...Sufres...


Sufres, y entiendo cómo sientes la tristeza vertirse a cada una de tus gotas de sangre, sé que no entiendes cómo separar esa inmesa carga de desilusión que pareciera confundirse con la rabia, con esa sensación de casi morir.
Es complicado amar a una persona y tener que desligarla de ti para frenar el daño que recibes, es complicado entender que algo se acaba cuando creías que apenas estaba empezando; Pero es que algunos ríos reducen su caudal, reducen su camino y toman el que es más preciso hacia el océano...Algunos dolores se ciñen tanto a tu corazón que se tornan inevitables, ineludibles, y es ahí cuando caen lágrimas, sollozos y aparece la temida desolación.
Como quisiera transformar tu aire en uno nuevo, y buscar la forma de que los vientos te acaricien y encuentren en tu rostro la amabilidad de una sonrisa.
Como quisiera que el suelo que pisas fuera tan blando como una cosecha de algodón, para que tus caídas pertenecieran a la suavidad de su presencia.
Como quisiera que tus ojos encontraran un camino tranquilo y luminoso en sus noches, y que se cerraran pensando únicamente en lo maravilloso que sería el amanecer siguiente y los minutos que le prosiguieran.
Como quisiera, mi linda niña, que ahora no te llenara ese dolor que mata poco a poco, como quisiera estar allí para brindarle mi hombro a la mujer que tanto amo, como quisiera ser lo suficiente para llenarte de paz y para regalarte alegría.

Pero es complicado para mí tanto como para ti desaparecer las espinas que rodean ese lazo que hace ya un año anidara en tu corazón. Sólo puedo escucharte, convertirme en tu cajita de tristezas, ser tu amparo mientras lo requieres y permitir que por ti misma llegues a mí.


Mi amor se reduce a lo que necesites de mí, y lo que necesites de mí siempre lo tendrás.

Entiende mis razones para abrigarme bajo ese mismo manto que a ti te cubre ahora, y no rechaces el silencio con el que a ti me acerco...Porque no busco palabras que entorpezcan tus hechos, busco que puedas simplemente hablar.
Confía, porque no hay intenciones escondidas en mi llamado; y cree, porque no hay nada que quiera más que la plenitud que tu corazón está buscando.

Hasta los péndulos cesan su movimiento algún día, pero sólo si el impulso es detenido. Detén el impulso de tu dolor, para que así tu corazón pueda descansar en pos de un nuevo día.

Anímate mujer, que tu llanto no arruine la posibilidad de verte de nuevo resplandecer por encima del mundo...Una linda noche, y un dulce día...Para ti, linda y dulce niña...


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