Distracción - Enigma

No puedo creer que me distraigas de mi propia vida, como un susurro constante en el oído o un simulacro de luz pendiente a mi ojo…Mis pensamientos apenas logran despejarse cuando de nuevo te encuentran como dueña de la nada que llena a mi cabeza. Recordar aquella madrugada se ha hecho tortuoso, y me engaño a mí misma tratando de convencerme de que me hago bien intentando alejarme de ti, pues es la distancia la pasión del cobarde, y me tienta la valentía cada vez que menciono tu nombre. Los recuerdos no son más que fotografías antiguas adheridas a los zapatos, y se les pisa una y otra vez, pero no por ser pisados son provenientes del pasado, porque para pertenecerle a ese remoto tiempo deberá ser olvidado y dividido en instantes escondidos para el presente, y, aún más, huidizos del trayecto que le lleve al futuro.
Así que, reconociendo que es improbable que todo vuelva a ocurrir, me dedico a pisotear esos momentos contigo, bebo de ellos, me alimento de ellos, y quizás no logre nada o alcance una victoria que sea sana para mi propia virtud, pero al menos sabré estacionar mi mente en un sitio más seguro y reconfortante que este, en el que me tiembla la fortaleza y casi sucumbe mi voluntad ante la necesidad de escucharte hablar, y mas que hablar quisiera verte y más que verte, alcanzar tus manos y de nuevo tus labios, para que me regalen mucho más de lo que en mi estómago ansío.
No es posible encontrarme así, pero el cielo me recuerda cuando se nubla que en algún lugar dentro de mí hay un intento de caminar, un intento de ser feliz.
No busco comprender lo que me está sucediendo, y tampoco busco entender el porqué sucedió lo que ahora temo se haya convertido en un elixir de felicidad que necesito tachar, borrar y eliminar por ser escaso de probabilidad, por ser escaso de razón y de fidelidad con mi propia lógica.
Fue algo más para mí, no fue un instante o una madrugada adornada de retoños…Pero no puedo pintar lienzos sin tener en mis manos más que la ternura prohibida de algunos segundos compartidos…Soy sólo un par de manos aquí que buscan más respuestas en las nubes, las estrellas o la luna en lugar de buscarlas en las palabras secas y sosas de la rutinaria humanidad.
No soy buena para huir porque en contracorriente me encontré a mí misma lastimándome con los filos del agua. No soy buena para esconderme porque es más obvio mi corazón hablando a través de mis ojos, mis manos y mis silencios…Soy buena para quedarme, sólo si así quisieras que fuera. Eres el enigma más grande que me ha atacado, y por no saberte en respuesta es que te prefiero así, en silencio, en blanco…
…Lo demás, es todo aquello que no digo…

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