Tú, luna


En noches frías o cálidas, siempre se le ve, a ella, igual de hermosa como siempre, igual de maravillosa, con ese ímpetu característico y con ese anhelo de ser eterna en forma, figura e intensidad.
Puede verse, total, parcial, o incluso ser invisible ante los ojos de quienes la buscan con el afán de regalarla, de comprometerla, de dedicarla y de serle fiel.
Testigo de llanto y de risa, allí está, esa luna que testigo fue de nuestro amor, esa luna que nos envolvió con su temple cristalino, y que nos dió de sí la posibilidad de pensarnos siempre que ella estuviese presente.

Ésa luna que te perteneció y que aún busca pertenecerle a tus ojos, esos que la contemplaban cuando fijabas tu memoria en nuestros instantes; ésa que era signo de llamada y señal de palabras mías y solo para ti.
Amor, amor mío, ésa luna que como tú, no desaparece, no muere, y si llegase ese final fatídico para ella, sería vista y percibida porque fue algo que alumbró, algo que regaló belleza a la inocente noche, algo que robó y aún roba luz ajena para simplemente adornarnos, llenarnos de momentos de romanticismo y de ternura.

Entregas pasión bajo su vigilia, y de otro lado yo la vigilo a ella como si te vigilase a ti...
Momentos han pasado de visiones en su brillo constante, visiones tuyas y mías, de lo que fuimos y de lo que todavía quiero ser contigo y solo contigo...
Tú te entregas ahora a manos que no me pertenecen, y lo sé, y lo siento; pero sigo divisándola como si fuese eternamente tuya y mía. Yo la miro, y ella a ti, pero tú perteneces a alguien más y alguien más te pertenece...aún te pertenece esa luna?

Yo te amo, así como amo lo que cada noche trae consigo, destellos, brillos y recuerdos...Añoranzas de ti y de tu cuerpo, ése que solo recibí dos noches, pero que cada noche me acompaña como si fuera mío y de nadie más...Te amo, así como amo esa luna que iluminó nuestras noches y aún ilumina las mías con el deseo de que la mires y me recuerdes...
Ríos de palabras y océanos de gestos resumidos en hermosuras faltas de descripción, y allí estuvo ella como testigo, el único testigo de ese lazo que nos unió, de ese amor que de nosotras creció...ella es causa y consecuencia...Y ahí está, como siempre, como si fuese una noche cualquiera contigo a mi lado, entre mis brazos, tus labios en los míos, tus manos en las mías, tu cuerpo y el mío en uno solo...Como si fuese una noche contigo, con tu aroma, con tu voz, con tus besos...con tu ser en mí...
Extrañarte es poco cuando te miro a través de la noche, añorarte es poco cuando invades mi ganas de ti...y ay Dios, amarte es poco cuando eres lo único en lo que pienso...Aquí está ella, la luna, nuestra luna, tu luna...y aquí sigues tú, mi amor, mi único amor.

A ti, luna siempre incandescente, flama de todo lo que soy y de lo que fui, mírala como la miraba yo, con recelo y con amor, con dulzura y con pasión;
Cuídala, contémplala, ámala...
Pero cuidado!!...
Que no advierta tu presencia, que no se distraiga, porque ella ahora ama y la aman, podrías quizás faltar a su cometido de amar...Y ella podría faltar y caer...Podría notar que a través de ti la percibo yo a ella, que la siento...Puede notar que cuando te miro es a ella a quien mi visión se dirige.

Así que calla, respeta la noche, respeta los minutos de amor que ahora entrega...Silenciosa como solo tú, mira de lejos, siéntela en la distancia, cántale al oído y susúrrale amor, sé testigo de ella, de su milagro,...Abrígala tiernamente y regálale sueños tan maravillosos como solo ella.
Entrégale recuerdos si notas que piensa en ti mientras yo pienso en ella, cuida que no esté yo en su mente, y si así llegara a ser en un instante, en un segundo, únenos en pensamiento...Pero si no es así, amaremos de lejos su risa, y respetaremos su felicidad, porque ésa promesa se hizo, esa promesa se cumple.

Préstate a ella, a esos ojos que no son los míos pero que la observan ahora, no eres mía después de todo...Vívela, pero recuerda que hay un amante oculto al que le debes rendir porque ante ti se rindió una vez...Tú, luna, a la que le hablo, serás tu misma cuando llegues a sentir que aún me amas...Esa luna eres tú.

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