...pero él, con las intrigas de devastador me inquieta con unas miles para esfumar mi ausencia de la presencia que hace en tu vida. Si me separan treinta auroras de tus labios cuántas más me separarán de ti?...Si me separan varias oscuridades de tu luz...cuánto más dejaré de ver por no verte?
No quiero ver pasar más momentos sintiendo la angustia al borde de mi lengua como exigiendo un alimento prohibido y tan inexistente como la propiedad única de tus labios...No quiero rendirme ante el reloj queriendo destruir sus intenciones...Pretendería fácilmente hacia el escape de este universo si me fuera concedida la magia de tus besos en el abrazo de una noche,...noche de víctimas y victimarios, abrigados con estrellas y oscuridad...Quiero darle a la noche razones para permanecer en constante persecución de tu aura,...quiero avergonzar a la Luna por tu luz...quiero darme los motivos más cálidos para estrecharte contra mi pecho...quiero la calidez de tu respiración cerca de mis inquietudes...
Pero...Es tan ajena tu presencia como tus besos,...¿Soy acaso una flor en tierra amando una estrella?
Por qué debe el destino castigar al soñador y no al sueño...por qué debe permanecer el sueño para castigar la esperanza?,...por qué debe desaparecer la voluntad imitante de fortaleza justo cuando el corazón desaparece sus barreras?
Por qué debe pertenecer lo hermoso a lo invisible y no a lo posible?
Creo en los milagros aún cuando no los veo...creo en el milagro increíble de soñarte, de verte. Y de no tenerte trato de huir, para que prevalezca la tibia cercanía de tus manos...para que sea permanente la idea de extrañarte aún cuando por hoy debo regocijar mi corazón con los residuos de los segundos pasados. Y así, sé que no te he tenido, pero por soñarte es que te he sentido, de lejos, fuera de la vista...Pero cerca del corazón...
Le sigo dando razones al tiempo para no desaparecer...Por hoy quisiera que él me diera razones para dejarte ir...Pero es el tiempo el que pasa y eres tú, quien estando ausente, sigues presente...

Yo soy invisible…y tú…no eres más que todo aquello que veo…lo único que percibo…El milagro de mi momento…mi razón para darle al tiempo…

Vergüenza

2vd4jra De tus silencios ha nacido mi vergüenza,...y con ella me cobijo por las noches intentando sentir algo más que el frío de tus "no palabras". Sigues armando tu vida con adoquines que me separan de las nubes en las que quisiera tenerte...Ah! qué tan sencillo es soñarte...y qué tan frágiles son esos sueños, que caen desde lo alto para romperme el corazón. Y es que es mi corazón la suma de tenerte en mis ojos cerrados y entre mis manos abiertas...es mi corazón la suma de estos anhelos escondidos entre palabras quietas...Y soy yo, dueña impasible de estas ganas, de esta ilusión y de este escalofrío,...soy yo quien te habla con la cabeza a gatas, quien te quiere con el alma de cuclillas, las manos cerradas y los dedos abiertos. Soy yo, con los ojos cerrados y la boca a tientas de la tuya...soy yo en el intento de lo imposible y en la posibilidad de lo utópico...Y eres tú preciosa niña, la expresión de la utopía más triste y feliz...Utopía navegante en la sangre de mis venas...Utopía extraviada entre mis neuronas y mis fibras...Utopía comandante de mi vergüenza...Vergüenza de sentir, de pensar y de vivir en la rutina de pensarte tanto como pienso al aire que me llena,...entonces no te pienso, sino que te vivo, te respiro...te siento.
Es vergüenza de mí...es vergüenza de lo pequeña que soy sintiendo un universo por ti...Es vergüenza de lo infinita que me siento...de estas alas rotas, de estas ganas inquietas, de estos deseos hirvientes...De esta forma de quererte sin quererme...De no querer pensarte, de quererte, y de querer quererte mucho más...Vergüenza de sentir...te...

Eres…

me hacez fa1ta

Es un torbellino de polvo que sube lentamente desde el estómago y que busca escupirse en palabras,…una idea casi muerta de lo que podría ser una confesión, un sarcasmo casi cierto de lo mucho que quisiera decir…Las tan condenadas apariencias y la sensación de que no hay ninguna que cubra el latido de tu corazón,…la dulzura casi tibia de un suave sonido, tu voz…La trascendencia entre oscura y clara de los silencios que se han ausentado con los días,…la melancolía insana rodeando los tímidos recuerdos que pisotean los pasos al andar,…el lecho de un atardecer que espera tu presencia aún cuando llega al son del hacha abriendo el pecho.
Son los días que pasan,…son los segundos que transcurren sin saber de ti, pensándote, queriéndote quizás,…es la vida y la angustia en ella,…es sentir sin redención o condición…Es un equilibrio llano e imposible entre pensarte y tenerte. Es la referencia del pasado como cita de este presente sin ti,…es no hallar salida,…es caer.
Recuerdos martillando al ritmo del reloj,…y el tiempo tan infinito como los recovecos en los que estás…Mi ansiedad de verte, tu entusiasta negación. Es el grito silencioso de la soledad que está sola porque vive sin mí…Y yo, que desciendo en ese mismo torbellino y sólo puedo convertirme en palabras para servirle fielmente al derroche de las mismas. Yo…que sólo puedo hablar y a veces callar. Yo, que apenas te puedo escribir en ausencia de ideas y en abundancia de deseos de tenerte, caer entre tus ojos, perderme en el laberinto infernal de “esto”…Esto que carcome y quema, esto que llena y mata…Esto que es más que yo y que se alimenta de lo que eres tú…Y…¿Qué eres?

…Un torbellino de polvo que supo hacerme aire…

Sos un resumen

Te pienso…Y de pensarte tanto tal vez te quiero más…Y de quererte más es que te extraño. Y por pensarte tanto quiero hacerte real, tenderle las manos al aire y encontrar las tuyas en respuesta…De pensarte tanto es que recuerdo, y no es la memoria mi mejor amiga si me hace quererte sin remedio y sin salida…
Te pienso…Y por pensarte es que reitero mis dudas y mis conflictos…Por pensarte es que te busco entre segundos y por horas tratando de ocultarme de la grandeza del tiempo y al tiempo buscándote en el tiempo. Sos un resumen engalanado de mi ayer y por eso es que te pienso hoy…Por querer encontrarte presente sin ser derroche inválido del pasado. Me estimo lo suficiente como para matarme por llegar al minuto perfecto…al menos perfectamente soñado…al menos perfectamente no planeado.
Te pienso…Tanto que tal vez estoy muda de pensarte, porque pensarte me roba las palabras y me quita los alientos…alientos que he dejado en la suavidad de tus besos aún cuando no me pertenecen a mí.
Te pienso,…y de tanto pensarte el universo se me vuelve chiquitico y sólo te encuentro y sólo te pierdo…aun cuando no debería perderte si no te he tenido…Así que te pienso…Sos un resumen del momento predilecto en una noche como cualquiera destinada a ser diferente…para mí…Y te pienso.
Te pienso porque me gusta pensarte…pero no me gusta extrañarte, porque si te extraño es porque te quiero de más, y si te quiero de más es que soy víctima de tu voz y estoy herida por tu ausencia…Sos un resumen, sos mi resumen…Y si te quiero es porque te quiero, no porque no quiera quererte, más bien porque no debo es que te quiero más…

Entre paréntesis

Entre paréntesis, así encerradito, como queriendo no salir…Como queriendo no demostrar, como quien encierra sus ganas después de envolverlas en papelitos de regalo para mantenerlas sólo en caso de que ocurra…Sólo en caso de que pase.
Entre paréntesis, así como lo que no se dice…Así como eso que se siente para callarlo…Como cualquier otra omisión de esas tantas,…Como cuando quieres hablar y no puedes, como cuando sientes y no hablas…Como cuando omites porque duele.
Entre paréntesis, y no por dejarlo de decir sino por al menos escribirlo,…Por no esconderlo tanto sino al menos no olvidarlo…Por tener presentes las palabras y no dejarlas perder,…Por seguir diciendo lo mucho tras lo poco y lo poco tras lo mucho…Por no escupir falsedades sino verdades cortas entre sencillos parales…Por no usar palabras de más ni palabras de menos.
Entre paréntesis para no hablar, entre paréntesis para no callar, para cederle al cuerpo una razón de existir sirviendo de bóveda de lo insonoro, de lo no escrito…Para callar entre recodos lo que no es posible decir entre silencios y en ausencia de espectadores…Para terminar la frase no iniciada y empezar el sentimiento no concluido…Para ser sin dejar de ser y existir porque sientes…Aún cuando el sentimiento está escrito entre paréntesis…Aún cuando no lo llevas expuesto en tu pecho, aún cuando no lo proclamas con la brisa matutina ni en la lluvia taciturna.
Entre paréntesis…Porque por fuera de ellos están las palabras y el mundo, los silencios forzados y las almas rotas…Entre paréntesis como en el corazón, así encerradito, como queriendo no salir…Porque si sale, duele.

Te vi

Estando en tu presencia gentil y sutil me descubrí, no en ojos abiertos, no en manos prestas, sino en el tibio aliento derramado por tu espalda y en la dulzura de la caricia deslizada por la mía. Valiente ha sido el momento en el que te encontré y coraje no me ha faltado para correr en pos de la presencia hermosa de tu respirar mientras me he alejado del infierno frío en el que me arraigaba por esconderme, por pertenecerle al pasado y al adiós que derivase anteriormente lágrimas a mis ojos.
No quise hablar, quise mirarte y sentirte tal cual eres; esperé que las palabras desaparecieran para entablar una conversación contigo, esperé que cayera la noche para ver tu luz, esperé que llegara la brisa para sentir calor…Esperé a estar sola para sentirte conmigo; y, no importando la ingratitud de mi fortuna aposté el alma en condición de visitante, en condición de forastera para reprimir el miedo, para reprimir las ansias que el humo de un cigarrillo no nublaba…Me aposté por completo para cerrar mis ojos y verte, para ocultar mis manos y tocarte, para sentirme muda y hablarte, para estar en tierra intacta y desplegar alas más allá del horizonte, más allá de lo abundante o lo escaso. Y allí, justo en la frontera de lo sublime, donde el agua te roza los dedos simulando una caricia, donde la piel se estremece por el viento rozando, donde los ojos ven mejor si se fijan en el alma…Allí, donde comienza a abastecerse la tinaja del corazón, allí fue donde pude encontrarte.
Y, donde te encontré me encontré…Quizás porque mi alma dejó de juzgarse para empezar a engalanarse, quizás porque más allá de mí estás tú, y por ti y lo que irradia tu belleza, por lo que no es escaso en tu sonrisa y es riqueza en tus silencios, fue que encontré palabras escondidas detrás de mi lengua e incrustadas en mis huesos. Palabras inválidas si las atraco de sentimiento, pero tan llenas de éste que se encarnan en mi deseo profundo de hacerte real.
He aprendido a hablarte sin palabras y a gritarte haciendo uso de ellas, he aprendido a tomar mi corazón y despojarlo del miedo.
Me he equivocado, no debía sentir, no debía revivir momentos ni circunstancias…Pero te encontré, más allá de mi plano habitual, más allá de mis pleitesías a lo irónico…Te vi, así que el error será dado a la belleza de tu presencia y no a la tristeza que trae tu ausencia…No importa cómo fue, en qué mundo o universo, no importa si tu resplandor es de una estrella inalcanzable, no importando mi desgracia…Te vi

No quiero

No quiero hablar respecto a nada, no quiero tener palabras para despedirme porque quizás no quiero hacerlo…No quiero desaparecer y no quiero desaparecerte a ti. Decirme que quiero olvidar es como querer desvanecerte en mi lista de imposibles y no puedo siquiera pensar en huir de aquello que me ata a ti porque es un nudo que por mí reforzaría para acercarme mucho más a esa probabilidad inexistente de poderte ver con ojos diferentes, sin sentirme minúscula ante ti.
Por hoy sólo quisiera sentarme y mirarte fijamente sin pensar en nada más, sin perderme de ese instante…Sin ser más que un testigo de ti. No quiero hablar de lo que siento, no quiero una conversación, quizás sólo quiero llorar en tu presencia, no quiero romperme en mil pedazos…Sólo te quiero mirar…Quizás porque estoy enamorada de ti, quizás…Y quizás no quiero hablar de eso…
Te quiero tanto que me ahogan las ganas de llorar…Pensar que sólo te vi un par de veces, y que por ello te extrañaré y te recordaré mil veces más. Pensar que no hay nada más que hacer o qué esperar…Pero no te quiero extrañar, quisiera que fuera posible olvidar, que cada pequeño detalle se fuera con la misma brisa cálida que te trajo…Que todo se redujera a un momento para no extrañarte, que todo fuera pasado y no la maldita manía del presente de convertir lo que más queremos en una imagen futura que golpea la cabeza y estruja al corazón…Ya es extraño extrañarte…
No quiero hablar de nada, porque quiero guardar silencio desde adentro, desde donde puedo sentir, hasta afuera, donde puedo decirlo…No debía ser así, no debía doler…Pero duele y así es como debe ser.

Alguien te va a extrañar cada día y te va a pensar cada minuto mientras esto pase…
Alguien perdió el control por ti, y eso está bien…Pero es que me hace daño y duele.
No quiero hablar respecto a nada, por hoy, sólo quisiera poder mirarte más allá de mis ojos, a través de mi corazón…Sólo por hoy…Sólo por hoy.

Soy una persona cualquiera, que quisiera estar frente a ti ahora, mirándote a los ojos, sosteniéndome en lo que siento, apenas respirando, aferrándome al deseo casi marchito de decirte más que con palabras que tu encantadora existencia tiene mi corazón rayando la locura, que me robas el aliento y las ideas cuando estás cerca. Quisiera poder acercarme sin miedo tomar tus manos y caer en la tentación de tus labios una vez más sin tener que pensar en nada más que en ti…Quisiera que se borrara el tiempo y que el espacio entre ambas se escabullera; quisiera no tener que decir nada, quisiera decirlo todo en silencio.
Soy una persona cualquiera tratando de decirte que cambiaste mi vida…

Y finalmente, aún no queriendo decirlo, creo que lo que se dice se resume en una triste palabra, a la que más le temo…

Adiós

Dato curioso

Estaba platicando con la luna, pensé que quizás al verme sentada bajo su brillo entendería lo que estoy pensando…Lo que estoy sintiendo.
De pronto te presentaste, y el tema fuiste tú, la voz y las palabras se transformaron al cantar tu nombre…No hay más de qué hablar.
Le comenté de tu ausencia y me preguntó por tu presencia…Al parecer sabe más de ti, al parecer te conoce y te ha visto sonreír.
Quise decirle que te extraño, que envidio sus ojos porque te pueden ver dormida, plácidamente tendida y soñando…No sé en qué, y quisiera imaginar el cómo, por eso hablaba con ella, para que me platicara sobre ti y tu mirada ausente recorriendo malabares exquisitos en la placidez de la penumbra.
Quise decirle que te quiero, creo que más que decirlo alcancé a gritarlo desde adentro; ahora compartimos un luto que aunque nos mantiene cerca de ti, nos aleja…Las emociones ya no son tan vivas como eran antes, me dijo, la poesía se ha resumido en unas cuantas palabras…Creo que por eso me pidió que te escribiera aún cuando no lo sepas…Aún cuando los restos de mis letras lleguen como mínimas palabras a tus oídos, con la simpleza del común, ocultando así por detrasito la sinfonía hablante de un “te quiero” susurrado al corazón.
Me preguntó por lo que siento, y de respuesta sólo pude mirarla con la melancolía arañándome los ojos y la soledad estrujándome el corazón, empujándolo a un rinconcito para que no hablara, lo sentí dobladito y arrugadito como un trapito viejo, sentí que me dolía…Quizás por eso se nubló, quizás por eso llovió, para acompañar el duelo detonante de esta nostalgia maldita que embriaga más que el alcohol. Bajé mi vaso por unos instantes, me llené de motivos y entonces la noche fue menos fría que mi amargura, me dolió quererte tanto, me dolió necesitarte.
Quise abrazar mis memorias, o al menos que hasta mí llegaran los brazos de esa fiel testigo de tu existencia…Pero el vacío fue infinito, tú no estabas mas que en mis labios, entre mis dedos y en mi memoria, y ella no podía bajar hasta mí, sólo verme rompiendo mi alma a pedacitos, tratando de recoger algunos de ellos para seguir existiendo; fue sencillo sentirme triste, y la Luna me vio llorar.
De lo que siento sólo quedan unas hojitas rotas con letras invisibles y renglones borrosos, palabras al viento y otras enmudecidas por el destino cruel que fatalizó mi sueño y me engañó encerrándome en la ilusión de tus ojos; de lo que siento, queda la necesidad absurda de tu voz en las mañanas y en las noches, queda el sabor de tus labios, el olor de tu piel, la sensación de tus manos en las mías, y el desdichado regocijo de saberte viva y saberte bien
…Sentí vergüenza al decir casi entre sollozos lo mucho que te quiero. 
Antes de despedirse me regaló un destellito de luz para encontrarte cerquita mientras que estás lejos; me dio unas cuantas estrellas para recordarte siempre que mire al cielo con la seguridad de que en algún momento puedo coincidir con tus ojos en la distancia, al menos tengo la certeza de que hay unos cuantos universos pendientes de ti; me regaló la noche para soñar contigo, al menos así te puedo ver si me esfuerzo en querer hacerlo; me regaló una brisa fría para recordar la calidez de tus besos…Me dio palabras para escribir, me dio razones para pensarte, y me concedió el deseo de extrañarte aunque me duela, porque recuerdo que te quiero aún cuando no me quieras tú a mí.

Hablé con la Luna, porque advirtió que tu ausencia me dolía…Y entonces me regaló la noche, me quitó el aliento y me permitió rendirme por fin ante este miedo. Me entregué a pensarte, a sufrirte, a llorarte…

Dato curioso: Anoche hablé con la Luna…Y de hablar tanto de ti, hablé mucho más de amor.

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Te extraño…Aún cuando nunca te he perdido…Y te quiero, aún cuando nunca te he tenido

Tenía pensado

Tenía pensado embriagarme de amor…Tenía pensado susurrarle al viento que te deseaba con el alma…Tenía pensado llegar a tu corazón sin temerle a la posibilidad de dártelo todo…Tenía pensado pensarte…Tenía pensado ser más de lo que soy…Pero supongo que los engaños nacen por temores de perder y de perdernos; un ave no puede amar a un pez porque morirían en el intento de pertenecerse. De ser sencillo fabricaría alas que me llevaran al son de mis latidos para llegar a tu lado; de ser posible tendría una escafandra para verte en el sinsentido de este mar que me trata a golpes, pero que me trajo a ti…
Las olas llevan y traen consigo más de un sueño, pero a veces no se amarran de la realidad y se ven arrancados de la arena dejando una huella que permanece como si fuese tallada en roca…Tenía un sueño con tu nombre que ahora me deja el alma derrotada y en pánico profundo de saber que cuando la aurora arraigue en el firmamento no existirá más que el recuerdo y la añoranza de un momento perdido en el tiempo pero marcado en el corazón.

Tenía pensado encontrarte en lo profundo de las posibilidades para aferrarme a ti como a la más gloriosa de las utopías pensadas; una de aquellas frágiles y cálidas, la metáfora simple de una mariposa capaz de ser Sol, sin quemar, sin arder, sólo dando un poco…Y siempre más.
Resumo mi tragedia en la contradicción y el deseo de un destello…Y los destellos no los podemos atrapar, nos atraviesan el alma, nos limpian…Pero desaparecen. Así eres tú, así es quererte…Así es esta manía de servirle al imposible para que prevalezca la ilusión.

Tenía pensado encontrarte…Y aquí me he quedado, sumergida en el mar de lo absurdo, mirando hacia el cielo, sintiendo la brisa, esperando ver una estrella parecida a la tuya, esperando verte pasar…Esperando tal vez olvidar…
Esperando…

"Es posible que no seamos capaces de amar precisamente porque deseamos ser amados, porque queremos que el otro nos dé algo (amor), en lugar de aproximarnos a él sin exigencias y querer sólo su mera presencia".

Inquisición…

Me estoy rompiendo la cabeza tratando de encontrar una salida que me lleve cerca a ti mientras que busco una que me lleve a lo contrario…Y al tiempo, siento que me estoy rompiendo el corazón que no sé en qué punto de tu estancia en mi vida se rearmó, en qué punto pude recoger mis piezas del suelo, en qué punto fue posible regresar a un intento de felicidad…En qué punto después de haber sobrepasado esos imposibles fue que regresé a la desolación que me está ahogando ahora.
Yo misma me hallo contrariando mis opciones…Yo misma he perdido el beneficio de mi propia duda…Y en cuanto a ti, no puedo confiar en mis decisiones, en mis certezas o en mi bienestar…Lo que quiero, lo que necesito y lo mejor…Para qué pensar en lo que quiero si no puedo tenerlo –O mejor, tenerte –Para qué pensar en lo que necesito, si de necesitar me es urgente tener lo que quiero y regreso al querer…Para qué pensar en lo mejor, si siempre lo mejor es lo que más cerca de la dicha te lleva; ese estacionamiento que de estar lejos sería imposible, pero de estar cerca no sería tal el desafío por intentar llegar a él.
¿Quién fuera?…Te dije, y me persigue la idea de ser mucho más de lo que quiero, porque querer descubrirte libre justo ahora me daría alas. Quizás alas para caer, quizás alas para volar…Pero alas al final…Y las alas nos llevan a descubrirnos a nosotros mismos a través de ojos ajenos, o de ver un nuevo final a través de ellos, aún cuando se vislumbre a partir de ilusas fantasías…Quién fuera para tenerte cerca…?…
¿Cómo sería pensarte cerca?  Quisiera tener la fuerza y los argumentos para responder esa pregunta, quisiera en parte volar para alcanzarte, en parte aterrizar para atraparte…En parte estar estática ante ti y estar así, sin miedo y sin nada que decir. Pensar que nunca estarías lo suficientemente cerca porque existiría un poco más por necesitar de ti cada día…La ilusión de un suspiro propio y robado…Dejarme llevar…Desvanecerme…
¿Cómo sería pensarte lejos? No me alcanzarían los silencios para decir menos que simplemente decir “no quiero”. No importan las palabras, no importan los hechos, importa que no te quiero lejos, importa que no quiero olvidar, importa que no quiero pertenecerle a un arrepentimiento que me haga remota a tu cuerpo y a tu voz…La memoria imprime en blanco y negro; los grises se pierden por el camino…los matices se olvidan…Pero es tangente cada pequeño detalle de mis memorias de ti, y no quisiera olvidar, porque me resignaría a perder, a no escucharte, a no verte…Simplemente no me gustaría resignarme a un “no”.
Odio extrañar, odio recordar, odio el dolor profundo naciente de la soledad, soledad no de sola, sino de presencias ausentes, de vacíos que han sido llenados para ser vacíos inminentemente…Odio sentir, porque quizás sentir es el lazo más fuerte hacia el dolor, hacia la decepción, hacia la tristeza y la desolación. Odio pensar, porque me lleva a pertenecerle a las ideas de la razón o de la nula existencia de ella…Me lleva a la locura, me lleva a querer huir, a querer desaparecer…

Quiero olvidar muchas cosas, quiero detener el pensarte, pero no quiero tener que olvidarte, no a ti, no ahora…No cuando me estremece la necesidad de encontrarte…Pero le temo a la posibilidad de estar y de no estar cerca…
No quiero ser oráculo, no quiero adivinar, contigo quise cerrar mis ojos y saltar…Saltar a ese abismo indefinido e interminable al que no nos preparan…Salto, pero cómo caigo, cuándo caigo…Estoy en un infinito vacío de probabilidades, sin quererte cerca, sin quererte lejos…
La distancia funciona como una solución, o es acaso una soga que nos tiramos al cuello para en parte morir…En parte olvidar…Y finalmente, cuando el nudo cede, ha muerto el momento, pero la marca queda…No quiero ser víctima ni victimaria, no quiero encontrarme a mí misma extrañándote o queriéndote de más…

Cierro los ojos, y te juro que no los quiero abrir, porque no sé quién eres…Pero lo poco que podría ver si los abro…Temo que me pueda enamorar…

Háyase visto

Háyase visto antes un recuerdo persiguiendo a la memoria, carcomiendo la conciencia y acechando al corazón. Así, como el alba dejando con su paso un recordatorio inminente de la noche que te presentó como eres ahora, un sueño ilusorio que podría ser más poético de no ser por la ausencia de prosa en tu nombre. Y más allá del sueño, es el elixir del que se alimenta, la necesidad de la que se procrea y el deseo mínimamente ínfimo y engrandecido de permanecer en la vigencia del poder de la oscuridad en la memoria.
No bastaría con convencer a las estrellas para que no iluminaran la imaginación´n de un Morfeo que ahora está proclamando tu nombre y más que tu nombre, tu existencia que, frente al corazón, es tan fría como tibia, tan inclemente como plácida…No bastaría justo ahora con intentar hablar a la lluvia de la necesidad de diluirme entre sus gotas para simplemente desaparecer o, mejor aún, para ausentarme y llegar hasta ti, en un intento de no ser más que un testigo de tus días y tus noches.
Los sueños están hechos para recordarnos nuestras más grandes debilidades y fortalezas, y dentro de ambas, están nuestras ilusiones, aquellas que nos roban la certeza de que somos un hierro infundible, y que nos hacen ser derrotados por el pacifismo puro y limpio de hallarnos al descubierto, desnudos ante una mirada inesperada…Desnudos ante el placer de descubrir un ser único…
Háyase visto que me impidas la tranquilidad que tanto anhelo, porque de alguna manera siento que proviene de ti…Y te pienso en vano, te espero sin razón…El ser en el infortunio desdichado de una promesa inexistente.
Releo tus palabras, escucho de nuevo tu voz intentando calmar tanta ansiedad, y resulta que no hay fórmulas, resulta que no existe cómo detener avalanchas de sangre hirviendo…Resulta que no hay remedio para la locura que se cimienta en ver un poco de dicha si esa dicha florece de un momento inadecuado y de una presencia que ha partido ya, que se halla lejos…En lo profundo de un torbellino que detiene un paso y permite el avance del otro. Por eso me estanco, por eso tú sigues…
Es irónico…

Háyase visto antes un recuerdo persiguiendo a la memoria, carcomiendo la conciencia y acechando al corazón.

Así…

Como cuando lloras porque has perdido un amuleto o la más valiosa de las sonrisas…
Como cuando esperas ansiosamente el día pero ves la noche pasar en eternidades…
Como cuando ansías recordar una palabra o un gesto y sólo puedes recordar el momento…
Como cuando te encierras queriendo no ser encontrado y estás a la vista de cualquiera, excepto de quien quieres que te vea…
Como cuando estás rodeado de mundo, pero no de personas, de personas pero no de esa persona…de su presencia y su sabor…
Como cuando te pierdes en las tinieblas de tu cuarto buscando luces cercanas pero sólo percibes la nada…
Como cuando cierras los ojos esperando que cambie un instante y los abres para seguir encontrando el mismo infierno al que tanto le temes…
Como cuando de acurrucas en tu cama queriendo esconderte del frío, pero resulta que lo tienes clavado en tus huesos, y duele…
Como cuando no hay más lugares para estar sino ese rincón que detestas porque te deja solo…
Como cuando no hay hacia donde correr porque las direcciones te aseguran que no hay mejor lugar que tu propia soledad…Y la odias…
Como cuando cada segundo se troca con el anterior invocando cada pasado posible para volverte loco…
Como cuando te despiertas en la noche deseando estar con ella, o al menos te llena la necesidad de que se despierte pensando en ti…
Como cuando la envidia te invade porque quieres algo más que te ha sido prohibido…
Como cuando se acaba tu bebida favorita y no hay más, incluso no la probaste, no era para ti…
Como cuando de la nada alguien te llena la cabeza, el corazón y las ganas…Pero no está…
Como cuando lloras por haber perdido algo estúpido pero no entiendes porqué te duele…
Como cuando te caes y te das cuenta de que no eres capaz de ponerte de pie simplemente porque no hay razones para hacerlo…
Como cuando tomas la mano de alguien queriendo sostenerla por el resto del camino, pero te das cuenta de que ese camino no duraba mas que unos cuantos segundos…
Como cuando sientes el peso de tu alma tendida en tus brazos porque ya por dentro no eres capaz de llevarla…
Como cuando te tocas los labios buscando una sensación que te haga recordar que estás vivo, pero no la encuentras…
Como cuando abrazas el aire queriendo enviar en él todo el cariño posible hacia la presencia que tanto ansías…pero el aire se escapa de tus manos…
Como cuando te sientes desnudo en pleno invierno aún cuando el calor es insoportable…No sientes el calor, no te toca…
Como cuando viras tu cabeza hacia un instante y resulta que sólo era eso, un instante, un efímero lugar en el tiempo…
Como cuando te aferras patéticamente a tu almohada porque necesitas sentirle cerca, pero no llega su tibia presencia…
Como cuando extiendes tu corazón, lo abres, lo entregas…Como cuando intentas y no puedes…Como cuando te llenas de imposibles…Como cuando te rompes por dentro…Como cuando estás sola como yo, ahora, queriéndote aquí conmigo…

Así, con ese sentimiento de “inevitables circunstancias”…Así, sin poder evitar sentirme incompleta…Así, como queriéndote tener…Y tú tan lejos como imposible.
Así, como cuando resbalas y caes…Y mientras caes pierdes lo que llevabas contigo…Sólo que no llevaba nada. Así, cayendo sin parar, en ese infinito vacío de que tu corazón se agite inquietamente por el abrazo de una mentira…Y tú tan lejos como imposible…
Así, queriéndote sacar de adentro, queriendo no extrañarte, queriendo no pensarte, queriendo desaparecer por completo, queriendo olvidar…Y como tú, imposible…

Así…Como queriéndote cerca…Y tú tan lejos como imposible…

Qué triste…

Qué triste ha sido verla partir mientras en mi garganta se amarraban las ganas de llamarla de regreso y en mis pies y mis manos la necesidad de correr tras ella, sólo para escucharla hablar o para ver en sus ojos ese ingrediente casi adictivo que me clava en ellos.
Qué triste es pensar que una ilusión difícilmente puede ser real cuando la deseas tanto.
Y ahora me debato entre el orgullo y este dolor punzante de saber que quiero algo que no puedo tener. Saber que lo realmente complicado es debatirme entre el irme y el quedarme pero que no tengo el coraje de hacer lo uno o lo otro.
Qué triste es verme en un deseo irreal de tenerla cerca, de pintar con ella una ilusión y mantenerla…Triste es sentir sus besos en mi boca aún cuando debo borrarlos…Triste es pensar que todo se queda en una madrugada en la que se resume sólo una porción de lo mucho que podría y quisiera darle.
Qué triste es sentir este escalofrío de saber que existe, saber que es, pero que no está.

Qué triste ha sido verla partir mientras moría de ganas de retenerla conmigo ahora que está dentro de mí.
Qué triste saber que no había olvidado como llorar y que realmente no sé cómo olvidar.

Al filo de la realidad…

princesa pensativa b y n De repente me vi encontrando en tus ojos más de una respuesta sin tener en mi boca una sola pregunta. Me dejé llevar por la fascinación de un impulso que limitaba al norte con la estupidez y al sur con la necesidad, era casi factible que me equivocaría, era casi un error ya concebido. Quizás debí alejarme a tiempo para no ver colores en las ranuras negras de los hechos que se sucedieron uno tras otro hasta dejarme en medio de un huracán de conspiraciones contra mí que nacieron de mí misma.
La esperanza no es más que el nicho de todo aquello que no es posible, es el alimento de las utopías más hermosas, pero también, es la carne de la que roen las expectativas más falsas de todas…Permití alimentar una utopía que parecía ser factible, pero lo que es imposible siempre lo será…Los sueños sólo sueños son, se quedan en eso, no evolucionan, no se cortejan unos a otros, mueren después de ser destruidos en la caída inminente de un intento fallido…Y es justo allí donde por dentro se rompen las posibilidades, y con ellas, comienza esa muerte que es por partes, una muerte a pedacitos.
No sé que dije, no sé que hiciste, no sé cómo llegué a este punto, no sé cómo aclararme a mí misma…No sé cómo te encontré así, inevitablemente encantadora para mis ojos, y dentro de lo extraño, un poco sublime para mi corazón.

Es curioso sentir como lo maravilloso de un momento te ata tan fuerte como una vida entera, para luego sin preguntar, o sin llegar a premeditarlo, te suelta en medio de una estampida de sueños rotos, uno a uno imposibilitados, porque realmente no existía el hecho factible o la realidad detrás de tantas comodidades hechas a tu propio antojo. Me equivoqué, y me lastimé el alma al creerme capaz de entrar a tu vida…Se me olvidó que éramos dos, y que no necesitabas de mi presencia tanto como yo de la tuya. Esperé de la vida más de lo que me estaba ofreciendo y me cegué por un hecho que me envolvió entre distracciones de lo que realmente estaba por suceder.
Me levantaste, y no pensé que lo hicieras considerándote una realidad opuesta a la mía…Pero habiéndolo hecho, sólo queda decir “gracias”, porque los infortunios no son siempre tales, sino el comienzo de una nueva página escrita. Las personas de corazón aprendemos a escribir con sangre, pero es lo maravilloso de ser humana, que no temo lo peor cuando lo mejor está ante mis ojos. Te vi, y no me preocupé por nada más…
Me dejé envolver, me dejé llevar…Y ahora estoy al filo de la realidad…

¿Qué hacer?

A veces siento que quiero explotar con las muchas palabras que tengo para ti atoradas en la garganta…Otras veces quiero salir corriendo y esconderme un tiempo para que dejes de encontrarme siempre tan dispuesta a decirte lo poco que digo. Y, si me guío por tus palabras, me tiento a pensar que nada contigo es correcto, ni alejarme ni quedarme, ni ausentarme ni hacerme presente; creo una confusión de líneas paralelas que en ningún punto parecen llegar a la conclusión o a un remedio para esta situación. Explotar o sonrojarme y luego huir, esas parecen ser mis únicas opciones, pero no importando cual escoja parece que ninguna de ellas me va a llevar cerca de ti, que es en últimas lo que más quiero. No diré que tengo razones suficientes para querer semejante locura, pero quién dice que la locura no es la principal guía de los ciegos, y que las fortunas más grandes se obtienen al cerrar los ojos…Quisiera desaparecer por completo los recuerdos o las pocas pero presentes necesidades que tengo de ti, borrar el complemento absurdo que creo que de ti proviene, y no hablarme a mí misma acerca de la afinidad de los opuestos. Quizás sea una teoría factible para el magnetismo, pero no hay nada más que me aleje de ti ahora que esa misma hipótesis.
Es irónica la forma en la que discutimos, como si tuviéramos razones para hacerlo, como si nos debiéramos respuestas o explicaciones, y luego vienen esas escenas de bonito cortometraje en las que me metes para darme un par de cachetadas y descubrirme a mí misma de nuevo intentando llegar a ti sin hacer nada al respecto. Lo cierto es que no sé cómo hablar contigo, no sé qué decirte, y no sé qué esperar de ti; en este punto, tienes todas las respuestas en tus manos, y lo quieras o no, hay una persona que está a punto de enloquecer esperando que quieras hablar, esperando que seas capaz de ser sincera y directa, esperando que definas lo que piensas, lo que crees y lo que sientes…No puedo escudriñar dentro de ti por respuestas, eres la dueña única de tus palabras y hasta que no salgan de tu boca es imposible adivinarlas o darlas por sentado.
No quiero forzar mis fundamentos a que presionen tus circunstancias, pero la esperanza desespera cuando sabe que no tiene mucha cabida en una opción…Y si sé que es remota la oportunidad, si sé que tú lo sabes, porqué no simplemente me liberas de la expectativa y me dejas en silencio para hacerme ausente? ¿Por qué esperas tanto para decirme algo que ya sé? ¿Por qué no te pones en mi lugar, para que te des cuenta de que no hay nada más frustrante que estar así, esperando, sin nada más que tu petición de tiempo?

Lo que quiero

No quiero escribir nada de lo que no quiera decir, y más que decir no imaginas lo mucho que quisiera hacer en este momento, porque me llenan los deseos de correr en dirección tuya, quizás sin finalidades u objetivos, sólo con las ganas de verte y de mantener mi mirada fija en tus ojos para buscar en ellos un poco de lo que quiero encontrar.
No quiero entenderte, sé que es una aspiración imposible, pero sí quiero entender lo que pasa y mucho más necesito entender lo que piensas y saber todo aquello que no me dices sin justificar tu silencio. He esperado tus palabras buscando quizás que la distancia distorsione un poco de lo que siento…Pero es entonces, cuando estoy tratando de hallar un poco de tranquilidad para mi propio beneficio y siguiendo tus palabras, que apareces de nuevo y de la nada, buscando un momento de plática, una coincidencia o una forma de hablar conmigo. Sé que no puedo preguntar nada, sé que las cosas que podría decir si quisiera es mejor callarlas, pero entonces ninguna de las dos dice nada, y esa constante inquietud se aviva más u más con el tiempo confundiéndome y llenándome de expectativas que pueden, o no, ser falsas.

No estoy esperando nada de ti, y es lo que quiero que entiendas, pero lo mínimo que quiero de tu parte es un poco de honestidad, honestidad que recibes cuando me escuchas y que no he sentido de ti cuando me hablas. Tus palabras están escondiendo más de lo que puedo leer en tus silencios y no puedo recurrir a ningún otro medio que no sea tu propia voz para esclarecer las cosas.
Gracias a tu presencia mi vida ha recibido una luz diferente, una que no esperaba proviniera de esa voz que me dejó muda unos meses atrás, o de esa sonrisa que me hace feliz cuando toca tu rostro…Pero estás aquí, en mi vida, haciendo maravillas y desgracias, poniéndome a pensar y a desear, dejando de lado la razón para hacerme sentir de una manera limpia otra vez…Quizás de una manera loca porque no hay coherencias en esta atracción. Pero me gustas, y no decirlo es ir en contra de mi sinceridad aún cuando no me haya llevado a ningún buen lugar más que a extrañarte un poquito más cada día, y a buscarte en cada pequeño recuerdo que tengo de ti. Sabes que muero por besarte, y tienes más que claras las razones que tengo para buscar de nuevo un momento frente a ti…No sé que pasaría en un momento a solas contigo y tus ojos, contigo y tus manos, contigo y tus besos…Y el no saberlo me hace añorarlo cada vez más.
Sólo te quiero cerca, te quiero aquí, conmigo…

Validar

No quiero validar mis silencios…Quiero hacerlos desaparecer, quiero enternecer tus ojos hasta que entiendan los versos ocultos de los míos. Busco negociar con tus silencios las tardes que te regalé en vela y en espera, no contigo, pero sí en ti…En ti y tus miradas, tus palabras y tus nulas coherencias, en tus pensamientos y en las memorias de instantes perplejos de ti, allí, distante, en la nada y a la vez en todo.
No quiero validar mis gestos…Preferiría encarcelarlos para que no hablasen más, para que callaran, para que buscaran regocijo más adentro, más en lo profundo, en aquellos lugares donde la carne se reduce a cenizas y el alma es más conmovedora para los instantes de verte y tenerte.
Mucho menos busco validar mis palabras, mis ejércitos mudos son más prometedores a la hora de bendecir instantes a tu lado. Proclamo mi mayor valentía al callar y hablo a través de ella y por ella es que silencio mis aires, para no pecar en contra del beneficio de escucharte, o si por escucharte no estoy, al menos por mirarte, y no distraerme de tan meticulosa tarea, merecedora de vacíos externos, merecedora únicamente de tu presencia y de la mía al son de la tuya, de tu ser y tu existir.

No quiero involucrar más que mi espíritu y el canto de mi alma al son de la felicidad que me embarga al sentirte cerca aún en la distancia. Quiero ser fiel servidora de aquello intocable, invisible e imperceptible; quiero quererte desde adentro para que me quieras hasta adentro. Quiero ser yo y al tiempo olvidarme de mí misma, ser única para ti, ser escasa…Que seas mi flor, una para mí.
No quiero validar mi prosa, pero sí busco validarte a ti en ella, porque te encuentro tácita en los latidos de la brisa en mis oídos, y no encuentro cómo resumirte entre palabras, sonidos, o aún en ausencia de ellos. Te busco simple, sencilla, y quizás ausente…Te encuentro, y quizás esa presencia no quiera validarla.

He olvidado

He olvidado el sabor de las mañanas cuando en un suspiro las especias de los árboles se incluían en mi lengua para recordarme que incluso los paisajes son exquisitos.
He olvidado como mirarme en el agua para encontrar un reflejo amable y considerado, en lugar de encontrarme siempre buscando satisfacer mi sed.
He olvidado cómo tejer segundos con los hilos del tiempo y las agujas del reloj para olvidarme del sinsentido absurdo de los minutos, las horas y los días.
He olvidado cómo mirar más allá de las nubes para localizar en lo profundo de ellas la maestría inocua de los grandes maestros que fijaron en el cielo lo sublime de las palabras rotas.
He olvidado cómo pensar en lo ferviente del conocimiento para dedicarme a lo infinito del sentir…O quizás he olvidado cómo sentir para dedicarme a simplemente pensar y naufragar intentando no hundirme en la inmensidad de un océano repleto de miedos y oscuridades que no llegan a un fin, que no tienen rescate, que no tienen fondo ni salida ni llegada, ni puerto ni bahía, ni arenas ni aguas…He olvidado cómo ser yo, esa ineludible destreza de encontrarme a mí misma saboreando momentos únicos en belleza y exactitud. Momentos rutinarios y simples que me permitían dilucidar las fragancias de lo hermoso y los colores de lo indescriptible.
He olvidado cómo localizar mi inocencia para aprender a abrir mi inconsciente y dejarme llevar por las indelicadezas de los susurros del tiempo.
He olvidado cómo sonreír sin sarcasmo y reír a carcajadas, los ojos duelen de llorar y los labios de fingir…
He olvidado cómo ser yo y sentirme plena ante esa, mi mayor y única obligación.
He olvidado cómo ser yo, y me duele haberme perdido, pues es por mí que no me ves, es por mí que no me percibes, es por mí que no estoy contigo, es por mí que no alcanzo para estar por ti…Es por mí que el miedo es absoluto ante tu nombre y soy insoluta en tu presencia.
O quizás, quizás…Quizás he olvidado cómo ser yo, porque ante ti no percibo más que la misma presencia que de ti se irradia.

He olvidado ser yo porque me gusta verte a ti siendo tú…Siendo incomparable, siendo irremediablemente fascinante y hermosa…Siendo simplemente indescriptible.

Distracción - Enigma

No puedo creer que me distraigas de mi propia vida, como un susurro constante en el oído o un simulacro de luz pendiente a mi ojo…Mis pensamientos apenas logran despejarse cuando de nuevo te encuentran como dueña de la nada que llena a mi cabeza. Recordar aquella madrugada se ha hecho tortuoso, y me engaño a mí misma tratando de convencerme de que me hago bien intentando alejarme de ti, pues es la distancia la pasión del cobarde, y me tienta la valentía cada vez que menciono tu nombre. Los recuerdos no son más que fotografías antiguas adheridas a los zapatos, y se les pisa una y otra vez, pero no por ser pisados son provenientes del pasado, porque para pertenecerle a ese remoto tiempo deberá ser olvidado y dividido en instantes escondidos para el presente, y, aún más, huidizos del trayecto que le lleve al futuro.
Así que, reconociendo que es improbable que todo vuelva a ocurrir, me dedico a pisotear esos momentos contigo, bebo de ellos, me alimento de ellos, y quizás no logre nada o alcance una victoria que sea sana para mi propia virtud, pero al menos sabré estacionar mi mente en un sitio más seguro y reconfortante que este, en el que me tiembla la fortaleza y casi sucumbe mi voluntad ante la necesidad de escucharte hablar, y mas que hablar quisiera verte y más que verte, alcanzar tus manos y de nuevo tus labios, para que me regalen mucho más de lo que en mi estómago ansío.
No es posible encontrarme así, pero el cielo me recuerda cuando se nubla que en algún lugar dentro de mí hay un intento de caminar, un intento de ser feliz.
No busco comprender lo que me está sucediendo, y tampoco busco entender el porqué sucedió lo que ahora temo se haya convertido en un elixir de felicidad que necesito tachar, borrar y eliminar por ser escaso de probabilidad, por ser escaso de razón y de fidelidad con mi propia lógica.
Fue algo más para mí, no fue un instante o una madrugada adornada de retoños…Pero no puedo pintar lienzos sin tener en mis manos más que la ternura prohibida de algunos segundos compartidos…Soy sólo un par de manos aquí que buscan más respuestas en las nubes, las estrellas o la luna en lugar de buscarlas en las palabras secas y sosas de la rutinaria humanidad.
No soy buena para huir porque en contracorriente me encontré a mí misma lastimándome con los filos del agua. No soy buena para esconderme porque es más obvio mi corazón hablando a través de mis ojos, mis manos y mis silencios…Soy buena para quedarme, sólo si así quisieras que fuera. Eres el enigma más grande que me ha atacado, y por no saberte en respuesta es que te prefiero así, en silencio, en blanco…
…Lo demás, es todo aquello que no digo…

Cerré mis ojos

Cerré mis ojos como queriendo no verla para ocultarme en mí misma, abrí mis manos para recibirla y mi alma para sentirla. La proximidad de sus labios hicieron estático mi aliento, en la oscuridad logré sonrojarme y unirme fácilmente al tibio elixir de aquel momento. No esperaba sentir, no esperaba pensar, no esperaba regocijarme, pero el cosquilleo fue inevitable y el momento casi tan inconcluso como el mismo deseo de prolongarlos aun cuando debían agotarse los minutos.
Sería un día como cualquier otro, pero la madrugada no lo permitió...Nos cubría el silencio, y en él, las palabras que no se dijeron y que, al decirlas, no se debieron decir. Era un día normal, pero nos atrevimos a hacerlo diferente. El alba llegó para hacernos olvidar y regresar a la rutina. No quería que llegara a su fin, pues en su abrazo hallé una dicha que permanece ahora que la recuerdo, y que duele cuando sé que ha sido y será de nuevo inalcanzable.

Debato mis días con los pensamientos que me trasladan a esos ojos que sin miedo me atormentan y me llenan de un desconocimiento de mí misma; y quisiera de regreso aquellos labios que me permitieron caer, caer y reír, reír y querer…
Cerré mis ojos para robarle un beso, y quise estar a oscuras para dejarme vencer por aquellos que me quiso dar sin razón, sin motivo…Cerré mis ojos, y así me gusta tenerlos

Instantes

1178152060_f De la confusión es que ha nacido lo que existe y existe ahora lo que es; De ese entendimiento que no se crea de la lógica sino de la ausencia neta de la misma; y, no obstante, hay una razón implícita en cada minuto que te quedas merodeando en mi cabeza buscando un no se qué no sé dónde que, sin duda, existe aún cuando no debería.
Un toque crucial para cosas inaportantes...Un toque de realidad para imágenes fantasiosas de momentos que existieron y que no pasaron por más de ser un instante válido sólo mientras perdurara y, a veces, mientras permanezca la luna en vigilia y tu sueño desaparezca a la luz de una llamada. Yo me entretengo jugando con los segundos y con algunas letras, me distraigo leyendo poesía en la lluvia e incomodando mis ojos a través de sollozos que no dan servicio más allá del desahogo...Yo me permito pensarte, mientras que, te configuro en todo lo absurdo de mi vida, en lo irrefutablemente inolvidable, en lo bonito, lo simple y lo sencillo; en todo aquello que por ser remoto es prohibido y por ser prohibido me gana siempre en afirmaciones y posibilidades, me da a beber una nítida esperanza que no entiendes, que quizás no ves, pero que a raudales te muestro de ojo en ojo y de letra en letra.
Te haces impasible de día, y es por ello que de día odio recordar...Porque los recuerdos me atan a un suceso resguardado, un simple hecho que desmorona más de una razón y que es razón para desmoronarme.
Quizás es más simple guardar silencio, quizás es más sencillo olvidar, olvidar y no pensar...No sentirme como la llave incorrecta, no ser el cuadrado tratando de encajar en un círculo. Pretender que las incoherencias a veces tienen que suceder...Pretender que simplemente no pasa nada.
Hubiese sido más simple decir "me gustas"...Pero la fascinación que me exige escribirlo pertenece al mismo nivel de la imposibilidad de demostrarlo...
Tan inolvidable como tú es este escenario, y desde este escenario me despido queriendo encontrarte de nuevo, en una de esas casualidades...En una de estas distancias cortas. En un simple acontecer de esta vida loca...En un arrebato, en un instante...

Y así, sin más, quiero cerrar mis ojos y no pensar más que en la magnitud de la nada, pues la nada es casi igual de reconfortante que aquel vacío de la no necesidad. No es para mal, y sin duda, no es para bien; pero es el estado preciso para no equivocar más los pasos y distinguirlos como seguros.
No entendería lo que pienso o lo que siento ahora, sólo le daré razón a entenderlo como indebido y absurdo. No me bastaría con aparentar un bienestar que es tan fingido como la felicidad cuando se está lejos de creer en ella…Es un simple estado, me repito. Uno como cualquier otro, adornado de sinsabores o de dichas. Elijo el vacío, aún cuando sé que no es vacío innato sino construido, la ausencia de una presencia, la presencia de ausencias…Y por tanto, un vacío que dolerá sin haber sido buscado el miedo de perder. Lo llamaré resignación, porque parto pensando en una oportunidad de la que fui partícipe, pero de la que no puedo participar…
Parto no más…Me voy. Huyo…

Blanco

116589_pasion Mmm, y hablando de las muchas noches maravillosas que nos han recubierto en las últimas horas de estos días, hablando de esas oportunidades que no sabemos porqué están presentes y que por las "causalidades" simplemente ocurren; hablando de esas personas que nos hacen pensar y no pensar, huir y querer quedarnos, soñar y despertarnos...Hablando de sentires...Hablando de aconteceres y de las otras tantas "casualidades". Hablando de lo confundida que se podría sentir una mariposa en un vagón de tren, no va y no viene, pero está y es; confundida, tanto como a veces nuestra alma, cual péndulo enloquecido e indeciso...
Hablando de nada y hablando de ti...Hablando al vacío que escucha y que se presenta, del universo que sinfín está atorado entre palabras y gestos incomunicados. Hablando de esto y de aquello, de todo lo que podría callar y prefiero decir...Hablando de eso, prefiero escribir.

Blanco es todo aquello que la naturaleza no nombró, es lo limpio y lo liviano, quizás lo puro y tal vez lo olvidado. Son los rincones intactos, las sábanas vírgenes y la esperanza suplicante del poeta y cantor, que de palabra en palabra desafía la bondad para hacerla rima y rompe la posibilidad en pedazos de realidad. Es lo simple y lo pequeño, todo aquello que resguarda la grandeza detrás de lo tímido e inquietante de un silencio. La ceniza de lo pasado, la expectativa de un comienzo…Es lo complejo rayando la facilidad.

Es mirar al cielo, una profundidad tan ajena como propia, un sesgo de inmortalidad recubierto con el dolor y las delicias mortales…Es recordar lo olvidado tanto como vivir lo apenas percibido sin escatimar en el detalle mínimo de la curiosidad que se sirve del pensamiento inmediato y lejano, del compartido y del solitario, para regalar una sonrisa, un gesto que señala inquietud y ansiedad, quizás un deseo y el compartir del mismo. Son las estrellas hechas personas, personas hacia pensamientos, pensamientos hacia palabras, palabras hacia ti, de ti y por ti…”Blanco es todo aquello que la naturaleza no nombró” –Quizás lo que no debe ser nombrado –aquello que el hombre olvidó, es la explicación no dada a propósito–Quizás porque no debe darse –, es la respuesta sin fecundar. La falta de razón hecha pulpa de dioses y alimento de los pocos mortales que pensando sin pensar aprendimos a sentir para saber que pensando no se siente si sintiendo no pensamos.

Se te nombra simple y en silencio, se te llama sin palabras, se te recuerda sin memoria…
Totalmente en blanco

No voy a decir que quiero huir, pero tampoco diré que me quiero estacionar aquí, pues son tus silencios más ajenos a ti de lo que crees y más míos de lo que imaginas.
Hoy tengo rabia de haberme encontrado contigo, quizás porque mi cabeza es más un estambre de hilos rotos que mi corazón…Corazón que contrario al tuyo, no se comparte, y de compartirse al menos sabría partirse en dos de una manera lo suficientemente equitativa como para no quedarme callada después de desvalijar al mundo a bala de palabras.
Me permito no creerte, los trozos de realidad los escondí hace mucho tiempo y con ellos la confianza incrédula dirigida hacia quienes quizás hablan de más para demostrar menos. No estoy para tragedias épicas o soluciones tántricas, no estoy para ir más allá porque por hacerlo es que resido en el más profundo estrado de las cuestiones que para el resto no son más importantes que la carcajada de un bicho…Si es que ríen.

¿Estás para qué si no es para estar…Eres para qué sino es para ser?

En relieve

2239147891_cc74e025e4 Cuando el horizonte es llano entiendo para dónde voy, es obvio, pues lo veo; y aún sin verlo sé que mi punto final no se moverá de ese sitio invisible que permanece inmóvil en algún lugar de esa estrecha línea remotamente cerca. Contradicción, si algo es remoto no está cerca, y de estar cerca no será remoto…Incoherencia!

Te hablo a ti, señorita estrella, persona desconocida, mujer de pocas palabras y amplio horizonte…Te hablo a ti, que quizás no sepas nada o quizás ese nada ya sea mucho considerando mi boca el principal mecanismo orgánico de sinceridad conectado con ese minúsculo pero infinito cajoncito que ponemos en el corazón. Tú, en mí eres una incoherencia, una hermosa, pero al final, incoherencia.

Si no entiendo es porque quizás el horizonte está en relieve… ¿Qué haces para lograrlo? Más fácil que responder a esa pregunta debería ser poder preguntarte a ti algo, pero tampoco hay nada que preguntar, porque llegas, estás, y eso es todo. Un desvanecer de lo demás, la formación de un vacío del que sólo sale una cosa: Tú. Y entonces hay un cierto sentido en aquello que ningún sentido tiene y resulta que vivir sin respuestas no es tan absurdo si las respuestas tienden a no existir. Creas un mundo de curiosidad inválida dentro de circunstancias que por sí mismas caminan…Y llegamos a lo mismo, incoherencia.

La analogía más absoluta en mi vida ha sido representada por estrellas, lo curioso es que representarte con una de ellas es abastecerte de un hecho común, y me permito distinguirte porque aún no logro definirte, pues estás en relieve. Si supiera quién eres te haría un regalo, uno de los grandes, bonitos e inesperados, uno de aquellos que no se describen porque no tienen forma; así entonces el regalo sería idéntico a ti y a todo cuanto en este mundo hay ahora cercano a lo que eres para mí…No estás lejos de crear un enigma, y la distancia para formar una respuesta es tan grande como “la duda”, duda que me ata en lugar de alejarme, duda que me hace pensarte como un desvarío fortuito transformado en un recuerdo predilecto, uno perfecto, uno que mi ser osa por querer vivir una y otra vez…Y es así como me voy a tu lado cada noche y a tu boca cada día, porque en un beso me resumiste más de lo que quisiera olvidar o recordar. No eres un sí, y ciertamente no eres un no…Eres un quizás, eres lo que siento, lo que recuerdo, lo que viví, eres un sustrato de la gentileza más encantadora de la que jamás fui testigo.

Me permito encadenarme a las palabras, a las que he escuchado, no por más que por la idea de considerarlas ciertas, tanto, como de certeza tuvo escuchar un amanecer a través del aliento de una quizás desconocida que ha sabido desprenderme de mí misma volcando mi mundo sin preguntar, sin responder, sólo haciéndolo.

Me permito no huir de aquí, porque me gusta, porque me gustas… ¿Por qué? No sé, sólo sé que estás en relieve.

What is this?

Y comienzo en otro idioma porque quizás el mío no me solucione las preguntas que tengo, si es que tengo alguna. Y lo pregunto porque es el modo más simple de decirme a mí misma que por primera vez, dentro de mi lenguaje, dentro de mis circunstancias, dentro de mis situaciones, no entiendo.
No todo tiene una explicación, eso lo entiendo; y lo más complicado es todo aquello que ni en palabras es posible resumirlo...Claramente me hallo en frente de un precipicio por el cual ya ha saltado la mitad de mi ser, y la otra mitad busca rehusarse.
Una presencia, una tranquila y simple, una de aquellas que no esperas que ocasione un solo tumbo en tus pasos...Llega. Esa manera tan atípica de que una persona llegue a mi vida para ser alguien que nunca pensé tener cerca. La mujer que nunca soñé, la mujer que nunca imaginé, una mujer que me tiene al borde de una simple pregunta que quiero no responder: ¿Por qué?
Hay una magia especial en la atracción que me amarra a ella, y no me entiendo aquí, no me entiendo sintiéndola, sólo se que existe y que no la controlo, pues de controlarla no podría arraigarme a las tantas ganas de besarla, de verla, de hallarla cerca, y de esa sensación tan extraña que me llena cuando simplemente dice "hola". Una llamada, un mensaje y esa casi simple forma de hacerme sentir diferente; eso es, eso es lo que no entiendo; y ésa es finalmente la pregunta…¿Qué es esto? 

No me quiero romper la cabeza pensando en las razones, porque no quiero crear una nueva razón para fijarme por fuera de esa sensación de cordura que trato de recuperar. Así que es simple como una pregunta de aquellas que no exigen pero que pueden permitirse pedir argumentos: “¿Por qué?”


Te hablo directamente a ti, Jeimy
¿Qué es lo que haces aquí ahora?
¿Para qué entras a este, que siendo tu blog, no es de importancia para ti?
¿Qué esperas encontrar?
¿Acaso un movimiento más de mi debilidad, acaso una prueba más de que solía morir por ti?

Me preguntaron recientemente porqué sé con certeza que me odias, respondí “Sólo lo sé”
Preciosa, yo abandoné por completo el sentido después de que me vi como un ser inexistente para ti, porque para ti no soy ni valgo nada. La certeza de haber sido alguien en tu vida es un simple recuerdo, porque estando así no me queda más que una duda inundada de razones que por más que quiera, ya no son válidas.
Soy lo que fui, y eso no cambiará en el tiempo, pues lo que soy es lo que me define como especial en mi propio pasado y para quienes viven en mi presente.

Así que aquí encontrarás todo aquello que fue, lo que esperé que fuera y lo que aún quisiera que fuese…Pues en ti niña hermosa, fue que descubrí que lo pequeño tiene fortaleza y que lo grande es posible ubicarlo en un espacio reducido pero infinito: el corazón.
Tengo lo mejor de ti y es por ello que lo escrito, escrito está. Las palabras no serán suprimidas ni de mi mente ni de mi alma y por lo tanto, quedarán plasmadas aquí y en cada una de las hojas que enjuguen letras del amor que existió por ti pero que debe morir porque la muerte acompaña tu presencia y sin ella, ¿Cuál sería la razón de escribir?

Hay una mentira en tus labios, porque fui mientras nosotras fuimos, así que no me culpes por la demora, porque estuve presente como lo necesitaste y más allá de mis propias posibilidades.
¿Cuánto te amaría yo que al dejarte dejé lo mejor de mí a un lado?
Pregúntate eso mientras que yo en mi intento rotundo y definitivo de sacarte te evoco de vez en cuando para pensar en las posibilidades imposibles de retomar ese viaje infinito acompañada de tu vuelo incondicional…El vuelo que te falló y que decidiste terminar.

Me odias porque deseas olvidarme…Supongo entonces que no te debo un escrito más, así que mientras no lo merezcas, no lo vuelvas a buscar.

Siempre habrán palabras en mí para ti, pero de mis dedos no fluirán, de mi boca no saldrán.
Si volvieras, si estuvieras, si recuperaras la majestuosa esencia que te llenaba, si no temieras a ser débil, si no creyeras en la trivialidad del ser…Si existieras de nuevo bajo tu propio nombre…Así te ganarías mis palabras.

Un intento de despedida

ESPECIALMENTE ESCRITO PARA LA MUJER DE MI VIDA, DE MIS SUEÑOS Y POR DEMÁS, DE MIS PALABRAS. NO PUEDO DECIR SIMPLEMENTE ADIÓS.
…SI ALGÚN DÍA VIENES, LÉELO…

Me prohibieron hablar de ti, pensarte o hacerte parte de lo que soy; es irónico tratar de obedecer eso, pues no importa si lo prohíben, la existencia de un tabú no hace que el subyugado deje de existir.
Quizás sea lo último que escriba, no lo sé, a veces no puedo evitar sentarme y simplemente decirme a mí misma miles de cosas que provienen de ti para plasmarlas, no importándome mucho si algún día llegaras a leerlas o no.

Sabes? Todo el mundo me ha dicho recientemente que no debo hablar de ti, es incluso una orden directa de mi psicóloga; al parecer hay una extraña fijación entre dejar de hablar de ti y mejorar mi estado mental, y es mucho más extraño pensar que es por eso que estoy perdiendo el poquito de cordura que me quedaba. Pero por hoy, debía escribir algo, porque si te voy a olvidar no quiero dejar que el último rasgo de mis escritos esté lleno de un vacío que no coincide con lo que en realidad siento. Algo ha quedado más que claro últimamente y es una afirmación que provino de ti el 3 de agosto del 2007, no soy capaz de odiar, dijiste que es porque tengo un corazón muy grande…Pero entonces no entiendo porqué me odias…O mejor, si lo entiendo, me tenías que odiar para olvidarte de mí. Esto es lo que puedo escribir ahora; pero recuerda que mis palabras no son ni serán nunca próximas a lo que no digo, pues es lo que no digo lo que en el corazón se guarda, y si allí permanece es porque no es justo convertirlo en palabras.

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Este es mi último suspiro, y lo encierro en el baúl de lo último para que sea tan infinito como cuando me dijiste “Te amo”. No es, sin embargo, el último que existirá pues de mi boca saldrán uno tras otro segundo a segundo intentando arrancarte del pecho al salir. Sin saber que al tratar de arrancarte es que te quedas, pues olvidándote es que te recuerdo porque de mí eres lo mejor y lo mejor me dejaste de ti.
Quizás me odias, no lo sé, tus últimas palabras se repiten una y otra vez en mi cabeza dejándome mucho que odiar de mí misma, tanto así que no puedo odiarte. Las preguntas, esas de siempre sembradas en mi cabeza recibiendo luz del Sol y agua salada de mis ojos, siguen creciendo y se estacionan aquí, golpearlas no las saca y tampoco me asesina…Y qué tanto sería morir ahora…

Quería escribir de ti, de las ganas de verte y de encontrar en ti una sonrisa, una mirada amable, un corazón abierto, unos brazos extendidos, unas palabras de aliento, unos ojos al descubierto y un alma bondadosa…
Quería escribir del pasado, de cuando hacíamos el amor de forma casi estúpida porque no sabíamos ni donde apuntar con los dedos o la lengua, pero teníamos bastante claro que nos deseábamos desde la pasión hasta el placer…Nos faltó descubrir más de lo que ocultábamos entre ropas, pero extrañaré cada tarde, cada gesto, cada caricia, cada mirada, cada gemido, cada silencio, todo lo que justo ahora me recorre el cuerpo en escalofrío y me hace temerle a no tenerte más, porque te deseo…
Quería escribir de las tardes compartidas, de tenerte tendida en mi cama abrazada a tu cintura, con los ojos al descubierto mientras miraba los tuyos; o totalmente perdidos cuando los cerraba para abrir los telones de un beso suave de tus labios húmedos y dulces, el sabor característico de tu saliva y tu aliento en mi boca; la ternura que dedo por dedo me gustaba compartirle a tu rostro sencillo de mirada tranquila y abrasadora. Como me gustaba mirarte…Como me gustaba besarte…Como me gustaba amarte…
Quería escribir de las risas, aquellas que sin querer me compartías aún teniendo rabia o tristeza metida entre los ojos…Porque me alegrabas el día desde que te veía a lo lejos, hasta que de cerca escuchaba tu corazón. Recuerdo los encuentros furtivos, tu sonrisa que a lo lejos se encendía y me ponía los nervios de punta; no podía creer que me amaras, no podía creer que eras mía, no podía creer que te estuvieras acercando precisamente hacia mí aún cuando habían miles de personas más alrededor…Pero ibas por mí, esa sonrisa era por mí y para mí, ese beso robado era para mí, ese abrazo era para mí…Ese amor, ese amor era todo mío…
Quería escribir de las lágrimas que provoqué, o las que enjugué…O las que provoqué para enjugar después…Te ves maravillosa cuando lloras, no porque me guste verte llorar, sino por tus ojos que encierran la ternura más grande del mundo, tus manos que se vuelven débiles y tus besos que se van volviendo frágiles pero irrompibles…
Quería escribir de tus enojos, porque hacen de ti una escultura maravillosa; porque dejan salir todo lo que es tuyo, hacen sentir la mujer que eres, hacen sentir ganas de amarte aún más, hacen ganas de pegar en tus labios un beso forzado que derrita el hielo del momento, hacen sentir un placer nacido sin tocarte una sola vez…Era inevitable desearte…Era inevitable concebirte así queriendo tenerte entregada a un éxtasis apasionado al que le temía, pero que terminaba por dominarme al son de tu mano, al son de tus dedos…
Quería escribir de ese par de noches que pude dormir a tu lado, abrazando tu espalda, acariciando tus brazos, hablando a tu oído, escuchando tu respiración profunda, ahogándome en ese mundo eterno que cubrías con tu cuerpo, enredándome en tu calor y en ese amor tan hermoso que sentía que de ti emanaba con sólo dormir, con sólo llamarme, con sólo abrazarme, con sólo estar allí, conmigo…

Quería escribir de ese AMOR, uno no egoísta sino incondicional, uno no sucio sino puro, uno no suspicaz sino inocente…Ódiame lo que quieras, odia nuestro pasado, odia ese amor que me tuviste, pero yo jamás lo haré.
Quería escribir de ti…y lo hice; porque a ti hermosa niña, sólo a ti es que le pertenecen estas palabras y las que no he escrito porque no hay cómo encontrarles una gramática especial…Pues el amor ciertamente no se entiende y nunca será necesario entenderlo.

No sé si aún te amo, y mis aspiraciones de responderme esa pregunta van más allá de mi capacidad de responderla. Hoy sé que la última vez que te vi mi mundo se vino abajo; que la última vez que te besé, me temblaron los labios y cada pequeña fibra de mi ser; que la última vez que hicimos el amor te deseé como nunca; que la última vez que te abracé me rompí por dentro; que la última vez que te acaricié me sonreíste;
Que la última vez que me amaste fui feliz…Eso lo pude escribir, pero las lágrimas que surgen al hacerlo son el grito interno de lo que he sido sin ti.

Perdona mis errores, por favor perdónalos y perdóname a mí, por ser esto, hacer esto…Y por no poder vivir sin ti.

Te extrañaré cada triste o feliz momento de esta vida que me resta, quizás te piense, quizás me ahogue de hacerlo…Quizás te olvide o muera intentándolo que es lo que tanto quisiera.

Dicen que de amor nadie muere,
¿Entonces por qué he muerto?

Era un amor para siempre,
Y quizás para siempre lo sea…

Yo puedo escribir muchas cosas mi niña, pero las palabras no son lo que siento.
Me han pedido que te olvide…Un intento más…Sólo uno más.
Cómo es que no encuentro más palabras para una despedida, cómo es que todo siempre se resume en lo mismo, cómo es que siempre son las mismas dos palabras en lugar de un adiós?

Te amo.

Como cambian…

 s5e06c4_00002195 Como cambian las cosas de fácil, y con qué facilidad aún más se tornan en contra de lo que más deseo…Las historias felices se reducen a recuerdos que apenas se pueden recuperar de esos espaciecitos de vacío que hay por dentro. Y hoy, en uno de esos días poco especiales estoy de nuevo en derrota, de nuevo perdida, de nuevo en medio de la nada, tan perdida como si nunca hubiese visitado el suelo; llorando hechos de historia y hechos de presente, llorando sucesos imposibles, tan utópicos como aquellos que responden a ti.
En medio de todas aquellas palabras que salían de quienes me conocían, en medio de las palabras que salían de tu boca, porque eras la razón de mis razones, de mis vuelos, de mis ganas y de mis sueños. Ahora estoy pisando precisamente el baldosín de la derrota, y no me muevo, y nada me mueve, y simplemente pertenezco a él. Por alguna razón, aún desconocida para mí,no respondo a nada que no sea tu voz, no respondo a nada que no provenga de ti, y me encierro en una profundidad de la que no me extrae nada, ni nadie.

Estar bien es ahora un contrato inválido con mi propia existencia, porque no soy yo, porque estoy saturada, porque estoy hecha humo y cenizas, porque sigo aquí rogando porque desaparezca un pasado que me persigue en cada ruta que piso; cargando culpas que yo misma he puesto en mis hombros, cargando deseos absurdos de retroceder el tiempo y ser yo de nuevo…Pierdo de mí todo cuanto me cedía orgullo, todo cuanto a ti te gustaba, todo cuanto era permanente para que fueras tú la testigo…Todo cuanto me hacía persona, todo cuanto me hacía valiosa, todo cuanto me hacía existir.
Fuiste mi amiga, la mejor que he podido tener y la más grande que he podido pedir; jamás soñé con esa presencia en mi vida, y es esa presencia la que ahora pido a gritos. Quizás no te llamo por saber cómo estás, sino por lo mucho que logras con sólo hablar. A veces pienso en la facilidad de las cosas, y en la dificultad de las mismas. Tan difícil que es alcanzar un pico máximo de felicidad, tan fácil es si hay alguien ahí para ti…Tan difícil es llenar tu vida y tan fácil es verla vacía por solo un momento multiplicado por días, meses, años.

Tan fácil hacías que fuera mi vida, y ahora…esto…

Ahora no puedo recurrir a ti por más que lo necesite, por más que sepa que entre lo que eres encontraría un poco de lo que solía ser; ya no encontraría consuelo, y de seguro jamás lo encontraré porque de esta transición quizás sea imposible ya salir. Me tropiezo, me caigo, y por más que caiga, nunca me levanto…
Recuerdo el momento exacto en el que te conocí, me hiciste ver más allá de Dios, me permitiste conocerle de cerca…No puedo dejar de comparar, no puedo dejar de llorar, y por más que lo intente, por más que quiero, por más que lucho, no puedo dejar de perder. Porque desde que te perdí a ti, por alguna razón lo perdí todo.

Siempre he querido que sepas tantas cosas, que las guardes, que las quieras tener en ti. Que sepas lo que eres para mí, el orgullo que representas, la admiración que en mí crece día a día por tu fascinante historia de vida…Quiero que sepas que te quiero, que por encima de todas las cosas te amo y aquí en mi corazón te guardas como lo más maravilloso que he ganado aún sin merecerlo. Sólo en eso puedo pensar cuando me siento perdida, sabes?
No porque sea bueno recordarlo, sino porque de cierta forma sé que hice algo bien, porque si te tuve es porque algo bueno debo significar para alguien tan grande como tú que lo llenas todo solo respirando.
Mis palabras, estas palabras, y esas palabras de siempre, no son en vano, son por lo que eres; y, eres hermosa, así como espero que sean hermosos los sueños que rodeen tu futuro para hacerlo tal cual lo imaginas, tal cual lo esperas, tal cual lo mereces.

Pienso en ti cuando estoy derrotada, no entiendo porqué…Pero sé que contigo me sentía invencible, y eso aún hoy me hace sentir –Al menos por un momento- Feliz.

Como cambian las cosas, como cambias tú, como cambio yo, y en el fondo…Es curioso ver como ciertas cosas, nunca cambian…

Tan fácil que era todo en tu abrazo
Prometiste que todo estaría bien…Lo prometiste

De petición a ruego

 alice-dana3 ¿Recuerdas cuando no se trataba de rogar sino de pedir? Cuando, no importando los días que transcurrieran, siempre había una razón para llamar, aparecer, escribir, o simplemente, seguir amando?
A veces no me basta con escribir, una parte de mí se rehúsa a conformarse son el sustituto más inadecuado de tu voz; porque, después de todo, no sé nada de ti, no sé cómo estás, dónde estás…Y de día en día, paso del pedir al rogar.
Amarte tanto esparce venenos en el aire, inyecta alcohol en mis venas y llena de espinas los pasillos. Amarte tanto es, no por poco, un infierno; y debería ser el paraíso en el que me estacioné cuando te conocí. Las noches no traen consigo las respuestas a mis preguntas, pero tampoco quisiera que me las diera a conocer; me vale más la cobardía, pues soy tan pusilánime como lo sería nuestro amor años atrás, cuando de la nada sacó las razones para dejar de existir; cuando de la nada simplemente se perdió en un vacío tan inmenso como el frío de infierno.
Y, ¿Quién dijo que el infierno quema?
Yo, en mi desdicha, en mi desgracia, en mi pobreza de espíritu y libertad he estado allí. Entro y salgo constantemente, pero una vez adentro, te acompaña ese frío que nace de tus llagas y se extiende a tu alma. Un frío que te hace implorar, rogar, sufrir, penar…Y volverte el protagonista de la tragedia de amor más simple de todas: Morir por no tenerlo.

Las palabras ahogan tanto que no sé qué escribir, probablemente ya todo está dicho, probablemente no existan palabras para ti, probablemente jamás seas testigo de todo esto; pero, no importa. Importa lo que pienso mientras lo escribo, lo que siento mientras miro al cielo, lo que me llena mientras dure un cigarro, lo que medito mientras camino, lo que enloquece mientras no duermo; importa lo que me grita el alma y el cuerpo, lo que sin decir escucho como si lo pintara en el aire que suspiro a suspiro me roba pensarte.
Importa lo que llevo adentro. Hoy no hay motivos para rogarte, no hay motivos para llamarte, han desaparecido por completo en esa niebla que desde tus ojos hasta los míos se dibuja. Tan espesa como tu indiferencia, pero aún tan blanca como mi esperanza. Así que hablemos de esperanza, hablemos de fortaleza, hablemos de ti y de mí, hablemos de una súplica…Una que existiría si tú existieras para mí:

Ambas hemos estado solas, tal vez sintiendo frío aún en la ausencia del viento contra nuestras ventanas. Ahora me está llenando el miedo, un miedo único e insuperable. Un miedo que sé que te llenó a ti una vez, cuando yo lo ignoraba para no caer en ser débil…Pero es que débil soy desde que te vi, y aún más, soy inútil sin ti.
He sido una tonta de muchas maneras, y todo comenzó con una separación tan absurda que sólo sería más absurdo el dejarte de amar precisamente ahora que más necesito de tu aliento, justo ahora que más quiero ser testigo de tu sueño y tu más hermosa realidad, justo ahora que le pertenezco por completo al deseo condescendiente de tu ser.
Pero, cambiaría mi vida, lo dejaría todo…Si tú, sólo si tú quisieras intentar amarme de nuevo.
Así que por favor, dame una oportunidad, una de escribirte de nuevo canciones, poesías, prosas o versos, una para hacerte posible de nuevo. Una para redimir todas aquellas cosas que hice, para levantar esa línea del tiempo y hacerla añicos, no con dolor sino con este amor recogido en rinconcitos, en espacios rotos, en lagunas profundas y pantanos ponzoñosos. Pues a ti te di mi corazón, te pertenece y te pertenecerá si tan solo me dejaras empezar desde ese siempre enclaustrado en el jamás de tu partida.
Si nos dejaras empezar…Si me dejaras amar…
No soy santa, sólo soy yo, aquí, escribiendo, un alguien más, un simple “ego”…Soy sólo una mujer que ha amado tanto como para morir por ello, tanto como para vivir de ello. Una mujer que logró tener la divinidad completa del cielo y la Tierra en sus manos. Yo te viví, en sueño y en realidad, en plenitud y en desdicha, en lo que amo y en lo que odio…Y porque te viví es que te pido de regreso.

Ahora, como siempre, estoy en mi día pidiendo constantemente ese perdón que jamás me ha llegado por la culpa que sostengo. Una pregunta continuamente denegada, una palabra jamás ofrecida, un perdón hecho trizas día tras día. Por favor, olvídalo, por favor regresa, por favor perdona, por favor…por favor, quédate conmigo.
Si sólo pudieras, por favor, dame otra oportunidad de escribirte, de tenerte, de darte mi amor, de estar contigo…
Si sólo pudieras, por favor…Déjame empezar de nuevo…
Mi niña, eres todo lo que tengo. No me dejes aquí así de nuevo… Te daría todo mi corazón, mi alma, mi vida y mi muerte (Sí, mi muerte), si sólo pudieras, si tan sólo quisieras…
Si le permitieras a mi corazón amarte de nuevo…

Por favor dame otra oportunidad de hacer de tu vida una canción…
De darte todo cuanto soy.
Y te daré mi corazón…
Si sólo quisieras empezar de nuevo…

Tres preguntas

Aún tienes cautiva mi atención y mis ganas en ti, a pesar de que ha pasado tanto tiempo.
¡Solías amarme tanto! Entonces dime qué fue lo qué pasó, quién se equivocó, o lo hicimos todo tan bien que huiste de mi lado, de mis huesos, de mi carne y de mi corazón?
Ahora resulta que estás en el sonido de una nueva voz, en el tono de una nueva canción, en el verso de una nueva poesía, y en el latido de un nuevo corazón.
Creí que la solución era el espacio, el silencio y la distancia, creí que el tiempo poseía un tridente más legendario que el de las minúsculas valías de un corazón, este mío que era tuyo…Pero no importa donde se posen mis ojos o donde mis pupilas se fijen, no importa si parpadeo, si guiño o si estimo por poco mi cabeza, en donde estoy, tú estás, has estado y seguirás. No importa el lugar, veo tu rostro, veo tu figura y tu sombra.
Aún espero a que regreses al hogar que construiste; es una paciencia inagotable ahora que lo pienso…Pero es que no quiero estar sola, y de no estarlo, quisiera compartir mi soledad contigo…No quiero estar sola. O mejor, no quiero estar sin ti.

Aún te amo…

 

¿Por qué te llevaste tu amor? Si sabías que el mío aún te pertenecía y que era posible lo imposible cuando juntos estaban. Si nos merecíamos la oportunidad de tenernos si sólo intentábamos llegar más allá de lo que nuestros ojos permitían. Si era imposible encontrar en manos ajenas lo que era nuestro y marcado estaba con nuestros nombres combinados, con el signo del adverbio siempre y un certificado de derrota de “jamás”.

¿Cuándo decidiste darte por vencida? Si de lucha en lucha, sólo había una por ganar, la nuestra; aquella en la que coincidíamos en un sueño, en uno sólo, en uno tuyo y mío, en uno de las dos. Un sueño de aquellos pocos que se conceden de día para vivirlos, y de noche no duermen, para soñarlos, respirarlos, sentirlos y explorarlos.

¿Cómo se supone que siga adelante sin ti? Ahora se me remueve el corazón queriendo salir huyendo…O mejor, queriendo salir volando a tu lado, en busca de aquella aventura que nos movía, que nos impulsaba. Qué hermosa figura es esta que guardo de ti, volando a mi lado, extendiendo tus alas, dejándote deslumbrar por ese brillo cautivante, tu ojos siempre hacia el frente o reflejados en los míos…Yo que te amaba, tú que me amabas…Yo que aún te amo.
Teniendo esa imagen, cómo es posible que me pidas olvidarla, olvidarte, olvidarnos. Teniendo esa imagen, no es posible dejar de amarla, amarte, amarnos.

¿Cómo se supone que siga adelante sin ti?…Si eres mi luz

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He cambiado mucho desde la última vez que te vi; cuando te fuiste no tienes idea de todo lo que me hiciste pasar, y los caminos se tornan más difíciles, más largos, más infinitos, más oscuros…Pero mi corazón todavía camina, corre, vuela y se estaciona justo a tu lado, ahí, donde lo ves o no lo ves, donde e visible o invisible según tú lo quieras.
No puedo escapar de la magia que reside en tus ojos, de esa energía que me embarga y me embriaga cuando me miras…De el deseo intenso de permanecer en ellos eternamente por cuanto tiempo el tiempo pueda ser tiempo…Acaso hay alguna forma de hacerte entender que no hay nadie, persona o ilusión que sea más especial para mi corazón; porque eres mi persona predilecta y mi más hermosa ilusión.

No puedo escapar de ti, pero nos quieres separadas, me quieres lejos…Aún te amo…
Lo eres todo para mí,
Eres el aire que respiro
La canción que canto
Eres mi reina, mi princesa, mi vida, mi aliento, mi niña.

Si pudiera suplicarte algo, por favor, vuelve conmigo, te quiero aquí, te necesito…Aléjame de aquí, quiero estar lejos de esta soledad, de este vacío…De este “sin ti”.

Yo pregunto: ¿Por qué, cuándo, cómo?…Si aún te amo.