Supongo

lawfully-dana-lara Supongo que no te he olvidado, si de suposición en suposición, aún me encuentro suponiendo futuros inconcebibles a tu lado…Como si de una absurda suposición nacieran las realidades menos definidas pero más codiciadas.
Supongo que estás mezclada con mi sangre, porque si de mi sangre dependo, es de mi sangre de la que vivo…Y ya que sin ti no he logrado sobrevivir, supongo que mi sangre te acompaña, te gira y te pertenece.
Supongo que he de amarte por cuánto tiempo fluya el universo y en él aquella extraña energía cósmica que sostiene a las estrellas para mirarlas en mis noches de soledad y pensarte como dueña de mis más favoritos sueños e ilusiones; la chispa inmensa de mi dicha más profunda, la razón por la que mis ojos extienden su presencia hacia la luz…El vivo y más gentil argumento de estas manos y de este pensamiento arrancado desde el fondo de mi corazón desnudo y en vilo por tu existencia que, más que presencia, brinda resurrección y delicadeza.

Supongo que estás entrelazada al hecho y al deseo. Al pasado y a aquella luz efervescente que en el horizonte se levanta semejando un intento de futuro. Supongo que aún negándome a mí misma esta posibilidad, estás dibujada en los trazos suaves de esas nubes que diviso a lo lejos…Y te abres paso como un Sol, dándole vida a lo que quiero, quisiera, y he querido desde que, supongo, me topé con tu sonrisa.
Supongo que aún te amo. Y si supongo esa, mi mayor meditación, supongo que caería de rodillas suplicando el regreso de ese tan ferviente amor que le regalabas a esta alma desnuda que tiritando ante tu puerta mantiene las roídas esperanzas de despertar ante la hermosa y tan utópica emoción de estremecerse por tu respiración tranquila, suave y a la vez inquietante…Profunda como ése cariño de poder único, convocado por nuestras manos unidas en la razón de ser de nuestro momento y de nuestro tiempo.
Supongo que todo mi pasado, que este presente sudoroso y acongojado, y que mi futuro han reservado sus alas y sus piedras para aparecer relucientes ante tus ojos…Ojos que supongo que extraño porque son mi verdad, y porque a través de ellos podría encontrarme al tiempo de perderme en ese inmerso mar de posibilidades dadas por tu ilusión de estar conmigo…

Supongo que extraño que me extrañes, supongo que añoro la idea de estar para ti y solo por ti por el resto de mis días, auroras y penumbras…Supongo que las ideas de ti se incluyen en recetas de postres de infinita satisfacción. Supongo que aún me pierdo en la melancolía de tu abrazo protector que prometía dicha y ante todo, líos. Me envuelve una sonrisa sincera cuando te pienso en tus enojos, en los míos, en los compartidos, aquellos de los que nacían dedicatorias, reconciliaciones, gritos, declaraciones injustas de sentimientos inexistentes y quizás cobardes…Supongo que pelearía contigo por siempre si por siempre estuvieras conmigo, porque a eso nos dedicábamos, a ser y a hacer lo incorrecto, mientras que el peso mayor de nuestras razones y de nuestro corazón, coincidía con ese sentimiento mil veces descrito como puro e inocente. Un amor imposible de comparar o de renovar, imposible de reproducir en manos ajenas, imposible de evidenciar en corazones impropios…Un amor que aún siendo tomado a la ligera era más representativo que cualquier otro tomado en serio; entonces supongo que en siendo en serio tomado, significaría una revolución completa para estos dedos y para estas sensaciones que me aguardan y me hacen ser por ti.

Supongo que podría amarte eternamente en un matrimonio con tus besos y tus desprecios, supongo que de tu indiferencia nacen las mejores expectativas de lo que eres…Supongo que podrías ser mucho más de lo que imagino y jamás llegué a imaginar. Supongo que podrías ser todo excepto lo que necesito, pero no necesito necesitar un prospecto si amo y necesito una realidad. Y no supongo, sino que me llena de certeza llenarte a ti de un amor que multiplicado por mil veces más, sería un derroche, pues no necesito multiplicar algo que por sí mismo es apoderado de todo cuanto soy, anhelo y sé.
Supongo que son infinitas las palabras de amor que podría darte si yaciera sentada infinitamente en este universo congelado de sentimientos finos y detallados para ti…Pero me basta con sentir este enojo monumental por hallarme fuera de razón y lejos de motivos justos para pertenecerle a un deseo tan incondicional y a diario renovado, uno que se cuela entre las lijas del tiempo, para permanecer intacto. Es rabia, es quizás un encaprichado egoísmo, es impotencia…Como la que se enfrenta a tus logros derrotados que no han sido luchados…Como la que se estaciona sin dejarte ver caminos.

Supongo, entonces, que te amo, te extraño, y aunque no debiera, te necesito…Tanto como el mundo al universo o el universo al mundo si habláramos de lo grande que es para él este amor que fuera de ser alocado es tan cuerdo como el suicidio de la palabra justo antes de iniciar la canción…Porque no se canta con letras sino con el más profundo llanto del corazón.
Así es como te ama este ser…En un silencio que a veces se calla por el deseo de gritar, de gritarte a ti, de llenarte de motivos para sentir rabia, para llenarte de rencor, mientras que es para mí, un rescate afortunado a palabras a punto de naufragar. Te hablo porque te amo…Y siempre que escribo es porque llevo mil minutos pensándote y mil noches más extrañándote.

Supongo que eres mi amor, y como tú, nadie lo será jamás…
Supongo que estuviste y estarás, pues aún no estando en presencia, en mi pupila dibujada estás.

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