Nombre y apellido

dormida
El recuerdo tiene tu nombre y apellido, tiene tu imagen y tu memoria, tiene la ingratitud y la infelicidad…te tiene por completo aún estando tú, tan hermosamente desaparecida de los ojos que rebuscan de frente y de reojo las posibles oportunidades de encontrarte en tu vida, en tu alegría, en tu paz. Y es que he penetrado a mi propia nostalgia, cayendo al vacío infinito y oscuro de un abismo que no tiene regreso, que no tiene luz…Y es que aún espero que la luz de tu calor se acerque a mí a modo de antorcha y me ceda al tiempo unas alas que me hagan recuperar el aliento perdido y la altura derrotada…Y es que aún te amo.
Mis ojos han sido testigo de maravillas indescriptibles que apenas podría describir si mi poesía fuera al menos algo de esa palabra, pero es imposible, o mejor, improbable derrochar testamentos vacíos de lo grandioso que es percibir un frente superior a mí misma, así, como sucede teniéndote cerca, teniéndote aún lejos…Pensándote…Porque no hay paisajes que puedan pintarse sin la cercana idea de una reducción de esta distancia que con los días me mata y me acaba.
Quizás te pienso más de lo que debería…pero igual, quizás el día dura mucho más que la noche…Ésas son las inexplicables derrotas de lo grande frente a lo pequeño; David contra Goliat, la idea contra la utopía, la utopía contra la realidad…Y el peso de la utopía aún por encima de lo que es una verdad en busca de convertirse en mentira. Un laberinto se ha tornado este camino de regreso a casa, y cómo llegar a ella si lo más cercano a ése calor, tranquilidad y comodidad, reside en tu vientre, en tus labios, en tu ser y en las goticas de esperanza que a modo de reserva de vida brotan en cada beso de tu boca, en cada mirada de tus ojos, en cada ademán de tus manos…

Eres el apellido de mi vida y el nombre propio de mi existencia, mi razón para respirar y el aire en mis pulmones…La sangre y el corazón…El todo y la nada. Eres al tiempo que te desapareces en los suspiros diáfanos que desembocan en el vacío que de mí emana.
De tenerte, serías mi nombre…Serías mi pilar, mi base…Quizás ahora lo eres y es contra eso mi lucha, por considerarte en la distancia como si pensándote regresaras, como si nombrándote aparecieras, como si viviendo por ti, vivieras de nuevo en mí.
Un paso a la vez…y a la vez un paso…dirigiéndome siempre a un futuro indirecto a mí y paralelo a mi existencia…Pregunto, no respondes…Existo, no vivo…Amo, muero…………Principio y fin estructurados bajo la no tan efímera esperanza de regresarte a mí…Nombre y apellido de mi alma y corazón…Fuerza y estrategia…Polvo y viento…Sensación y poesía…Nota y melodía…Mi eterno regreso, mi eterno imposible…Mi inacabado amor. Hermosa mujer…Nombre y apellido…

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