Shock

El alma me tiembla mientras que el corazón permanece sumido en un adormecimiento literal debido a un asombro que acalla hasta el más mínimo comentario o expresión que lleve a duda, porque lo sucedido sucedió, y tras eso, lo que quedó es desconocido.
En la nada, precisamente allí reposa mi mente sin encontrar rastro alguno de razón, la que murió hace unas horas atrás y que no toca tierra. Ahora sólo puedo pensar en ti, no te me vas, no te pierdo de vista, y temo que el punto de llegada, ha sido el punto de partida.
Me veo a mí misma en un laberinto, intentando correr hacia varias direcciones al mismo tiempo, quizás hacia una de ellas encuentre un regocijo mayor que el que ahora me adormece, porque me siento flotar, mentiría si mis palabras fueran de desprecio porque los hechos encontraron brazos abiertos para ocurrirse a sí mismos. Quizás no en la manera, quizás no en la forma, pero amé los momentos sucedidos el día de hoy, aún cuando no es posible consumarlos en una definición benéfica o atribuible al amor…Aún cuando soy yo la única que los piensa en el borde de una luz que vi cuando te acercaste a mí, y que toqué cuando tu boca rozó la mía.

Siento miedo, miedo de perderme mientras camino a oscuras dentro de estos parajes que posiblemente no lleven a ningún lugar…Pero me reconforta aún en la falta de posibilidades, la idea de haberte tenido un ratico…Ratico del que no despierto y ojalá nunca despierte, porque la droga que me diste, es la que pido a diario, es la que me suple, lástima, que la que me da vida, fue la que se ausentó…Hizo falta tu amor, hizo falta la ternura, hizo falta la mujer que se formaba para mí tiempo atrás, y que sé que para mí, falleció.

Si es un sueño, sueño no despertar; si es una realidad, quiero no dormir…Y en caso de ser lo uno y lo otro…que nadie me toque, que nadie me llame, porque esta ilusión es la mía, y en ella quiero vivir.

Palabras más, algunas menos…Te amo. Sé que debo callar lo demás, porque tristemente, no es lo que tu corazón está buscando. Por eso, asimilo y prefiero vivir en el shock.

Palabras mudas

Si existiera la posibilidad de escribir una poesía sin letras, sólo con acentos, hiatos y “h”, ésa sería la poesía dedicada para ti en este día…Un día confundido entre las luz y la oscuridad, lleno de inacabadas sensaciones que se mezclan entre sí, para dejar una al final, la más complicada de todas, aquella en la que no sabes qué es lo que sientes, qué es lo que quieres decir, o qué puedes hacer…Una palabra muda te diría, para que por ella entendieras el mundo que en mí dejaste el día de hoy, porque para mí no existe más que ese repentino y extraño cosquilleo en todo el cuerpo que te ha pedido a gritos por años…Pero que echa de menos la posibilidad de ser algo para ti.

Ni la ternura tuvo un espacio para residir en el momento…Sólo tus ganas, y la oscuridad que siempre se siente venir cuando te escucho decir que no me amas. Me llenó un vacío, y quizás me contradigo, pero la nada puede llenarte por completo cuando te hallas tan perdido en un instante que añorabas pero que llegó convertido en un monstruo que consume poco a poco, y te deja inválido, desarmado, sólo para que permitas que ocurra lo que quieres pero no debería…Es un infierno de confusión, y en el caí…y por qué? Por que te amo, porque te extraño, porque te deseo, porque te quiero conmigo, y tú mientras tanto qué…Qué pensabas mientras yo me inundaba la cabeza y el corazón de ti, fraguándome la inexistente voluntad de no despojarte de todo para hacerte mía?
Temblé, como si el frío de estos años hubieran llegado a modo de huracán para hacerme saber que necesitaba de tu calor y ahora sólo puedo golpear las paredes mientras me carcome algo internamente, no sé si la conciencia, no sé si la estupidez de no haberte tocado…Sólo sé que te quiero aquí y no sé como lograrlo.
Hoy perdí la cabeza, perdí el control, y dejé de lado esa fuerza que sé que tengo por encima de ti…Y no sé qué pensar.

Te besé, y eso fue una odisea dolorosa y placentera al tiempo…Dios! Cómo se pueden extrañar tanto unos labios, un sabor, y la humedad de ellos, aún ahora conservo ese cosquilleo en el estómago que me quiere decir que le pertenezco a tu boca tanto como años atrás. Tomé tu mano y por unos segundos se sintió como propia, y ahora sólo puedo mirar mis manos, mis dedos, y recordar la sensación de tu roce en ellas…Tu abrazo, tus besos, tomar tu cintura y acariciar tu espalda, mirarte…Sólo eso, mirarte…Y ahora sólo quiero gritar, llorar, golpear el mundo con el puño que se cerró al tenerte en frente para resistir la tentación de tu cuerpo que me enloquece, que me hace inconsciente, que me envenena de pasión y del misterio de tu figura, que me llena de un deseo insaciable siempre que poso mis ojos en ti.
Conservo el roce de tu lengua en la mía, la forma en que tus labios tocaron los míos con esa suavidad de siempre llevándome al cielo, quiero estar en ese momento y pertenecer por completo a él.
Todo lo que puedo pensar ahora es en lo mucho que te amo, y rematarme el alma pensando en que tú no me amas a mí.
Me toco los labios con los dedos, haciéndome una idea de un beso tuyo, y me siento estúpida y patética al tiempo…Cómo podía amarrarte en un beso si lucho con el desespero de no alcanzarlo?
Y tu sudor, y tu cuerpo sobre el mío, la disposición de tus manos, la forma en que me besas el cuello, la boca…Y la estupidez mía de pertenecerle a todo eso, el olor que tengo impregnado en mí como si estuvieras a mi lado…La forma de extrañarte sin haberte tenido…La forma de amarte sin ser correspondida.
Me siento enloquecer, te robaste esa brújula que me alejaba por momentos de tu existencia…Y sé que de aquí será más complicado salir. Todo lo que deseaba era poder hacer lo que llevo guardado tanto tiempo y sabía que no era posible por tu actitud, y por el mismo respeto que aún te reservo…Imaginar? Muchas cosas, un mundo entero convertido en una cama y en los muros que la rodean…Hechos? Los que de ti nacieron y la patética necesidad de un beso que durara más o tanto como para opacar por unos cuantos minutos el dolor que nos acompaña a mi soledad y a mí.

No sé si sentirme dichosa o decepcionada, sé que me duele el corazón…No sé si verte con ojos de furia o descansarlos ante el amor que te tengo, no sé si la rabia se apodere de mí…mejor la impotencia…Sólo sé que esto no se olvida, y que aquí te quedaste de nuevo, conmigo…En la utopía de tu vida en mi historia.
Conservo la humedad de tu compañía, pero desaparecerá, así como tú…Así como siempre te veo partir.

Si pudiera…mirarte

Si pudiera mirarte, saciaría mi sed de contemplar los ojos que me llenan con sólo fijarse en mí por unos minutos, o unos cuantos segundos; aún sin querer, de ellos brotarían esa amabilidad que tanto requiero de tu presencia, y llamarían la necesidad interna a la que llamo deseo.
Si pudiera mirarte, tomaría la virtud de la memoria para llenar cada tinaja, por pequeña, de esa dulzura que despiertas con solo existir, y de ella bebería un poco cada día para no morir de sed, para beber de ti, para abandonar o al menos derrotar el calor de este desierto que mientras madura, se transforma en un infierno.
Si pudiera mirarte, la oscuridad se complacería por conocer la luz de tus ojos, que iluminarían mis pasos a seguir aún en la distancia, aún en la ausencia…Y reconocería mi sendero, y aprendería a caminar…
Si pudiera mirarte, los átomos del universo se estacionarían frente a tu belleza, dilucidando los secretos detrás de tu humanidad, descubriéndolos como un misterio digno de admirar y de reproducir; se detendría el mundo y se perdería la miseria que en mí existe al menos durante un suspiro…Se detendría la carga para convertirse en vuelo!

Si pudiera mirarte, desearía que mis manos también lo hicieran…Observarte en relieve, figura y geografía, sin mapas, sin direcciones, sin reflejos de vergüenzas o de reservas.
Si pudiera mirarte, callaría mi vida para que sólo la tuya existiera, y aprendería a respirar de ella aquellos límites rebosantes de lujuria y pasión…Caería en un profundo sueño, dado por una alucinación eterna de ti…Serías mi realidad.
Si pudiera mirarte, pero mirarte como quiero, ahogaría el orgullo y el temor en la desesperación, hasta sofocarlos, hasta convertirlos en vanidad ajena, tuya, y seguridad insegura…Aquella de límites de miedo excitante y de seguridad infiel. De mirarte como quiero, robaría mis ganas y las cedería a mis labios, para dibujarte, para besarte, saborearte y tocarte…Para sentirme infiel a la carrocería de esta soledad que sólo ante ti desaparece, para cachetearla sin temor alguno. Convertiría la tristeza en ternura, el llanto en sudor, los golpes en caricias, los puños se soltarían a seguir tu escultura…Los labios seguirían un camino similar, y por fin, atestiguarían ante los tuyos.
Si pudiera mirarte, juraría no desprender mi vista de ti, tu desnudez y tu hermosura…El tapiz de mi color favorito, la textura envidiable, la suavidad inconfundible…Sólo cerraría mis ojos para dibujarte en mi memoria, sólo para permitir que el placer sea transformado en un llanto interno delirante…Delirante por ti, por tu amor, por tu dulzura y por mis ganas de ti.

Si pudiera mirarte, hoy, serías mi noche transformada en vida; el mundo giraría en torno a ti y sólo a ti, el tiempo moriría al estar entre tus brazos y rodeada por tus piernas, la distancia se reduciría a la nada con sólo un beso, y allí permanecería, porque allí quiero pertenecer; a la humedad de tu boca, a la calidez de tu cuerpo, a la virtud de tu imaginación…A una lucha contigo…Si pudiera mirarte, hoy, habría una lucha…Una limpia.
Si pudiera mirarte hoy, mis ojos se traducirían fácilmente ante ti, que los lees, que los entiendes…Y yo ante los tuyos, caería, cedería…y luego, poco a poco…

Poco a poco…Haríamos el amor…

There’s something about us, there’s something about you, that makes me feel like…like, I’m lost…flying. Like I belong, but only…I only belong to You.

Quiero gritar…2

 
Y se me complica la existencia por amarte, y cada día, las sombras de ese pasado tan añorado pesan más…Y la conciencia y la razón me piden un cuidado que no sé si puedo darme. No sé qué buscar, no sé de dónde partir para llegar a lo que quiero, y a veces, me engaño y me convenzo de saber lo que realmente busco.
Éste es quizás el castigo que me he buscado por permanecer estúpidamente ante un portón que ni una borrasca podría abrir…Mis rodillas totalmente destruidas por permanecer en reverencia a manera de súplica, mis manos laceradas de tanto golpear buscando un poco de atención, mi garganta y mi boca secas de gritar…Y mi corazón, simplemente roto, maltratado, y en una agonía inacabada que derrota una y mil veces la garantía, ésa que me dice “Estás viva”.

Yo sigo llorando mientras que tu mundo se rodea de esa risa que amo, pero que odio cuando me veo penando en un afán por conseguirte de nuevo…Cómo puedo estar así y no renunciar? No hay lógica, no hay razón ni coherencia, sólo estás tú, en un mundo totalmente imaginario, hipotético y soñado…para qué? Si las ilusiones no son más que el reflejo de lo que más deseamos ver, si no son más que el matiz de la imaginación que tanto nos caracteriza…Si no son más que un estúpido dibujo a blanco y negro de un mundo que podría ser de colores si realmente existiera…Si no es más que un intento por darle vida a lo que mis manos, mis ojos, mi nariz, mis oídos y mi boca quisieran palpar, ver, respirar, escuchar y saborear. Estoy encerrada en una cámara de un gas mortal llamado “necesidad de ti”, y por qué? Si nunca he cometido pecado alguno para confundir mi vida en semejante delirio…

Las palabras, éstas, tus palabras, porque de ti nacen, son espejos que mas que luz, refractan de manera gráfica lo que es este maldito infierno, que odio, que detesto y que humillantemente se ha apoderado de todo lo que quedaba de mí después de tu partida…Y tú, tú simplemente vives, apoyada en eso, en tu propia existencia, sin merecer derroche alguno de amor o dolor, de alegría o tristeza…Me mereces tú a mí, o acaso mereces algo de lo que te doy aún cuando no debería?…Me merezco yo esta inmundicia?
Tengo rabia, rabia por ti y por mí, rabia incontenible y deseos de desaparecer cada pequeño rastro de tu existencia que ha quedado marcado en mi vida, lo bueno, lo malo, lo vivido y lo compartido…Todo eso quisiera dejarlo escondido en un lugar incontrable, y perderlo ante la confusión de la nada para que brote de mí lo que antes de ti existía.
”Las palabras no hacen el amor…”, y por tanto no hacen que tú existas, no hacen que permanezcas, no hacen que pertenezcas…Escribirte es el marchitar de una rosa, una de las tantas que florecían en nuestro patio…una de aquellas que yo cuidaba mientras tú…
Escribirte es estúpido, porque nunca leerás cada palabra que se ha originado de tu existencia, así como nunca te percatarás de la mía, porque no te importa, porque nunca te importó; mientras que yo pierdo mi vida, mi única vida en pensarte como mi última realidad, una realidad totalmente FALSA!

Tengo rabia, sí!!…Y quiero gritar, y romper en un llanto desgarrador, porque me ahoga al tiempo que me ahorca este maldito sentimiento de tener que amarte tanto!…Y a eso, a eso es a lo que le llamo mi propia estupidez!!

Quiero gritar…1

Como puede ser que soñarte se convierta en una frustración que en lugar de dejar cicatrices deja heridas abiertas?

Aquella tranquilidad que me heredaban tus pasos, con el tiempo se ha transformado en una ansiedad casi intocable y por completo incambiable, los gestos de risas y de primaveras en retoño se han quedado atrás, y la vanguardia comienza a festejar ganancias y victorias con el tiempo que dejó de ser necesario para ser simplemente un estorbo…Un rufián de mentes, de la mía, en la que no borra, sino que regresa…en la que no avanza sino que estaciona…En la que no sirve de candado sino de llave para abrir aquellas puertas de instantes quemados en lo remoto y más allá de la distancia. Y se quedan en el presente las horas pasadas, como si hubieran perdido el rumbo hacia el baúl que las debía contener, y con ellas se han quedado las sensaciones que nacían de tu cercanía, sensaciones que rebuscan tu aroma entre los vendavales que se han robado esa fragancia que emana en tu cercanía…tan propia de ti, tan dulce y refrescante al tiempo…

Si no quedan restos de esperanza, no entiendo mi propia voluntad de permanecer…no sé de dónde surge ese coraje tan infinito de esperar por ti aún cuando tus palabras se dirigen inconscientemente a mi existencia…¿quién eres tú para amarrarme a una posibilidad perdida y aún así perseguida?

Te extraño, y de hecho, hacerlo se me hace más duro con el tiempo, que se supone debería borrar las huellas que dejaste en mi camino, en mis manos, en mi piel…Así que no entiendo las incongruencias, y la falta de razón me está matando y me tortura ver el correr de los segundos sin encontrar motivos reales para existir. Si, me estoy enloqueciendo, la cordura avanza un paso más hacia el horizonte con cada negación tuya…Y quiero irme de aquí, huir no sólo de tu recuerdo y de la necesidad de tu piel, sino de la absurda armonía que encuentro al pensarte…Pero, es que quiero escapar contigo también, tomarte de la mano y olvidar los rastros de penas que arrollaron nuestros corazones, y sólo vivir en y por ti, pertenecerte por completo…Quiero amarte.

Así que los deseos se unen en conflicto, encuentran espadas en la razón y en la locura…es un choque interminable de estupidez contra sensatez. Y muero por abrazarte, juro que mi vida está empeñada de tanto necesitarte…Y te amo, y te extraño…y no dejo de pensarte…Y no logro olvidarte. Qué me has hecho?...no lo sé…pero sé lo que eres, sé cómo eres, sé como soy contigo…y todo eso me hace amarte más cada día…me hace sentirme muerta y viva al tiempo…Qué hago contigo mi niña?...Dónde te pongo?...Dónde para que no me duelas?... ¿Dónde para que no existas?

Dónde para no amarte?

Mi love’s….

When the ground beneath you starts to shakin', shakin' 
And you forget the place we came from, came from 
When you're lost and lookin' for your way home, you're way home to me 
I'll come out and find you 

When the world around you starts to movin', movin’ 
And you should wonder if I still love you, love you 
If you feel the darkness comin', risin' inside 
I'll make a light to guide you back home 

And after all the sky is fallin' down 
And after all the water's washed away 
My love's the only promise that remains 

When your doubts have got you thinkin', thinkin’ 
Nothing's ever really sacred, sacred 
And you're afraid you might believe it... 
Believe in me 
And I'll give you a reason 

Cause the world around us keeps on movin', movin’ 
And there's no doubt that I still love you, love you 
So when you feel the darkness comin', risin' inside 
I'll make a light to guide you back home 

And after all the sky is fallin' down 
And after all the water's washed away 
My love's the only promise that remains 

And after all the sky is fallin' down 
(After all the sky is fallin' down) 
And after all the water's washed away 
(After all the water's washed away) 
My love's the only promise that remains

De rabias!!

Se me acaban las palabras, y resulta que no quiero escribir más, resulta que no quiero hablar más, resulta que las palabras pasaron de ser solucionarios a ser escapularios colgantes del cuello al suelo..."Las palabras no hacen el amor, hacen la ausencia. Si digo pan comeré?, si digo agua, beberé?"...Decir y hacer han arremetido contra mí en el día de hoy, y resulta, sólo resulta que yo a vos te amo, y que ese insignificante detalle me enloquece y contradictoriamente me da razón para seguir aquí, de pie, sentada, acostada o como sea...pero a la final viva!
Resulta que estoy cansada de los puntos aparte cuando deseo ser puntos suspensivos...Resulta que “la palabra no dicha, la palabra no escrita, inocentemente te retuerce la garganta!!" Resulta..........Resulta que me cansé de las palabras cuando me muero por que cada una de ellas incluso la más pequeña se transforme en una realidad tangible.
Resulta, y soy reiterativa, que decir que te amo no es una palabra, es un hecho.

Tu amor

Mi niña,

Dentro de la ignorancia que recubre mi mentalidad de eso a lo que siempre le has llamado “niña”…Dentro de la madurez que una vez encontraste en mí, de eso que has llamado mujer, estuve pensando.
Recordé las palabras que tanto pesaron para mí hace unos cuantos días, y recordé sobretodo, aquel detalle en el que te detuviste caracterizando nuestro amor como egoísta, como malo. No he podido borrar el sinsabor que dejaste en mí después de que esas fueran tus opciones (entre tantas) escogidas para hablar de ello…Y más que refutarlo, desearía poder borrar ese pensamiento de tu cabeza.
Dicen que todos los seres humanos esperamos por algo grande que nos suceda, además, complementamos esa teoría con aquella que nos da méritos a todos para ser dueños de un amor, uno de los grandes, de aquellos que con el tiempo no se van, de aquellos que no se olvidan, sino que residen en lo más profundo de nuestros corazones, y que nos enseñan a ser. No tiene sentido alguno vivir sin encontrarnos perdidos al tiempo que nos encontramos dentro de una misma persona, capaz de resumir toda la bondad y belleza del mundo en una única mirada, que nos marca y que nos sigue por el resto de nuestras vidas…Y así he logrado definirte a ti, quizás desde que te conozco, o aún sin conocerte, sólo por saber que existes, que exististe para mí, y que a pesar de todo, quiero que existas.
Tu amor, el único que he tenido y correspondido en mi corta, o larga vida, ha sido la fuerza más grande que me ha recogido del frío del suelo para desprenderme de él y aprender a volar, con alas tan grandes que alcanzaron a cubrir una vez, la inmensidad de nuestros sueños, tan infinita como fantasiosa, pero al tiempo, sueños que nos despertaron de la realidad de hallarnos solas. Fuiste desde siempre, la fortaleza que requería para ser más de lo que soy estando sin ti, me convertiste, e hiciste de mí lo que siempre quise: Una persona para alguien más, una persona de sueños, una persona de ilusiones…Una persona que aprendió a amar y a definirse entre poesías y metáforas que brotaban de tus manos, tus ojos, tus palabras y de todo lo que eres. Me hiciste merecedora de la emoción más grande que me ha llenado, y a cambio sólo me pediste estar contigo, permanecer, y amarte tanto como fuera posible, y dado que fue mi palabra la que quedó como firma y sello de tu deseo, aún no doy por terminado aquello que me une a ti más que a cualquier otra cosa, aquello que me fue dado por un sueño para transformarse en sentimiento a través de tus manos, y juro, que no quiero, no puedo, y no sería capaz de renunciar a ello.

Me quema en el alma saber que te he perdido por completo, y es bueno para mí decirte, que he aprendido a llorar y a aceptar el dolor…A decirme a mí misma que el orgullo de callar o de encerrar tras mentiras este malestar no vale la pena, porque sentir es precisamente eso, y no es algo que pueda detenerse.
No llames más nuestro amor egoísta, porque nos regaló sonrisas y supo encontrar en ambas la manera de establecerse…pelea tras pelea, llanto tras llanto…Pero permaneció, y de haber sido egoísta, jamás habríamos aprendido de la necesidad de amarnos tanto, y quizás jamás nos habríamos amado.
No llames a nuestro amor malo, porque fue puro y real…Lleno de dudas y temores, pero siempre con una ternura e incondicionalidad que le pertenecían sólo a la voluntad de pertenecernos…Y no hay amor más bello que aquel que se vive y se comparte entre dos. Un amor del que nace la esperanza de un futuro y del que de forjan los sueños más hermosos repletos de felicidad, quizás no una perfecta, pero sí una que se puede encontrar incluso tras los momentos difíciles, tras las malas palabras…Tras el proceder del mundo, que en sí, es ciertamente, el egoísta.

Yo me siento cada noche a esperar palabras tuyas, como si esperar significara tener…Y es chistosa y hasta patética la actitud de mi corazón al no querer darse por vencido. Pero es que te encontré, y al descubrirte, supe que no quería buscar nada más, supe que eras tú…Y te amé, y aún ahora te amo, no sé cómo, no sé porqué, y razones coherentes quizás no existan, pero te amo; supe retirarme cuando me lo pediste, porque está el sacrificio por tu felicidad…Pero realmente, quisiera ser yo la fuente de tus sonrisas…

Sueños muchos…pero ellos existieron por tu amor…-Porque tu amor-…Tu amor lo fue y lo es todo, todo al menos para quien ahora te escribe.

Te amo

Un amor nunca será egoísta si le regala a un corazón solitario la capacidad de soñar…De soñar en brazos de la ilusión de amar y de ser fielmente correspondido…De ahí, la felicidad.

Por decir…?

Estoy en una encrucijada de mi vida, en ésa que se plantea para cuando debía ser y como debía ser, y que llegó como no lo buscaba…Y temo decir que lo único que espero de este momento es revolverlo con el pasado vivido contigo para no atravesar por un espacio tan reducido estando sola, o más aún, estando sin ti. Tenías la capacidad de ampliar las calles por las que caminaba, y tenías esa facilidad de encontrar para mí rastros de tranquilidad en esos momentos de duda y de desconsuelo…ahora me pregunto, dónde estás?

La luz que era tan fácil de reconocer ahora, ya no se alcanza a distinguir a lo lejos, y mi corazoncito tiembla del frío en el que por la soledad me rodea…Y te quiero aquí, es lo único que realmente quiero en este y en cada uno de los instantes de mis días…Abrazarte fuerte, sentirte cerca y saber que estando mi vida entre tus brazos, la felicidad es posible y de cierta forma tangible. No quiero estar sin ti, y en la posibilidad de cambiar este destino se mantiene mi pensamiento, como si de pensamientos estuvieran hechos los corazones, como si de quererlo dependiera tu mano en la mía.

Pensar que te amo, pensar que quiero hacerlo cada nuevo día…Quisiera pedirte que te dejes amar por mí…para prometer ante tu corazón que sólo a ti pertenecerá el calor de mis abrazos y a ternura que a partir de tus sonrisas se recrea para convertirse en pasión por un beso…Para asegurarte que mientras esté tu mano en la mía todo será posible si lo soñamos y si compartimos los sueños propios para hallar en ellos la felicidad que buscamos…Y te deseo cerca, y te quiero en mi vida, y quiero que seas mi propia vida…Quiero darte la mía.

Una vez te busqué, y cuando te encontré fuiste mi respuesta inesperada a aquellas preguntas que incluso desconocía que existían, pero te quedaste reforzando tu presencia o me amarré a ella queriendo conservarla, preservarla y adorarla por cuanto tiempo quisiera mi corazón latir por ti. Hallarte a mi lado cada nuevo día, sentir tu respiración cerca, y sólo así, saber que te pertenecía por completo, y que no podía más que amar lo que eres, y abrazar la esperanza eterna de descubrirte como mía.

La adoración infinita de tu silueta me hace desearte ahora más que nunca, y quiero reforzar mis ganas con el pensamiento húmedo de ti en mis noches, aquel que me abriga siendo del pasado, como si entre recuerdos pudiera yo encontrar un poco de tu sudor entre mis dedos y sobre mi piel. Cómo quisiera entregarte la felicidad que mereces, y las emociones que marquen tu vida de forma que te quedes conmigo hasta el fin de los días, y ahí, en ese instante, hallarme en tus ojos y encontrar en ellos esa paz que te pertenece y que justo ahora quiero buscar de nuevo en tu ser, en tu abrazo, en tu mirada y en tus besos.

Extrañarte tanto marca cicatrices en mi cuerpo, unas por no verte, otras por verte y no desdoblar mis alientos sobre ti…Y otras tantas que nacen de esa necesidad de escuchar tu voz y de no poder hacerlo sin consentir primero tu voluntad.

Te amo, y aunque las palabras parecen acabarse a veces y no resurgir al momento de escribir algo para ti, esas son dos palabras que representan mi acción diaria naciente y terminante sólo en ti…No poseo ningún tipo de prueba para apoyar el diagnóstico de esta enfermedad que me llena y me vacía, así, no hay pruebas para definir el cielo como azul…Pero entrego mi verdad, a manos limpias, y confío en que en ellas crees, así como creo yo en la ilusión de tenerte de regreso algún día ante mi puerta.

La vida no es la misma sin ti, y esta muerte que me encierra por la soledad tan infinita que me acompaña, lentamente se apodera de mí, mientras que me guardo en el rincón más salvo de mi existencia para mantenerme viva por si tal vez un día decidieras regresar.

Tengo un sueño

Tengo un sueño que se levanta cuando la tristeza se tiende a dormir en ese frío aposento al que llamo tristemente, cama.
Tengo un sueño que revive sus expresiones cuando al fin a cesado la monotonía de los días vanos de mi existencia, ésa en la que me encuentro por una falsa inercia que se comunica remotamente con mi corazón, pálido y cansado…Cansado de luchar, cansado de aparentar y de fingir, que está harto, que no aguanta; que de perdones conoce, mas no de melancolías irreales. Un corazón que gime bajo la luna porque la reconoció como propia y ahora sólo como un estigma doloroso que se clava sin piedad noche tras noche, profundo y adentro.
Tengo un sueño que sonríe en el descanso de los días, y que por parpadeos construye una vida que se perdió sin dejar rastro alguno, o señal para encontrarle…Es un sueño que llega y se queda por algunos cuantos instantes para volver cálido el tic tac del reloj y su impaciencia eterna por recuperarte…Es un sueño que despierta cuando lo demás duerme y que duerme cuando la soledad se suma con la realidad en la que se ahoga de nuevo esa esperanza diminuta de encontrar en mi camino la sonrisa que tanto extraño, la voz que tanto anhelo, la presencia que tanto amo.

Tengo un sueño que te construye a ti, mi niña, y que, aunque me abandona prontamente, me regala unos cuantos instantes de ese universo en el que reside la palma de mi mano mientras le observo desde afuera como siendo testigo de una película de la que podría ser protagonista si el guión no hubiese caído en otras manos, si las promesas no se hubieran olvidado…Si el amor, al menos el ajeno, hubiese perdurado.
Tengo un sueño, un sueño que no has dejado de ser tú…Dentro de ese enigma que representas, y dentro de esa utopía que no dejas de ser por más tiempo que pase…El reloj no se ha detenido, pero he sabido encontrar en un minuto las eternidades que no han bastado para dejarte en el rincón del olvido…Eternidades que han salido de la nada para aburrir mis tedios, para volver monotonía incluso la alegría más allegada a mi ser.
Tengo un sueño, uno que eres y serás tú, no sé por cuanto tiempo más…Permisos no he concedido. Yo esperaría, que al menos, pudieras desaparecerte en las noches, para dejar de soñarte alguna vez…Porque si de día eres ilusión…De noche…De noche eres más que imposible.

Un sueño, ése irrealismo, o quizás surrealismo en el que me guardo, esperando no ser más un blanco fácil para tu existencia…Lo irónico, lo triste, lo gracioso, es aferrarme a una antorcha que aún siendo inexistente, quema en las manos, arde en los ojos, y hace cenizas el pecho…Mientras que el alma…mmm…el alma no sufre, pero no la alcanza, no la logra…Por eso: Es un sueño…el que tengo yo…Tengo un sueño, que eres tú.

Tengo un sueño que me despierta en las noches con la estúpida añoranza de que esta realidad sea menos pesada si sólo el sueño no fuera sueño…Si tú, no siendo sueño, cobijaras mi vida a modo de realidad.

Y hoy sucedió…

Y hoy sucedió, que después de tanto tiempo el corazón por fin reaccionó y terminó de caer para entregarse por completo a tu inesperado abrazo y allí simplemente…lloró.
Ése dolor acumulado, y al mismo tiempo, ése amor tan grande que en mí se guarda por cada una de tus sonrisas, hoy se desprendieron de mí a modo de lágrimas que aún ahora no dejan de brotar, mientras pienso que no puedo dejar de pensarte tan grande como mi mundo y de pensarme a mí misma tan pequeña como para no lograrte…
Un sueño que justo ahora se está mezclando con la incapacidad, la impotencia y esta sensación de vacío que se siente en el pecho…Y duele.
Y hoy sucedió, que mis buenas intenciones se redujeron al deseo de acariciar tu rostro y de robarte un beso al tiempo de regalarte en uno, mi alma, mi mundo y mi corazón entero, que aunque tienes en tus manos, se pasa el día rogando porque tus ojos se posen en él.
Y hoy sucedió, que no pude contener más la tristeza de no tenerte…Sucedió que tus palabras, ésas que se dibujan con la voz que tanto amo, tocaron mi más grande debilidad, la que conoces de memoria porque la ves a diario,…porque la eres a diario.
Tu mundo, tu ser, tu –no- amor, fueron explícitos para mí, y con ello, la posibilidad falsa de aspirar a llegar a ti de nuevo…
A veces, como hoy, me parece estúpido el rumbo que tomaron las cosas y lo difícil que es vivir sin el impulso de tus besos, tus ojos, tu vida. Escucho ahora tu voz y llevo mis pensamientos a encontrarse con la razón que me mantiene esperando por una sola oportunidad más a tu lado…Alcanzo a cuestionarme a mí misma por ése idealismo de mantenerme de rodillas día tras día implorando al destino un guiño de su sabiduría que me sepa llevar hasta ti y no alejarme de ese cálido lugar nunca más.
No entiendo cómo las promesas se desvanecen en el viento con tanta facilidad, dejando atrás una cicatriz que no cura y que no sana con el tiempo o la distancia, sino que se acrecienta con los momentos de tristeza adornados con rasgos de esa ternura que en mí habita por tu existencia.
Y hoy sucedió, como siempre, que las confirmaciones más simples se logran con experimentaciones que no ameritan prueba alguna…Hoy sucedió que todo lo que soy te quiso tener por completo y te perdió tan rápidamente como si jamás te hubiese tenido…
Hoy sucedió que mis brazos te alcanzaron y te tuvieron en tu sitio, y allí me dejé llover en debilidad por ti, ésa debilidad que se marca y que lleva en su cuello un collar de espinas, una tras otra, representando el dolor que nace de un momento vivido y perdido en el tiempo…Y sucede ahora que quisiera estar entre tus brazos de nuevo, porque el llanto no cesa…porque el dolor sólo se va contigo, contigo y tu abrazo.

Hoy sucedió que mis lágrimas lavaron nuevamente la posibilidad…
Hoy sucedió…Y hoy sucede…que, como siempre, yo te amo; y, que mientras hago todo sólo por ti, lo único que puede surgir por demostrarlo no es más que un llanto, el primero ante la escritora de mis palabras, el primero ante la hacedora de mis latidos, el primero ante quien sucedió una vez, mas hoy,…hoy simplemente no sucedió.

Y hoy sucedió…que exististe para el Sol, mientras que para mí, sólo estuviste…
Y hoy sucedió, como siempre, que yo, te vi partir…

Intercambio de palabras

Entre sentir y escribir reside un campo inmenso de curiosidades formadas a partir de la posibilidad de homologar aunque sea un poco la efervescencia de un sentimiento con la simplicidad de las palabras…Hoy por hoy, es difícil encontrar la modalidad perfecta para enriquecer el aire con las frases amables que retoñaban en los buenos tiempos y que traían consigo las flores más hermosas representadas en la perfección de un alma, la tuya, acompañando paso a paso la mía, la que te llevaste, la que te pertenece. Creo que la facilidad a este punto no existe para describirte en un promedio de realidades lo que es mi mundo sin tu presencia…O mejor, lo que es tu mundo sin ti.
Trato de recordar lo fácil que era desplegarte mi sentir en una hoja de papel, tan sencillo como respirar y tan pura cada palabra como mis pensamientos que regocijantes se abalanzaban en las memorias turbias o ligeras de ti. Cómo podría dejar de amarte si en ti descubro un mundo olvidado por los demás y desconocido para quienes no lo saben ver…Pero al tiempo, Cómo podría decirte las cosas para que en unos cuantos golpes de voz, sepas, entiendas, comprendas y aceptes que no puedo dejar de amarte aún cuando la integridad lo requiere, aún cuando yo lo necesito, y aún cuando tú me lo pides. Sueño con un mundo, uno que conoces de principio a fin porque fuiste quien creó los planos de construcción, fuiste quien lo erigió, fuiste quien me eligió a mí para ser gobernante a la par de tu corazón…Y soñando con él, me descubro desnuda ante el frío que me ha dejado el quedarme de pie viéndote partir en dirección contraria a mis pasos, a mis pies.
Me encuentro en el dilema eterno de tu presencia, lo que ella me da y lo que me quita sin darme…Pero la encuentro simplemente llamativa y como burbujitas bajo el mar, estremece mi vientre convirtiéndolo en el blanco de lluvias de estrellas que son meritorias de la claridad de ese espejismo que representas, aquel del que me abastezco un poquito, aquel en el que me gusta encerrarme, perderme y vivir por momentos…Aquel con el que mi conformismo desarrolla su máxima crueldad porque a pesar de que no se aferra, no lo pierde de vista, lo añora, pero no lo toma, y así me encuentro de nuevo con mi masoquismo enfermizo, de verte, pero no tenerte.

Palabras, podría decirte muchas, pero todas nacen…bueno, sabes de dónde, de aquel lugarcito oculto en el que todo es real aunque no le percibamos, donde yo te sigo viendo como propia, donde me hallo feliz a tu lado. Sé que no es real, pero opto por darle el chance de existir mientras que lucho con la hipótesis de un “tal vez”, de un “quizás” …Mientras aún te ame…mis palabras seguirán surgiendo, porque es lo único que queda para decirte sin rodeos, precisamente eso, que te amo.

Yo tengo un sueño...y se resume en una palabra de dos letras...un sueño tan grande como el mundo, y tan simple...como tú

Mariposas

Es curioso sustentar la existencia de una mariposa en el simple hecho de ser hermosa y de opacar con sus colores y su revoloteo, los fondos opacos o traslúcidos del horizonte…Y es más curioso aún, verla rendirse ante el fuego, el calor, la luz, y la hermosura de una luz, que al atraerla se transforma en una veleta de estupidez, de muerte…

Me atraes hacia ti…
Mariposa siento ser,
Y ante el planear del viento
Sólo he de padecer…

Tu luz enceguece mis pasos, mis vuelos, mis intentos y derrotas…Y sigo acercándome aún cuando el calor pesa más que mis propias alas. El viento se torna espeso y sabe a malestares, sabe a…sinsabores. Sabe a melancolías pasadas y a azúcares diáfanos que no se diluyen en las aventuras propias de un sueño contigo…El viento pesa, la atmósfera me absorbe, y en mi tentación, en mi humilde y noble amor dedicado  puramente a tus labios y a tu existencia, yo simplemente soporto, tambaleo un poco, cedo, casi caigo, pero me acerco…Y la luz, ésa tan hermosa, recoge mis pensamientos y los acumula en polvos que descargo a las brisas que me cargan para decorarlas de colores, para pintarles una existencia pasada que extraño, una a la que me aproximo. Deslumbrada estoy, deslumbrada continúo…

Tu luz se esconde entonces,
Tu ser desaparece,
Tu ausencia me ha cegado,
Mis alas han fallado.

Me encuentro caída, vencida, derrotada por el calor que de ti provenía…engañada y escondida tras mi lujuria y mi amor…Mi rostro enmudece…Mis alas han desaparecido…Me he quemado en un intento por alcanzar la gloria por buscar derrotar mis intentos para hacerlos logros.
He caído en la profundidad de necesitarte…Y me has vencido…
Esta mariposa ha caído ante tus pies…eres tú la que puede o no terminar…Aplasta mis ganas o aumenta mi amor…aparece a modo de alas, o desaparece como una flor.

¿Cómo estás?

Una pregunta con más de una respuesta y curiosamente simplificada por una única persona dueña de mi mundo y, lo quiera o no, poseedora de mi propia felicidad, tú!
Y, qué pasa si no tuviera las palabras suficientes para describir mi estado…Qué tal si fuera tan complicado de explicar que no podría ni con palabras, ni con gestos, ni con homologías, ni sinónimos…Qué si me atreviera a decir que sin importar si el momento es bueno o malo, la situación de mi corazón siempre es la misma…Qué si no pudiera decir simplemente, bien.
Bienestar…quién me lo define de una forma corta y poco frustrante…quién podría decirme que es una posibilidad contar con esa palabra en mi vocabulario, si todo lo que puedo divisar no es más que un dolor inmerso en una nada repitente y fácilmente reproducible…Qué si querer responderte se basara únicamente en la palabra “enamorada”…qué si sólo quisiera llamarte para decirte que pienso en ti y que en simultáneo a escuchar tu voz, mi corazón saltó y se ahogó un poquito más en la posibilidad de volverse a encontrar contigo.
Estoy perdida, si te sirve más de definición, y me has dejado en ausencia de mapas o brújulas que me remitan al mundo frágil pero dichoso que me habías construido…A él, lo percibo a lo lejos, como un espejismo rodeado de la plena certeza de no recuperarlo…Y,quieres que te diga que estoy bien…- Ironía- ¿Cómo decir lo que no se siente? ¿Cómo pedirle a alguien que sienta algo que tú nunca has sentido?
¿Cómo ignorar al corazón?…Duele demasiado fingir que estoy bien queriendo apoyar mi estado en la facilidad o dificultad de encontrarte en mi camino al menos para saber de ti y de tu vida, de tu existencia…De tu, ahora no presente, felicidad.
No puedo decir “bien” si “contigo” no es el siguiente estado…No puedo entregarme a la felicidad si ésta no está presente.
Estoy viva, y, aunque temo decir que existo, estoy respirando y demuestro, por tanto, que es posible estar aquí y seguir estando…Pero hay diferencias entre el estar y el ser. Así como hay diferencias entre la alegría y la felicidad.

A tu pregunta quisiera responder “desesperada”, porque no encuentro paz en el mundo que me rodea, o en mi mundo interno, aquel en el que debería soportar mi existencia. Es como querer encontrar en un nido gigantesco de abejas una diminuta semilla del color de la miel y verme luchando y sufriendo sin poder alcanzarla o incluso, verla.
Quisiera responder “sufriendo”, porque no hay día que no parta el corazón en un pedazo más y que yo no lo sienta caer con el peso de un yunque al suelo partiéndome un poco más el camino, astillando aún más las piedras…dejando mi vida irreconstruible…No apta, no “vivible”…
Quisiera responder “atascada”, porque no hay hacia donde seguir, porque mis ojos no ven nada más que o sea el utópico futuro que en sueños y fantasías me he forjado a tu lado…Porque apenas logro percibir mi propia respiración…porque no logro sentirme, verme o escucharme.
(…)
Quisiera responder “amándote”, porque es lo único que hago cada día un poco más…porque no desaparece, porque no cesa, porque no se detiene aún cuando necesito que se pierda, para no sentirme yo perdida…Quisiera decirte que quiero gritar y esconderme, esconderme de esta soledad con la que vivo y a la que no logro acostumbrarme…Quisiera…

Quisiera caer de rodillas y romper en llanto para que eso explicara, al menos de cierta forma, que mientras más te amo, menos quiero hacerlo, más difícil se hace, y más fácil te recuerdo.

No puedo decir bien, mentiría, no a ti, sino a mí…Algo falta para estar bien…algo…alguien…

Nombre y apellido

El recuerdo tiene tu nombre y apellido, tiene tu imagen y tu memoria, tiene la ingratitud y la infelicidad…te tiene por completo aún estando tú, tan hermosamente desaparecida de los ojos que rebuscan de frente y de reojo las posibles oportunidades de encontrarte en tu vida, en tu alegría, en tu paz. Y es que he penetrado a mi propia nostalgia, cayendo al vacío infinito y oscuro de un abismo que no tiene regreso, que no tiene luz…Y es que aún espero que la luz de tu calor se acerque a mí a modo de antorcha y me ceda al tiempo unas alas que me hagan recuperar el aliento perdido y la altura derrotada…Y es que aún te amo.
Mis ojos han sido testigo de maravillas indescriptibles que apenas podría describir si mi poesía fuera al menos algo de esa palabra, pero es imposible, o mejor, improbable derrochar testamentos vacíos de lo grandioso que es percibir un frente superior a mí misma, así, como sucede teniéndote cerca, teniéndote aún lejos…Pensándote…Porque no hay paisajes que puedan pintarse sin la cercana idea de una reducción de esta distancia que con los días me mata y me acaba.
Quizás te pienso más de lo que debería…pero igual, quizás el día dura mucho más que la noche…Ésas son las inexplicables derrotas de lo grande frente a lo pequeño; David contra Goliat, la idea contra la utopía, la utopía contra la realidad…Y el peso de la utopía aún por encima de lo que es una verdad en busca de convertirse en mentira. Un laberinto se ha tornado este camino de regreso a casa, y cómo llegar a ella si lo más cercano a ése calor, tranquilidad y comodidad, reside en tu vientre, en tus labios, en tu ser y en las goticas de esperanza que a modo de reserva de vida brotan en cada beso de tu boca, en cada mirada de tus ojos, en cada ademán de tus manos…

Eres el apellido de mi vida y el nombre propio de mi existencia, mi razón para respirar y el aire en mis pulmones…La sangre y el corazón…El todo y la nada. Eres al tiempo que te desapareces en los suspiros diáfanos que desembocan en el vacío que de mí emana.
De tenerte, serías mi nombre…Serías mi pilar, mi base…Quizás ahora lo eres y es contra eso mi lucha, por considerarte en la distancia como si pensándote regresaras, como si nombrándote aparecieras, como si viviendo por ti, vivieras de nuevo en mí.
Un paso a la vez…y a la vez un paso…dirigiéndome siempre a un futuro indirecto a mí y paralelo a mi existencia…Pregunto, no respondes…Existo, no vivo…Amo, muero…………Principio y fin estructurados bajo la no tan efímera esperanza de regresarte a mí…Nombre y apellido de mi alma y corazón…Fuerza y estrategia…Polvo y viento…Sensación y poesía…Nota y melodía…Mi eterno regreso, mi eterno imposible…Mi inacabado amor. Hermosa mujer…Nombre y apellido…

Esta Soledad

Hoy ya no sé dónde, guardo tus recuerdos,
porque siempre el viento los regresa.

Ya sé que el tiempo ha dado su sentencia,
lo nuestro ya es pasado, pero no sé qué hacer.

Con esta soledad que me abarca y me ahoga,
que me lleva a un abismo
y allí caigo a un espacio en que no hay luz
Con esta soledad, buscaré mil razones,
para un día olvidar que te has ido,
pero hoy lloraré el vacio, que deja tu adiós.

Hice algunas cartas donde esta tu nombre,
pero de qué valen los intentos y hoy con el corazón tan desolado
sabiendo que te he amado, hoy tendré que luchar.

Con esta soledad que me abarca y me ahoga,
que me lleva a un abismo
y allí caigo a un espacio en que no hay luz
Con esta soledad, buscaré mil razones,
para un día olvidar que te has ido,
pero hoy lloraré el vacio, que deja tu adiós.

Caminaré sin dudar, y lucharé hasta el final
y viviré, yo se que sonreiré,
pero hoy que me haré.

Con esta soledad que me abarca y me ahoga,
que me lleva a un abismo
y allí caigo a un espacio en que no hay luz
Con esta soledad,  buscaré mil razones,
para un día olvidar que te has ido,
pero hoy lloraré el vacio, que deja tu adiós.

Atraco a la soledad

Si mis manos portaran la misma fuerza de siempre, ésa con la que podía levantar los obstáculos que de ti me alejaban, esas con las que te tomaba, no como un trofeo, sino como mi más grande tesoro, ésas con las que protegí lo que más quería de ti, tu amor, tu vida…todo…
Si mi garganta gritara con tanto ahínco, impulsándose sólo por el viento que de ti respiraba a tu caminar…
Si mis pies pudieran caminar al paso de tu carrera; si la vida no te hubiese llevado tan lejos; si mi amparo existiera en alguna señal, palabra o intento…
Si mi vida aún fuera vida…Si mi herida no fuera tan profunda…Si mi muerte no se sintiera tan real…
Si mi vida no fuera una muerte…

…Yo atracaría la soledad…

Le quitaría la tristeza, ésa que carcome cada sonrisa que intenta rescatarse de la cornisa oscura en la que ahora residen mis ganas de mostrar un poco, sólo un poco de la humanidad que me ha restado después de perderte. Y esta tristeza se iría, por cobarde y por ladrona de momentos…Momentos…Momentos…Cómo los extraño, cómo te extraño…
Le quitaría la ausencia, ésa que forma el sentimiento más amargo de todos cuando tu mente se dirige a tu pasado…Dejaría de extrañar, dejaría de lado la necesidad de rebuscar tus memorias en los recodos de mi bienestar, y simplemente te traería de regreso sin llanto, sin necesidad…Sólo con amor…
Le quitaría los sinsabores, ésos que despiertan en mi boca y duermen en ella de nuevo, ésos que tientan mis capacidades para partir lejos de aquí, al mundo de no regreso, al mundo que está más allá de mis propias expectativas, pero que me envía a diario invitaciones de entrada y que rechazo una y otra vez aferrada a la esperanza de los imposibles…
Le quitaría las lágrimas, sí, eso haría, porque mis mejillas ya no quieren lijas pasando sobre ellas…No importa cuánto tiempo ha transcurrido, pesan más y más cada día, y queman, queman aún cuando por dentro el frío es insoportable.
Le quitaría los vientos, las borrascas, los huracanes…Y todo aquello con lo que pueda encalambrar mi corazón con el helado frío de los polos, porque una vez congelado, ha perdido trocitos en los que te guardaba…Y la verdad, no quiero perderte aún más.
Le quitaría el miedo a abrir los ojos cada mañana…El miedo a no encontrarte a mi lado, o al abrir la puerta, o al levantar la línea, o al cruzar la esquina, o al salir de mi inmundicia…Le quitaría el miedo a existir…A vivir, y quizás a morir por ti…
Pero el miedo a vivir sin ti…ése no nace de la soledad… 
Le quitaría esa estúpida sonrisa que encuentro en ella, y desaparecería de su vista hasta perderme únicamente bajo la tuya, donde sé que la placidez me abrigaría completamente y me dejaría dormir tranquila después de tanto,…tanto tiempo de buscar en la oscuridad las respuestas que sólo en ti residen, se responden y se comparten.

Si atracara la soledad, le quitaría TODO, para que de ella no quede más que la ausencia, más que una cicatriz…Una que sanaría si tan sólo te quedaras conmigo, si tan solo fueras más que una fantasía, si fueras real…
Si pudiera atracar la soledad…entonces, sólo entonces…sabría que estás conmigo. Te amo tanto…tanto, tanto, pero tanto…Que duele, duele el alma…Duele esta soledad!!!
Si la soledad desapareciera, el dolor se iría con ella…No te extrañaría más, sino que te tendría…Y sería de nuevo…feliz.

Yo me aferraría…YO ME AFERRARÍA…YO…YO AÚN ME AFERRO!!

Un mundo

Nunca pensó mi corazón que era posible encontrar una persona como la posible respuesta a cada inquietud, pregunta o interrogante que apareciera con sólo existir; esas preguntas que causaban tanta curiosidad, y, que iban mucho más allá de los cuentos y fantasías de pensadores que se han dado a la pesada y trajinada tarea de definir y de explicar lo que el amor es, representa y constituye…
Digo, justo ahora, que no me veía en una poesía hasta que me convertí en metáfora, y no fui metáfora sino hasta que desaparecí por completo –incluso de mi propia vida- para renacer en una dimensión de la que se ha escrito, pero a la que difícilmente comprendes hasta que la vives, y quizás aún así, es estúpido intentar llegar a una razón de su qué y su porqué…
Allí, no hay oxígeno, porque no es lo que respiras, no es lo que llena tus pulmones; allí no hay sangre, porque los caminos de tu cuerpo son dibujados por algo indefinible, oscuro y luminoso al tiempo, te pintas una geografía oculta, así que la sangre no es suficiente para “vivir”…Vives a modo de reseña, a modo de ilusión, a modo de pintura fresca…Para alcanzar tu plenitud te escondes tras el color de unos ojos, que cuando te miran, simplemente te desvanecen…En este mundo tú simplemente vuelas…
Y se empieza a formar una frase al interior, en lo más profundo; y, en medio de ella, un verbo, el más codiciado y negado para algunos –aún para mí-, un verbo hasta ahora desconocido que representa más que una palabra, se construye con acciones…una acción definida por “vida”.

Y esto es amar: Vivir!

Y para vivir forjamos un mundo que contemplamos segundo a segundo y tras el que emprendemos carreras contra el viento tratando de destinarnos un único momento que posiblemente no regrese nunca…Abrazamos aire, quizás…Pero respiramos vida a través de los espacios ocupados por ello.
Diré que me encontré corriendo tras de ti y aún no siento perder el ritmo; mis pies, aunque cansados y llenos de heridas siempre hallan en mi pasado el sustento, ése que parte del “mundo” definido tras los ojos de la mujer que amo –tú-, a través de los que me descubro desnuda no sólo en cuerpo sino también en alma.
Mundos…quizás muchos, tantos como dimensiones, tantos como ilusiones…tantos como personas, tantos como amores…Y pocos como el tuyo, como el mío…Como el que fuera una vez, nuestro.
De él recibo mis ganancias y pérdidas, de él mi lujuria y mi respeto, de él mi calor y mi frío…Contradicciones que pesan y que crean el inconformismo de amar un espacio vacío.
Un mundo abandonado, regido por una ausencia y la quizás patética fidelidad al sentimiento que no pasa a ser superficial ni en los estados más avanzados del deseo, que se cubre de la necesidad explícita y casi tácita de un abrazo, de un beso, de una caricia, de un cuerpo en armonioso movimiento…Sí, un cuerpo al que le hago el amor cada noche, un alma que ama conmigo cada día, un corazón al que amo más cada segundo…Lo dicho…Un mundo…
Un mundo descrito, a veces por éxtasis –uno prohibido- a veces por indiferentes llamitas de un regocijo casi egoísta, pero siempre por esa sensación de hallarme perdida sin la vigilia de mis ojos predilectos, aquellos que me ahogan, me inundan y me llenan.

Los ojos de mi mundo…Un mundo a través de esos ojos,…tus ojos!
Quiero besar ese mundo, quiero besar esos ojos, quiero besar esos labios…muero por besarte a ti

…Y…Tu voz

Como una cajita de sorpresas de esas que no traen nada en su interior, aquellas que sólo como detalle cuentan y que cumplen con sólo dar un mensaje sin regalar nada más…Así me llegó tu voz en la mañana de hoy. No existió la expectativa, mas no puedo negar la existencia del deseo de una ocurrencia similar; no negaré tampoco que anhelaba escucharte mucho tiempo atrás, y sería estúpido, además, no decir que planeaba llamar, aunque para mí la tarea de planear resbala como goticas de agua sobre un metal caliente y se deshace en segundos por la sola idea de una negativa que me robe un poco de tu amabilidad al punto quizás, de emprender una de nuestras tantas discusiones, de las que ya no bebo agua para abastecer la rabia…De ellas mejor me escondo, y quizás por ello, mejor no llamo.
Pero ahí estaba yo, de pie, atónita, en una sola pieza y sin la capacidad de modular una sola frase; me pareció increíble…Tenía esa voz al otro lado de la línea y mi corazón no entendía razones o congruencias al respecto, él simplemente se exaltó, vibró, corrió, pero no logró esconderse, el dolor apareció, pero hoy, no me importó…, yo simplemente escuchaba.
Una primera palabra, y con ella se desencadenó esa bonita sensación en la boca de mi estómago, que no por nada, yacía dormida desde mucho tiempo atrás.
Una segunda palabra, y con ella cada nervio paralizado por completo, caracterizando perfectamente una estatua…
Una conversación, y el deseo desesperado de nunca detenerla.

Mi rostro hoy se vistió diferente, y no necesitaba nada más que el tiempo que tu voz se estacionó en mis oídos…No necesitaba oír nada, sólo una melodía, aquella básica que recuerdo aún cuando trato de convencerme de que la olvido para no culparme por no escucharla. Sólo escuchar tu respiración, sólo saber que estás viva…y el regalo de una risa…detalles que llegaron a través de una simple línea telefónica, de la nada, sin pedirlo, sin premeditarlo…Pero deseándolo con cada celulita de mi corazón.

En el vacío, en la miseria…en una rutina, y de repente…Tu voz. La misma de siempre, pero con cierto color de tristeza. La misma de siempre, cómo no reconocerla, cómo no perderme en el momento de escucharla si es la forma más hermosa de perderme del mundo por un instante, instante definido por tu presencia, que, aunque vaga, igual de poderosa que siempre.
Una llamada que no debe significar nada, lo sé…Pero la simplicidad de su significado rebota en mis oídos para sobrecargarla en importancia, porque aún careciendo de sentido, recarga mi vida, me regala alegría, y aunque momentáneamente, logro escapar de la ilusión para transformarla en realidad.

Una voz, tu voz…Hoy fue diferente, hoy supe de ti, hoy fui simplemente feliz.
Y ahora, igual que en la mañana…una sonrisa, que aunque desaparezca en la mañana, existió!
Qué éxtasis!, qué dicha!…Y…Qué voz!!!!!!!!

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Una sonrisa

Me gusta pensarte con tu sonrisa enloquecedora y al tiempo tan loca como tu traviesa alma; capaz de recorrer en segundos cada pequeño resguardo de tristeza presente en la misma habitación.
Ésa risa que se transformaba en un telescopio a través del cual era sencillo atravesar las barreras del tiempo y del espacio para llegar a un mundo nuevo dado sólo por ti y brindado sólo hacia ti, en el que todo era posible bajo la condición del amor que nos merecíamos, un mundo en el que sólo te veía a ti porque las efímeras predilecciones del cotidiano no eran más que nimiedades absolutas sin la capacidad de absorbernos o de tan siquiera probar algo de nosotras.
Hay demasiadas sonrisas por contar, y tu rostro reflejaba por ellas miles de fantasías por vivir y muchas otras por pensar…Historias por compartir, historias que se resumían y dejaban el plural en un singular representado por dos en una única historia, un dos que se resumiría luego en uno.
Eras una fuerza renovadora, te comparo con un huracán que a su paso logra destruir y casi reconstruir, porque luego del desastre obliga a ordenar de nuevo, y eso hacías…Construir y destruir, renovar y ordenar cada pequeño centímetro de quien te ama incondicionalmente y de quien, a través de los años te encuentra encantadora incluso por gestos que ya no logro reconocer porque no les he atestiguado.
Soy testigo ciega de tu existencia, y de esos resplandores que de ella partían –tiempo atrás- hacia mí…Es intentar coordinar los desgastes de luz con sus ganancias bajo una alfombra oscura, tratando de adivinar hacia qué punto destinan sus viajes; es irónico decir que te veo, es patético apoyarme en argumentos que basan su estabilidad en realidades inexistentes…pero te veo, en tu simplicidad y al tiempo en la complejidad que te hace tan humana como a mí, y de la nada, sanas las heridas que han quedado por tu ausencia y me siento renacer.
Es difícil aceptar un sentimiento de dicha cuando estás tan vacío por dentro, y lo es mucho más, cuando te golpeas estruendosamente contra el suelo para despertar y decirte a ti mismo que estás soñando…Y sueño, sí; y me valgo de lo que veo de ti cada noche y cuando quiero simplemente dibujarte, para alcanzar momentos que manejo como propios para aparecer y desaparecer a mi antojo…Soy dueña de ellos, y aún cuando me roban suspiros y electrocutan mis ganas con rayos de cierta melancolía, te sonrío yo igual, a lo lejos, en un sitio para ti olvidado, en un sitio que yo aún ocupo y en el que tu sonrisa, o mejor, el recuerdo de ella, mantiene cálido el pensar hasta que regrese a la realidad de la que escapas.
Una sonrisa tuya me ha bastado para enfrentar los días de suicidios inminentes de estas palabras, que quizás deberían pertenecerle a un sentido figurado similar al odio, pero que residen aún en los aires que recibía de ti siempre que tu rostro dibujara mi mundo por unos cuantos segundos.

Es un mundo que abandonaste, y es mi mundo ahora, tan propio como el aire en mis pulmones, pero a la vez tan ajeno como el pulso de mi corazón…que mío, ciertamente no es.
Tu sonrisa aquí me pertenece, quizás por eso no me abandono, no te abandono, y no abandono el mundo nuestro que es ahora mío, 
                                        …mientras mi corazón es aún tuyo.

Deseos…Sueños…

Ante la bóveda nocturna, y bajo el cuidado de Morfeo, se extienden las posibilidades de hacer reales ciertas verdades que cobijo en las entrañas de mis necesidades, de lo que entiendo como deseo…no aquel que clama por carne, sino aquel que se encarna en la carencia de tu presencia, esa que sin importar la hora del día extraño hasta le punto de quemarme en los intentos desesperados por recordar de ti cada hermoso detalle, esos que te hacían perfecta, única, maravillosa, amada…
Aquí, bajo la influencia de las estrellas y el mecer de las brisas nocturnas, caigo dormida sólo pensando en la posibilidad de encontrarte de nuevo, en un paisaje renovado y distinto al que mis ojos aclaran diariamente, un paisaje del que se desprenden aromas llenos de especias dignas de respirar, colores que tientan al juego de pinceles imaginarios, texturas indefinidas pero ciertamente majestuosas al tacto…Y mi nariz, mis ojos, mis manos, sólo te buscan a ti…Y al encontrarte, es simplemente renovador.
Y es que las cosas sin ti son a blanco y negro, apenas se logra ver la luz como para extasiar la vista ante algo realmente hermoso; los olores se extienden como el vinagre del sentimiento de amargura presente en mi interior, algo tan putrefacto como puede estar mi corazón después de ser desollado; Y las manos…se queman de no tocarte, arden tanto como un fuego atizado por alcoholes que no dejan de caer. Y finalmente, la vida no se siente real.
Los sueños son ese lugar en el que todo es posible aún siendo una falsedad; el mundo al que llamamos real está lleno de ilusiones, así que me permito crearte de la nada sólo con la condición de estar contigo un único momento.
Un sueño es la representación de una vida, bien de temor, bien de deseos…Pues mi historia contigo no es más que la definición de ambas palabras. El temor de levantarme a ciegas en las mañanas y saber que es un día más de soledad, aquella a la que no me aferro porque quiero lo que ella me niega constantemente, eso que te pertenece, eso que te hace y que te convierte en mi misterio y en mi más grande realidad…Temor de existir bajo el nombre de “inexistente”, temor de saborear una felicidad pasada sin verla en el futuro, tratando de contestar preguntas que no hallan resolución en los vacíos de mi existencia. Y deseo, de respirarte, sentirte, verte, llenarme de tu sola presencia y sólo saber que en el abrazo constante de tu existir mi felicidad reside en paz; deseo de no escatimar esfuerzos al tocar tu mundo…Deseos de aferrarme a ti como mi única realidad y no dejarte ir, no perderte, no huir, no escapar.
Prefiero esa dimensión en la que mis manos aún siendo imágenes se pueden extender hacia ti, antes que mezclarme con la inconformidad con la que tu ausencia me ha dejado. Prefiero vivir de sueños, prefiero morir dormida en tu abrazo, antes que llenarme de frío en tu indiferencia haciendo caso a esta realidad que quiero desaparecer.

Me quedan los sueños, para revivir mi vida contigo en una realidad quizás transparente, quizás inexistente, para tocar las nubes con la punta de mis dedos sintiéndome al borde de una locura infinita sólo por el bienestar de tu boca, de tu cuerpo, de tu alma y tu corazón.
Me quedan los deseos, para evocarte tan profunda como tiernamente sea posible, para convertirte en realidad aún cuando utopía es tu definición…Yo me encierro en el sabor de ese mundo que solo tú llenas, y en la reducida oscuridad que forra su pertenencia a la mía, me entrego enteramente a ti, en las noches, cuando nada existe, cuando los negros y los blancos empalidecen tanto que desaparecen ante las necesidades de quien te ama, de quien te busca desesperadamente, de quien espera encontrarte tras el telón del terminar de esta obra a la que llaman día y que se entrega a mí en actos de tragedia por hallarme en soledad.

Deseos…para extrañarte y necesitarte tanto como a mi propia piel, como a mi propia alma; deseos para clamar por ti día y noche aún sin esperar respuestas…
Sueños…para dibujarte y tenerte, para amarrarme a ti, para amarte una vez más, para convertir las lágrimas de luto en lágrimas de alegría al encontrarte como mía, como propia, como vida y felicidad.
Deseos transformados en sueños, una realidad más allá de lo real y más allá de cualquier verdad…Pero no menos que mi más grande verdad…Eres mi sueño, y tenerte es mi único deseo.

En prisión

Volví a sucumbir ante tu recuerdo, pero esta vez el corazón no encuentra el coraje suficiente y necesario como para tomar el control de este timón, que más que perder el compás de navegación, ha perdido los vientos, las brisas que dirigían apaciblemente al gran acorazado hacia las llanuras que, desnudas al sol, deslumbran en el horizonte.
Esta vez, la prisión se ha cerrado por completo y no hay aquí alimento alguno que me permita sobrevivir, o al menos una pequeña luz que me haga creer en algo residente mucho más allá de la esperanza.
Teniendo mi mundo a oscuras, sólo queda un sitio seguro, o al menos busco convencerme de eso, un sitio que se construye al cerrar mis ojos. Como temo, tanto a la soledad como a la oscuridad, los rincones me abastecen de una falsa comodidad y de una seguridad en la que no logro confiar; pero, hay menos frío, y aquí, hay más contacto, no con lo que quiero, pero sí con las mismas barreras que, irónicamente, yo destiné y ayudé a construirse. En éste a´ángulo solitario y silencioso reposo sentada y recojo hacia mí las piernas con la idea de que al abrazarlas me aferro a algo bueno; y, mientras me sonrío con un marcado sarcasmo, escapo de aquí y me adentro en el cálido y apacible lugar en el que la realidad se reduce, se quema.
Sé que allá afuera el mundo no cambia, quizás podría destruirse en un solo intento del reloj por detenerse, es posible; sé que ni las sombras existen ahora porque hasta ellas necesitan de la luz que yo también busco, para apreciar su ínfima vida, no muy diferente de la mía. Sé que nadie conseguirá mi rescate…Y más aún, dudo que alguien acuda a mi salvación, quizás por eso me encerré, quizás por eso no pido ayuda, quizás por eso estoy sola, quizás por eso más que el encierro físico, busco esa prisión que hay tras cerrar mis ojos, sólo para encontrarte allí.

Sucumbí y siento que no puedo levantarme esta vez, mi alma ha salido en tu búsqueda quizás eternamente porque aún no regresa, puede ser que no lo haga porque teme a lo que pueda suceder si regresa con las manos vacías…Así que me ha abandonado, y, curiosamente me ha dejado desnuda y al amparo sólo de mis brazos en la odisea de retener el recuerdo del calor de tu pecho y tu vientre adornando mi helada coraza.
Y, yo, te amo, amo tu recuerdo y amo la sensación de adorarte y extrañarte, y rindo homenaje al temor de estar sola y aún más, al temor inacabado y creciente de estar sin ti.
Me recorre un escalofrío al recordar lo vacía que es esta habitación, me recojo aún más y envaino cualquier defensa ante los pensamientos que surgen de repente, tiemblan mi boca y mi garganta, y con la duda en la existencia que me pertenece, abro mis ojos, sólo para ver que la soledad en la que me fundo sigue siendo infinita, y, no importa a qué otros universos o dimensiones intente yo escapar, tú no estás, y no estarás. Rompo en llanto, y siento perder ahora mi patética vida, que, sin ti, se ha convertido en una prisión…La del amor, la de uno imposible, un imposible deseado…Prisión de ti.

Eres hermosa en luz y oscuridad…Pero sólo mía bajo el rizo nocturno, tras las rejas de tu cárcel, y de ella, no quiero y no puedo salir.