Ésa…

tibette_Frances

Ése rinconcito entre tus brazos y tus pechos en el que decir tibio es acallar la calidez real que de tu amor se desprendía…Ése es mi hogar.
Ésa mirada que se recubría con ternura y era rellena de un dulce caramelo de necesidad…Ésa mirada que me enredaba en un eterno laberinto de lucidez estúpida y de locura lógica…Ésa es mi puerta de entrada.
Ésas lágrimas que se derramaban de tus ojos derritiendo los glaciares en los que se congelaban mis emociones…Ésas lágrimas que se embebieron entre mis dedos y que me llamaron para traerme de vuelta a ti, para despojarte de ellas y llenarte de sonrisas…Ésas son mi reto.
Ésa despiadada pero fina manera de atraerme a ti cuando sabías que estaba decidida a partir…Ésa rítmica pero nunca monótona forma de volver a ti siempre por la vía que me abrías con tus brazos extendidos…Ése es mi camino.
Ése beso multiplicado en tres noches, en mil tardes, en centenares de minutos y en reducidos segundos ahora que lo pienso…Ésos labios atados a un consentimiento olvidado cuando tocaban los míos…Ésos besos que me inundaban el pecho de mariposas mientras que veía entre mis ojos cerrados un aliento vuelto colores…Ésos son mis versos.
Ésas manos en las que entregaba mis tristezas, mis alegrías y mi más profundo amor, sin esperar más que poder darte de mí un todo que nunca fuera suficiente…Ésas son mis cadenas.
Ésa añoranza que se escuchaba en las pinceladas descritas por tu voz, cuando de lejos me sentías, cuando a lo lejos te adoraba, cuando aún de lejos te amaba…Ésa es mi fuente.
Ése cuerpo, descrito como infinito y como intocable…Ése templo para las caricias y para las pasiones encontradas y perdidas entre los besos robados de tu boca…Ése país que habitaba en mi vientre y en el tuyo mientras era recorrido en pasos de huellas dejando humedad y recelo…Ése es mi cielo.
Ése amor que me estremecía aún cuando no debía, que aprendió a dibujar dentro de mis ojos, que aprendió a cantar en mis oídos, que aprendió a callar y susurrar en mi boca, que aprendió a morir en vida, que aprendió a vivir en muerte y aún más allá de ella…Ése amor que en lo profundo del alma residió, y como un árbol con sus ramas, se extendió y apartó los imposibles llenando de primavera mis inviernos, envolviéndome en una sombra que conjugaba la calidez de tu abrazo con la carencia de un todo que me dejaba en la nada; una nada de ti y de mí…Un amor que como estampida vino sobre mí y me cubrió con tus huellas, posándose una a una en mi pecho y en mi piel, como tatuajes una a una cayendo como hojas en otoño…Como agua derramándose sobre una roca en el desierto, saciando mi sed, saciando mi soledad y calmando el insomnio nacido de la soledad para convertirlo en un insomnio basado en la saciedad. Saciedad de vida y de tu nombre, de tus ojos en los míos, de tus dedos entrelazándose en los míos, de tus labios perteneciéndome, de tu corazón acercándose, de tu alma asentándose…Saciedad de ti al mirarte, al sentirte…Al entrar en una habitación oscura llamada mundo, mundo en el que sólo a ti podía encontrarte y reconocerte marcándote con una sonrisa denominada emoción, emoción tan única como tú, y como tú, sólo mi amor.
Ésa eres tú, dueña de mis pensamientos y de mi más profundo duelo y perdición, amante pura y rica de mis sabores, esclava de mis palabras pero látigo para mi inspiración…Ladrona de sueños y de esperanzas, místico oráculo de mi vida y mi futuro…Reveladora esfinge de mi fortuna o de mi infortunio…Ama de mis noches y acompañante de mis días…Río de caricias y desierto de rosas. Océano de admiración y cielo de ensoñación. Ésa eres tú, en tu vida, en tu existencia, en tu ser repleto de misterios por resolver…

Ésa eres tú, mi sueño y mi despertar, mi día y mi noche, mis ansias y mi pesar, mi letra y mi palabra, mi corazón y mi soñar…
Ésa eres tú…Y, ¿Qué más podría desear?

0 Silencios...: