Alguien en tu vida

gse_multipart7481 ¿Por qué encuentro en mi memoria mi peor enemigo? Una pregunta con la que apenas logro encontrar tregua unos cuantos minutos al día porque me canso de explorar en mí un argumento, o al menos uno bastante minúsculo y quizás minusválido, que implique dejar de recordarte.
Me rondan miles de palabras que dijiste, frases dichas que suponían un hecho en el futuro o, al menos, un poco de consideración en tu presente. Resulta que merezco ceremonias si miras a tu pasado, resulta que soy más de lo que creo ser, pero no debo tener expectativas favorables que me hagan ser reconocida dentro de lo que guardas como ser en tu memoria –Al menos en la que no involucra razones-

Los reproches y las cuantificadas repercusiones que se relacionan con el pasado pesan siempre que encontramos palabras. Y por alguna razón, una desconocida para mí, no superamos las diferencias. Entonces hablo no sólo de memoria como enemigo sino de ritual recordatorio como jefe de toda conversación.
Si en tu vida pasada el adjetivo “mejor” me ha calificado a mí, ¿Por qué no puedo ser recordada como tal?

Cuando pienso en que soy la única persona que no incluyes en tu vida, cuando me veo estudiando tu existencia de lejos, por lo que podría escuchar…Me siento asaltada. Unas palabras por otras, y como siempre más abundantes las que no dejan mucho que pensar…O dejan en abundancia preguntas que sin resolver permanecen creando intranquilidad constante e incoherente con la vida propia.
Es una noria de turno infinito, un eterno zig-zag de palabras y de sentimientos, un consenso nunca alcanzado por un par de idiotas que se amaron más de lo que podrían amar a alguien más. A veces me cuestiono a mí misma acerca de esa extraña posibilidad de ser contigo pero no poder estar para ti.

La hipótesis de que sin ser, no podemos estar.

Y me duele.

Me duele no ser parte de tu vida y no tenerte como parte de la mía, aún cuando hay momentos en los que siento que sólo contigo sería posible hablar…Porque hay instantes de vacío absoluto en los que sólo escucharte o verte me posibilitan el oxígeno y me descargan los pesos del pecho; esos que me retraen y me hacen inútil, pero que desaparecen en un saludo, en una frase. Me duele aún más que me odies, porque no cabría duda alguna de que hasta la más ínfima acción, pensamiento y omisión, son totalmente inservibles…Pues no pasa un solo minuto del día en el que, a pesar de que odio recordarte, te favorezco en deseos, admiración, y la más grande recompensa que puede ceder un corazón por completo entregado y aún enamorado: La gratificación y el más grande amor que aún en mí se reproduce.

Yo quisiera ser un “alguien” como son los demás, uno más allá de rencores y de extremas revoluciones. Quisiera tener una consideración hacia tu presencia una vez de cuando en mes. Quisiera ser y estar para ti…Quisiera ser alguien en tu vida.

¿Si fui tanto, si soy tanto…Porqué no puedo ser nada?
¿Por qué es la batalla actual y porqué no hay luchas si estamos en guerra?
Y, ¿Si no estamos en guerra, porqué entonces el silencio degollador y torturante?
Si esto no es una guerra, déjame bajar las manos, y si lo es, déjame al menos luchar.

Cansada de fingir, cansada de pelear, cansada de callar, cansada de gritar, cansada de extrañar, cansada de preguntar, cansada de estar cansada. Cansada de decir “estoy bien”, si mi bandera victoriosa más hermosa ondea al son de tu presencia mas no de tu ausencia…

Extraño ser alguien…Quizás porque merezco serlo. Y aún no mereciéndolo…
¿Acaso las oportunidades más numerosas no se lanzan a los menos afortunados?

0 Silencios...: