Me oculto en la oscuridad, en este rinconcito que me aloja hace algunos años, me tiendo en el suelo y pienso. Qué ha sido de mi vida y de mi mundo desde que te dejé? Qué hay en orden y qué se encuentra fuera de su lugar? Qué se ganó? Y más aún, qué se perdió...
Muchas preguntas sin respuesta aparecen, algunas reinciden y se transforman en delirios del pasado, esos, constantes como siempre...Y una pregunta más dolorosa aparece, qué sería de mí contigo?
Estamos llenas de reproches, algunos sin sentido que solo hieren, y otros que demuestran que perdimos al perdernos. Yo sigo aquí, pensando, y sólo puedo llegar a un concepto, definido por ti y demostrado por ti, te amo.
Ser considerada un problema, y que tuvieras solo problemas conmigo, es sentir que perdí los mejores dos años de mi vida en menos de un segundo que tardaste al decir eso...Jamás te hice daño, pero merezco el que recibo por haberle tenido miedo a la posibilidad de ser feliz. Sólo, no dispares más, que este corazón no soporta, retén tu tiro y ocúpalo en blancos más apropiados, porque aquí ya duele demasiado al saber que quien ahora me lastima es conciente de una razón: Lo único que quiero, es lo único que no puedo tener. Ése es castigo suficiente, no tientes un sufrimiento que jamás merecí, porque sólo quise y sólo quiero una sonrisa en tu rostro.
Deja de hablarme con rencor, porque sólo lo puedo responder de una forma, repitiéndote mil veces un te amo, y guardando lo que eso es para mí sin poderlo demostrar...