Atraco a la soledad

Si mis manos portaran la misma fuerza de siempre, ésa con la que podía levantar los obstáculos que de ti me alejaban, esas con las que te tomaba, no como un trofeo, sino como mi más grande tesoro, ésas con las que protegí lo que más quería de ti, tu amor, tu vida…todo…
Si mi garganta gritara con tanto ahínco, impulsándose sólo por el viento que de ti respiraba a tu caminar…
Si mis pies pudieran caminar al paso de tu carrera; si la vida no te hubiese llevado tan lejos; si mi amparo existiera en alguna señal, palabra o intento…
Si mi vida aún fuera vida…Si mi herida no fuera tan profunda…Si mi muerte no se sintiera tan real…
Si mi vida no fuera una muerte…

…Yo atracaría la soledad…

Le quitaría la tristeza, ésa que carcome cada sonrisa que intenta rescatarse de la cornisa oscura en la que ahora residen mis ganas de mostrar un poco, sólo un poco de la humanidad que me ha restado después de perderte. Y esta tristeza se iría, por cobarde y por ladrona de momentos…Momentos…Momentos…Cómo los extraño, cómo te extraño…
Le quitaría la ausencia, ésa que forma el sentimiento más amargo de todos cuando tu mente se dirige a tu pasado…Dejaría de extrañar, dejaría de lado la necesidad de rebuscar tus memorias en los recodos de mi bienestar, y simplemente te traería de regreso sin llanto, sin necesidad…Sólo con amor…
Le quitaría los sinsabores, ésos que despiertan en mi boca y duermen en ella de nuevo, ésos que tientan mis capacidades para partir lejos de aquí, al mundo de no regreso, al mundo que está más allá de mis propias expectativas, pero que me envía a diario invitaciones de entrada y que rechazo una y otra vez aferrada a la esperanza de los imposibles…
Le quitaría las lágrimas, sí, eso haría, porque mis mejillas ya no quieren lijas pasando sobre ellas…No importa cuánto tiempo ha transcurrido, pesan más y más cada día, y queman, queman aún cuando por dentro el frío es insoportable.
Le quitaría los vientos, las borrascas, los huracanes…Y todo aquello con lo que pueda encalambrar mi corazón con el helado frío de los polos, porque una vez congelado, ha perdido trocitos en los que te guardaba…Y la verdad, no quiero perderte aún más.
Le quitaría el miedo a abrir los ojos cada mañana…El miedo a no encontrarte a mi lado, o al abrir la puerta, o al levantar la línea, o al cruzar la esquina, o al salir de mi inmundicia…Le quitaría el miedo a existir…A vivir, y quizás a morir por ti…
Pero el miedo a vivir sin ti…ése no nace de la soledad… 
Le quitaría esa estúpida sonrisa que encuentro en ella, y desaparecería de su vista hasta perderme únicamente bajo la tuya, donde sé que la placidez me abrigaría completamente y me dejaría dormir tranquila después de tanto,…tanto tiempo de buscar en la oscuridad las respuestas que sólo en ti residen, se responden y se comparten.

Si atracara la soledad, le quitaría TODO, para que de ella no quede más que la ausencia, más que una cicatriz…Una que sanaría si tan sólo te quedaras conmigo, si tan solo fueras más que una fantasía, si fueras real…
Si pudiera atracar la soledad…entonces, sólo entonces…sabría que estás conmigo. Te amo tanto…tanto, tanto, pero tanto…Que duele, duele el alma…Duele esta soledad!!!
Si la soledad desapareciera, el dolor se iría con ella…No te extrañaría más, sino que te tendría…Y sería de nuevo…feliz.

Yo me aferraría…YO ME AFERRARÍA…YO…YO AÚN ME AFERRO!!