Me gusta despertar en las mañanas

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Me gusta despertar en las mañanas y escuchar tu respiración cerca de mí; sentirte en mis brazos y entre ellos sostenerte durante toda una noche de silencio y oscuridad que nos regaló un momento a solas, de disfrute tranquilo, de contemplación permanente; hallarte plácidamente dormida en mis sábanas enrollada y con tu calor emanando como de un Sol me da la plenitud que necesito para ser feliz, y las fuerzas casi inhumanas que requiero para mantenerte junto a mí.

Me has cegado por completo, ahora todo lo que puedo ver lo resumen tus ojos cerrados, tu boca semiabierta, tus manos sutilmente puestas en la cama, tu cuerpo casi desnudo y tendido frente a mí...No veo nada más, y nada más querría ver si fuera éste mi panorama diario. Eres una luz tan radiante como aquella que me despierta cada madrugada para cederme la oportunidad de sentirme completa con sólo mirarte.
El canela de la suavidad que se extiende sobre ti, la ternura con la que despides tus alientos, y la dedicación de tu rostro en hacerme pensar y preguntarme lo que ves mientras no me ves a mí. Quisiera asegurarme de que estás conmigo aún entre sueños, y que soy tu sueño aún estando despierta...Quisiera saber si me ves contigo como yo a ti, conmigo, acompañadas, de la mano, en un amor infinito y profundo, tanto como el cielo, tanto como el mar, tan eterno como la misma curiosidad.

Te veo allí y te disfruto; me saboreo como si probara de esta visión un dulce chocolate, que no alcanza comparación con tus labios, con su sabor y textura, con el amor que siento a través de ellos. Es exquisito el manjar de tu compañía, es irresistible probarlo, y es una tentación casi pecaminosa el hallarme descubierta ante ti, ante tu cuerpo y tu alma, queriendo estar dentro y en cada rincón de tu amada existencia.
¡Ay! De mí si fuera posible amar te un poco más, porque me perdería por completo en tu nombre y en tu ser, no quedarían residuos, no quedaría más que este amor que quema pero no se consume, sino que incendia las ramas secas del infortunio y las derrotas.
Quisiera que despertaran tus ojos frente a los míos cada mañana, quisiera que me llenaras de su color y su delicadeza al mirarme, quisiera morir en ellos y flotar hacia tu cuerpo por cada rayito de ternura que de ellos se despida. Quisiera verme en ti reflejada y en tu sonrisa enmarcada; quisiera ser la dueña de tus labios y de la figura en tu cama.

Me gusta despertar en las mañanas sabiendo que me amas y que te amo tanto o más de lo que podría hacerlo...Me gusta despertar y ser testigo de ti, que como maravilla te has esculpido y como pintura me has atrapado. Me gusta despertar y tener en mis oídos la melodía de tu descansar.

Me gusta despertar en las mañanas sabiéndote como mi sueño y mi realidad, mi fantasía y mi más grande verdad. Me gusta amarte tanto, que sé, que tanto no podría amar a nadie más.

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