Un intento de despedida

ESPECIALMENTE ESCRITO PARA LA MUJER DE MI VIDA, DE MIS SUEÑOS Y POR DEMÁS, DE MIS PALABRAS. NO PUEDO DECIR SIMPLEMENTE ADIÓS.
…SI ALGÚN DÍA VIENES, LÉELO…

Me prohibieron hablar de ti, pensarte o hacerte parte de lo que soy; es irónico tratar de obedecer eso, pues no importa si lo prohíben, la existencia de un tabú no hace que el subyugado deje de existir.
Quizás sea lo último que escriba, no lo sé, a veces no puedo evitar sentarme y simplemente decirme a mí misma miles de cosas que provienen de ti para plasmarlas, no importándome mucho si algún día llegaras a leerlas o no.

Sabes? Todo el mundo me ha dicho recientemente que no debo hablar de ti, es incluso una orden directa de mi psicóloga; al parecer hay una extraña fijación entre dejar de hablar de ti y mejorar mi estado mental, y es mucho más extraño pensar que es por eso que estoy perdiendo el poquito de cordura que me quedaba. Pero por hoy, debía escribir algo, porque si te voy a olvidar no quiero dejar que el último rasgo de mis escritos esté lleno de un vacío que no coincide con lo que en realidad siento. Algo ha quedado más que claro últimamente y es una afirmación que provino de ti el 3 de agosto del 2007, no soy capaz de odiar, dijiste que es porque tengo un corazón muy grande…Pero entonces no entiendo porqué me odias…O mejor, si lo entiendo, me tenías que odiar para olvidarte de mí. Esto es lo que puedo escribir ahora; pero recuerda que mis palabras no son ni serán nunca próximas a lo que no digo, pues es lo que no digo lo que en el corazón se guarda, y si allí permanece es porque no es justo convertirlo en palabras.

---------------------------------------------------------

Este es mi último suspiro, y lo encierro en el baúl de lo último para que sea tan infinito como cuando me dijiste “Te amo”. No es, sin embargo, el último que existirá pues de mi boca saldrán uno tras otro segundo a segundo intentando arrancarte del pecho al salir. Sin saber que al tratar de arrancarte es que te quedas, pues olvidándote es que te recuerdo porque de mí eres lo mejor y lo mejor me dejaste de ti.
Quizás me odias, no lo sé, tus últimas palabras se repiten una y otra vez en mi cabeza dejándome mucho que odiar de mí misma, tanto así que no puedo odiarte. Las preguntas, esas de siempre sembradas en mi cabeza recibiendo luz del Sol y agua salada de mis ojos, siguen creciendo y se estacionan aquí, golpearlas no las saca y tampoco me asesina…Y qué tanto sería morir ahora…

Quería escribir de ti, de las ganas de verte y de encontrar en ti una sonrisa, una mirada amable, un corazón abierto, unos brazos extendidos, unas palabras de aliento, unos ojos al descubierto y un alma bondadosa…
Quería escribir del pasado, de cuando hacíamos el amor de forma casi estúpida porque no sabíamos ni donde apuntar con los dedos o la lengua, pero teníamos bastante claro que nos deseábamos desde la pasión hasta el placer…Nos faltó descubrir más de lo que ocultábamos entre ropas, pero extrañaré cada tarde, cada gesto, cada caricia, cada mirada, cada gemido, cada silencio, todo lo que justo ahora me recorre el cuerpo en escalofrío y me hace temerle a no tenerte más, porque te deseo…
Quería escribir de las tardes compartidas, de tenerte tendida en mi cama abrazada a tu cintura, con los ojos al descubierto mientras miraba los tuyos; o totalmente perdidos cuando los cerraba para abrir los telones de un beso suave de tus labios húmedos y dulces, el sabor característico de tu saliva y tu aliento en mi boca; la ternura que dedo por dedo me gustaba compartirle a tu rostro sencillo de mirada tranquila y abrasadora. Como me gustaba mirarte…Como me gustaba besarte…Como me gustaba amarte…
Quería escribir de las risas, aquellas que sin querer me compartías aún teniendo rabia o tristeza metida entre los ojos…Porque me alegrabas el día desde que te veía a lo lejos, hasta que de cerca escuchaba tu corazón. Recuerdo los encuentros furtivos, tu sonrisa que a lo lejos se encendía y me ponía los nervios de punta; no podía creer que me amaras, no podía creer que eras mía, no podía creer que te estuvieras acercando precisamente hacia mí aún cuando habían miles de personas más alrededor…Pero ibas por mí, esa sonrisa era por mí y para mí, ese beso robado era para mí, ese abrazo era para mí…Ese amor, ese amor era todo mío…
Quería escribir de las lágrimas que provoqué, o las que enjugué…O las que provoqué para enjugar después…Te ves maravillosa cuando lloras, no porque me guste verte llorar, sino por tus ojos que encierran la ternura más grande del mundo, tus manos que se vuelven débiles y tus besos que se van volviendo frágiles pero irrompibles…
Quería escribir de tus enojos, porque hacen de ti una escultura maravillosa; porque dejan salir todo lo que es tuyo, hacen sentir la mujer que eres, hacen sentir ganas de amarte aún más, hacen ganas de pegar en tus labios un beso forzado que derrita el hielo del momento, hacen sentir un placer nacido sin tocarte una sola vez…Era inevitable desearte…Era inevitable concebirte así queriendo tenerte entregada a un éxtasis apasionado al que le temía, pero que terminaba por dominarme al son de tu mano, al son de tus dedos…
Quería escribir de ese par de noches que pude dormir a tu lado, abrazando tu espalda, acariciando tus brazos, hablando a tu oído, escuchando tu respiración profunda, ahogándome en ese mundo eterno que cubrías con tu cuerpo, enredándome en tu calor y en ese amor tan hermoso que sentía que de ti emanaba con sólo dormir, con sólo llamarme, con sólo abrazarme, con sólo estar allí, conmigo…

Quería escribir de ese AMOR, uno no egoísta sino incondicional, uno no sucio sino puro, uno no suspicaz sino inocente…Ódiame lo que quieras, odia nuestro pasado, odia ese amor que me tuviste, pero yo jamás lo haré.
Quería escribir de ti…y lo hice; porque a ti hermosa niña, sólo a ti es que le pertenecen estas palabras y las que no he escrito porque no hay cómo encontrarles una gramática especial…Pues el amor ciertamente no se entiende y nunca será necesario entenderlo.

No sé si aún te amo, y mis aspiraciones de responderme esa pregunta van más allá de mi capacidad de responderla. Hoy sé que la última vez que te vi mi mundo se vino abajo; que la última vez que te besé, me temblaron los labios y cada pequeña fibra de mi ser; que la última vez que hicimos el amor te deseé como nunca; que la última vez que te abracé me rompí por dentro; que la última vez que te acaricié me sonreíste;
Que la última vez que me amaste fui feliz…Eso lo pude escribir, pero las lágrimas que surgen al hacerlo son el grito interno de lo que he sido sin ti.

Perdona mis errores, por favor perdónalos y perdóname a mí, por ser esto, hacer esto…Y por no poder vivir sin ti.

Te extrañaré cada triste o feliz momento de esta vida que me resta, quizás te piense, quizás me ahogue de hacerlo…Quizás te olvide o muera intentándolo que es lo que tanto quisiera.

Dicen que de amor nadie muere,
¿Entonces por qué he muerto?

Era un amor para siempre,
Y quizás para siempre lo sea…

Yo puedo escribir muchas cosas mi niña, pero las palabras no son lo que siento.
Me han pedido que te olvide…Un intento más…Sólo uno más.
Cómo es que no encuentro más palabras para una despedida, cómo es que todo siempre se resume en lo mismo, cómo es que siempre son las mismas dos palabras en lugar de un adiós?

Te amo.

0 Silencios...: