Palabras mudas

lesbian
Si existiera la posibilidad de escribir una poesía sin letras, sólo con acentos, hiatos y “h”, ésa sería la poesía dedicada para ti en este día…Un día confundido entre las luz y la oscuridad, lleno de inacabadas sensaciones que se mezclan entre sí, para dejar una al final, la más complicada de todas, aquella en la que no sabes qué es lo que sientes, qué es lo que quieres decir, o qué puedes hacer…Una palabra muda te diría, para que por ella entendieras el mundo que en mí dejaste el día de hoy, porque para mí no existe más que ese repentino y extraño cosquilleo en todo el cuerpo que te ha pedido a gritos por años…Pero que echa de menos la posibilidad de ser algo para ti.

Ni la ternura tuvo un espacio para residir en el momento…Sólo tus ganas, y la oscuridad que siempre se siente venir cuando te escucho decir que no me amas. Me llenó un vacío, y quizás me contradigo, pero la nada puede llenarte por completo cuando te hallas tan perdido en un instante que añorabas pero que llegó convertido en un monstruo que consume poco a poco, y te deja inválido, desarmado, sólo para que permitas que ocurra lo que quieres pero no debería…Es un infierno de confusión, y en el caí…y por qué? Por que te amo, porque te extraño, porque te deseo, porque te quiero conmigo, y tú mientras tanto qué…Qué pensabas mientras yo me inundaba la cabeza y el corazón de ti, fraguándome la inexistente voluntad de no despojarte de todo para hacerte mía?
Temblé, como si el frío de estos años hubieran llegado a modo de huracán para hacerme saber que necesitaba de tu calor y ahora sólo puedo golpear las paredes mientras me carcome algo internamente, no sé si la conciencia, no sé si la estupidez de no haberte tocado…Sólo sé que te quiero aquí y no sé como lograrlo.
Hoy perdí la cabeza, perdí el control, y dejé de lado esa fuerza que sé que tengo por encima de ti…Y no sé qué pensar.

Te besé, y eso fue una odisea dolorosa y placentera al tiempo…Dios! Cómo se pueden extrañar tanto unos labios, un sabor, y la humedad de ellos, aún ahora conservo ese cosquilleo en el estómago que me quiere decir que le pertenezco a tu boca tanto como años atrás. Tomé tu mano y por unos segundos se sintió como propia, y ahora sólo puedo mirar mis manos, mis dedos, y recordar la sensación de tu roce en ellas…Tu abrazo, tus besos, tomar tu cintura y acariciar tu espalda, mirarte…Sólo eso, mirarte…Y ahora sólo quiero gritar, llorar, golpear el mundo con el puño que se cerró al tenerte en frente para resistir la tentación de tu cuerpo que me enloquece, que me hace inconsciente, que me envenena de pasión y del misterio de tu figura, que me llena de un deseo insaciable siempre que poso mis ojos en ti.
Conservo el roce de tu lengua en la mía, la forma en que tus labios tocaron los míos con esa suavidad de siempre llevándome al cielo, quiero estar en ese momento y pertenecer por completo a él.
Todo lo que puedo pensar ahora es en lo mucho que te amo, y rematarme el alma pensando en que tú no me amas a mí.
Me toco los labios con los dedos, haciéndome una idea de un beso tuyo, y me siento estúpida y patética al tiempo…Cómo podía amarrarte en un beso si lucho con el desespero de no alcanzarlo?
Y tu sudor, y tu cuerpo sobre el mío, la disposición de tus manos, la forma en que me besas el cuello, la boca…Y la estupidez mía de pertenecerle a todo eso, el olor que tengo impregnado en mí como si estuvieras a mi lado…La forma de extrañarte sin haberte tenido…La forma de amarte sin ser correspondida.
Me siento enloquecer, te robaste esa brújula que me alejaba por momentos de tu existencia…Y sé que de aquí será más complicado salir. Todo lo que deseaba era poder hacer lo que llevo guardado tanto tiempo y sabía que no era posible por tu actitud, y por el mismo respeto que aún te reservo…Imaginar? Muchas cosas, un mundo entero convertido en una cama y en los muros que la rodean…Hechos? Los que de ti nacieron y la patética necesidad de un beso que durara más o tanto como para opacar por unos cuantos minutos el dolor que nos acompaña a mi soledad y a mí.

No sé si sentirme dichosa o decepcionada, sé que me duele el corazón…No sé si verte con ojos de furia o descansarlos ante el amor que te tengo, no sé si la rabia se apodere de mí…mejor la impotencia…Sólo sé que esto no se olvida, y que aquí te quedaste de nuevo, conmigo…En la utopía de tu vida en mi historia.
Conservo la humedad de tu compañía, pero desaparecerá, así como tú…Así como siempre te veo partir.

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