Al filo de la realidad…

princesa pensativa b y n De repente me vi encontrando en tus ojos más de una respuesta sin tener en mi boca una sola pregunta. Me dejé llevar por la fascinación de un impulso que limitaba al norte con la estupidez y al sur con la necesidad, era casi factible que me equivocaría, era casi un error ya concebido. Quizás debí alejarme a tiempo para no ver colores en las ranuras negras de los hechos que se sucedieron uno tras otro hasta dejarme en medio de un huracán de conspiraciones contra mí que nacieron de mí misma.
La esperanza no es más que el nicho de todo aquello que no es posible, es el alimento de las utopías más hermosas, pero también, es la carne de la que roen las expectativas más falsas de todas…Permití alimentar una utopía que parecía ser factible, pero lo que es imposible siempre lo será…Los sueños sólo sueños son, se quedan en eso, no evolucionan, no se cortejan unos a otros, mueren después de ser destruidos en la caída inminente de un intento fallido…Y es justo allí donde por dentro se rompen las posibilidades, y con ellas, comienza esa muerte que es por partes, una muerte a pedacitos.
No sé que dije, no sé que hiciste, no sé cómo llegué a este punto, no sé cómo aclararme a mí misma…No sé cómo te encontré así, inevitablemente encantadora para mis ojos, y dentro de lo extraño, un poco sublime para mi corazón.

Es curioso sentir como lo maravilloso de un momento te ata tan fuerte como una vida entera, para luego sin preguntar, o sin llegar a premeditarlo, te suelta en medio de una estampida de sueños rotos, uno a uno imposibilitados, porque realmente no existía el hecho factible o la realidad detrás de tantas comodidades hechas a tu propio antojo. Me equivoqué, y me lastimé el alma al creerme capaz de entrar a tu vida…Se me olvidó que éramos dos, y que no necesitabas de mi presencia tanto como yo de la tuya. Esperé de la vida más de lo que me estaba ofreciendo y me cegué por un hecho que me envolvió entre distracciones de lo que realmente estaba por suceder.
Me levantaste, y no pensé que lo hicieras considerándote una realidad opuesta a la mía…Pero habiéndolo hecho, sólo queda decir “gracias”, porque los infortunios no son siempre tales, sino el comienzo de una nueva página escrita. Las personas de corazón aprendemos a escribir con sangre, pero es lo maravilloso de ser humana, que no temo lo peor cuando lo mejor está ante mis ojos. Te vi, y no me preocupé por nada más…
Me dejé envolver, me dejé llevar…Y ahora estoy al filo de la realidad…

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