Por decir…?

Estoy en una encrucijada de mi vida, en ésa que se plantea para cuando debía ser y como debía ser, y que llegó como no lo buscaba…Y temo decir que lo único que espero de este momento es revolverlo con el pasado vivido contigo para no atravesar por un espacio tan reducido estando sola, o más aún, estando sin ti. Tenías la capacidad de ampliar las calles por las que caminaba, y tenías esa facilidad de encontrar para mí rastros de tranquilidad en esos momentos de duda y de desconsuelo…ahora me pregunto, dónde estás?

La luz que era tan fácil de reconocer ahora, ya no se alcanza a distinguir a lo lejos, y mi corazoncito tiembla del frío en el que por la soledad me rodea…Y te quiero aquí, es lo único que realmente quiero en este y en cada uno de los instantes de mis días…Abrazarte fuerte, sentirte cerca y saber que estando mi vida entre tus brazos, la felicidad es posible y de cierta forma tangible. No quiero estar sin ti, y en la posibilidad de cambiar este destino se mantiene mi pensamiento, como si de pensamientos estuvieran hechos los corazones, como si de quererlo dependiera tu mano en la mía.

Pensar que te amo, pensar que quiero hacerlo cada nuevo día…Quisiera pedirte que te dejes amar por mí…para prometer ante tu corazón que sólo a ti pertenecerá el calor de mis abrazos y a ternura que a partir de tus sonrisas se recrea para convertirse en pasión por un beso…Para asegurarte que mientras esté tu mano en la mía todo será posible si lo soñamos y si compartimos los sueños propios para hallar en ellos la felicidad que buscamos…Y te deseo cerca, y te quiero en mi vida, y quiero que seas mi propia vida…Quiero darte la mía.

Una vez te busqué, y cuando te encontré fuiste mi respuesta inesperada a aquellas preguntas que incluso desconocía que existían, pero te quedaste reforzando tu presencia o me amarré a ella queriendo conservarla, preservarla y adorarla por cuanto tiempo quisiera mi corazón latir por ti. Hallarte a mi lado cada nuevo día, sentir tu respiración cerca, y sólo así, saber que te pertenecía por completo, y que no podía más que amar lo que eres, y abrazar la esperanza eterna de descubrirte como mía.

La adoración infinita de tu silueta me hace desearte ahora más que nunca, y quiero reforzar mis ganas con el pensamiento húmedo de ti en mis noches, aquel que me abriga siendo del pasado, como si entre recuerdos pudiera yo encontrar un poco de tu sudor entre mis dedos y sobre mi piel. Cómo quisiera entregarte la felicidad que mereces, y las emociones que marquen tu vida de forma que te quedes conmigo hasta el fin de los días, y ahí, en ese instante, hallarme en tus ojos y encontrar en ellos esa paz que te pertenece y que justo ahora quiero buscar de nuevo en tu ser, en tu abrazo, en tu mirada y en tus besos.

Extrañarte tanto marca cicatrices en mi cuerpo, unas por no verte, otras por verte y no desdoblar mis alientos sobre ti…Y otras tantas que nacen de esa necesidad de escuchar tu voz y de no poder hacerlo sin consentir primero tu voluntad.

Te amo, y aunque las palabras parecen acabarse a veces y no resurgir al momento de escribir algo para ti, esas son dos palabras que representan mi acción diaria naciente y terminante sólo en ti…No poseo ningún tipo de prueba para apoyar el diagnóstico de esta enfermedad que me llena y me vacía, así, no hay pruebas para definir el cielo como azul…Pero entrego mi verdad, a manos limpias, y confío en que en ellas crees, así como creo yo en la ilusión de tenerte de regreso algún día ante mi puerta.

La vida no es la misma sin ti, y esta muerte que me encierra por la soledad tan infinita que me acompaña, lentamente se apodera de mí, mientras que me guardo en el rincón más salvo de mi existencia para mantenerme viva por si tal vez un día decidieras regresar.

0 Silencios...: