Una pregunta con más de una respuesta y curiosamente simplificada por una única persona dueña de mi mundo y, lo quiera o no, poseedora de mi propia felicidad, tú!
Y, qué pasa si no tuviera las palabras suficientes para describir mi estado…Qué tal si fuera tan complicado de explicar que no podría ni con palabras, ni con gestos, ni con homologías, ni sinónimos…Qué si me atreviera a decir que sin importar si el momento es bueno o malo, la situación de mi corazón siempre es la misma…Qué si no pudiera decir simplemente, bien.
Bienestar…quién me lo define de una forma corta y poco frustrante…quién podría decirme que es una posibilidad contar con esa palabra en mi vocabulario, si todo lo que puedo divisar no es más que un dolor inmerso en una nada repitente y fácilmente reproducible…Qué si querer responderte se basara únicamente en la palabra “enamorada”…qué si sólo quisiera llamarte para decirte que pienso en ti y que en simultáneo a escuchar tu voz, mi corazón saltó y se ahogó un poquito más en la posibilidad de volverse a encontrar contigo.
Estoy perdida, si te sirve más de definición, y me has dejado en ausencia de mapas o brújulas que me remitan al mundo frágil pero dichoso que me habías construido…A él, lo percibo a lo lejos, como un espejismo rodeado de la plena certeza de no recuperarlo…Y,quieres que te diga que estoy bien…- Ironía- ¿Cómo decir lo que no se siente? ¿Cómo pedirle a alguien que sienta algo que tú nunca has sentido?
¿Cómo ignorar al corazón?…Duele demasiado fingir que estoy bien queriendo apoyar mi estado en la facilidad o dificultad de encontrarte en mi camino al menos para saber de ti y de tu vida, de tu existencia…De tu, ahora no presente, felicidad.
No puedo decir “bien” si “contigo” no es el siguiente estado…No puedo entregarme a la felicidad si ésta no está presente.
Estoy viva, y, aunque temo decir que existo, estoy respirando y demuestro, por tanto, que es posible estar aquí y seguir estando…Pero hay diferencias entre el estar y el ser. Así como hay diferencias entre la alegría y la felicidad.
A tu pregunta quisiera responder “desesperada”, porque no encuentro paz en el mundo que me rodea, o en mi mundo interno, aquel en el que debería soportar mi existencia. Es como querer encontrar en un nido gigantesco de abejas una diminuta semilla del color de la miel y verme luchando y sufriendo sin poder alcanzarla o incluso, verla.
Quisiera responder “sufriendo”, porque no hay día que no parta el corazón en un pedazo más y que yo no lo sienta caer con el peso de un yunque al suelo partiéndome un poco más el camino, astillando aún más las piedras…dejando mi vida irreconstruible…No apta, no “vivible”…
Quisiera responder “atascada”, porque no hay hacia donde seguir, porque mis ojos no ven nada más que o sea el utópico futuro que en sueños y fantasías me he forjado a tu lado…Porque apenas logro percibir mi propia respiración…porque no logro sentirme, verme o escucharme.
(…)
Quisiera responder “amándote”, porque es lo único que hago cada día un poco más…porque no desaparece, porque no cesa, porque no se detiene aún cuando necesito que se pierda, para no sentirme yo perdida…Quisiera decirte que quiero gritar y esconderme, esconderme de esta soledad con la que vivo y a la que no logro acostumbrarme…Quisiera…
Quisiera caer de rodillas y romper en llanto para que eso explicara, al menos de cierta forma, que mientras más te amo, menos quiero hacerlo, más difícil se hace, y más fácil te recuerdo.
No puedo decir bien, mentiría, no a ti, sino a mí…Algo falta para estar bien…algo…alguien…
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