Y se me complica la existencia por amarte, y cada día, las sombras de ese pasado tan añorado pesan más…Y la conciencia y la razón me piden un cuidado que no sé si puedo darme. No sé qué buscar, no sé de dónde partir para llegar a lo que quiero, y a veces, me engaño y me convenzo de saber lo que realmente busco.
Éste es quizás el castigo que me he buscado por permanecer estúpidamente ante un portón que ni una borrasca podría abrir…Mis rodillas totalmente destruidas por permanecer en reverencia a manera de súplica, mis manos laceradas de tanto golpear buscando un poco de atención, mi garganta y mi boca secas de gritar…Y mi corazón, simplemente roto, maltratado, y en una agonía inacabada que derrota una y mil veces la garantía, ésa que me dice “Estás viva”.
Yo sigo llorando mientras que tu mundo se rodea de esa risa que amo, pero que odio cuando me veo penando en un afán por conseguirte de nuevo…Cómo puedo estar así y no renunciar? No hay lógica, no hay razón ni coherencia, sólo estás tú, en un mundo totalmente imaginario, hipotético y soñado…para qué? Si las ilusiones no son más que el reflejo de lo que más deseamos ver, si no son más que el matiz de la imaginación que tanto nos caracteriza…Si no son más que un estúpido dibujo a blanco y negro de un mundo que podría ser de colores si realmente existiera…Si no es más que un intento por darle vida a lo que mis manos, mis ojos, mi nariz, mis oídos y mi boca quisieran palpar, ver, respirar, escuchar y saborear. Estoy encerrada en una cámara de un gas mortal llamado “necesidad de ti”, y por qué? Si nunca he cometido pecado alguno para confundir mi vida en semejante delirio…
Las palabras, éstas, tus palabras, porque de ti nacen, son espejos que mas que luz, refractan de manera gráfica lo que es este maldito infierno, que odio, que detesto y que humillantemente se ha apoderado de todo lo que quedaba de mí después de tu partida…Y tú, tú simplemente vives, apoyada en eso, en tu propia existencia, sin merecer derroche alguno de amor o dolor, de alegría o tristeza…Me mereces tú a mí, o acaso mereces algo de lo que te doy aún cuando no debería?…Me merezco yo esta inmundicia?
Tengo rabia, rabia por ti y por mí, rabia incontenible y deseos de desaparecer cada pequeño rastro de tu existencia que ha quedado marcado en mi vida, lo bueno, lo malo, lo vivido y lo compartido…Todo eso quisiera dejarlo escondido en un lugar incontrable, y perderlo ante la confusión de la nada para que brote de mí lo que antes de ti existía.
”Las palabras no hacen el amor…”, y por tanto no hacen que tú existas, no hacen que permanezcas, no hacen que pertenezcas…Escribirte es el marchitar de una rosa, una de las tantas que florecían en nuestro patio…una de aquellas que yo cuidaba mientras tú…
Escribirte es estúpido, porque nunca leerás cada palabra que se ha originado de tu existencia, así como nunca te percatarás de la mía, porque no te importa, porque nunca te importó; mientras que yo pierdo mi vida, mi única vida en pensarte como mi última realidad, una realidad totalmente FALSA!
Tengo rabia, sí!!…Y quiero gritar, y romper en un llanto desgarrador, porque me ahoga al tiempo que me ahorca este maldito sentimiento de tener que amarte tanto!…Y a eso, a eso es a lo que le llamo mi propia estupidez!!
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