Tu llanto

...Hoy te vi, como siempre tan hermosa, pero no como siempre radiante...

Se desprendía de ti una sombra, ésa que es conocida por pocos, ésa a la que llamamos dolor. Vi lágrimas despojarse de tus adorados ojos, esos que tanto contemplé, vi llanto surgir de ti, vi sufrimiento y no logré entender la razón para su injustificada existencia.
Me vi como tu apoyo, y agradecí tus pensamientos hacia mí; sin embargo, no puedo pretender alegría cuando tu corazón está deshecho por razones que quizás me incluyen, que quizás me culpan, y que quizás ni yo misma he generado. Cómo comprender que sufres a manos de quien te habló tantas veces de amor y de respeto? Cómo comprender que en sus brazos estás mejor que en los míos...Hablar de respeto es una cosa, pero hacerlo valer es otra; Y por Dios, respetar es sinónimo de amor y no hay razones válidas para hacerlo desaparecer...Siempre hay algo más grande, y es a eso a lo que se debe recurrir bajo las tentaciones ajenas al corazón compañero...Cómo es posible entregar la suavidad de tus besos, la ternura de tu boca y la sensación que regalan juntos a una persona que no es la que recrea en ti sentimientos como los de un niño...Cómo se puede renunciar momentáneamente al deber de la fidelidad carnal?
Y es que no solo somos cuerpo, somos espíritu y alma también...cómo puede ser posible reducir todo eso a una línea tan imaginaria que nos haga rendir infidelidades no al cuerpo, sino al corazón...
Que Dios castigue a quien hace emerger de ti tal dolor, porque no merece menos que tu indiferencia, que Dios rija sobre la posibilidad del arrepentimiento de ella y del perdón tuyo, pero nunca en la posibilidad de aceptar ese hecho...Porque miles de veces podrá moverse un río en un solo segundo, pero es la misma humedad la que consigues...Las culpas no se retornan, los perdones tampoco, y nunca será bien visto que el entregar un corazón sea recompensado con dolor...nunca será bien visto que al amor se le pague con desgracia, y menos con infortunio.
Nadie merece lágrimas por amor, y nadie vale la PENA...Pena es todo aquello que aqueje al alma, y al alma no le hace bien la mentira.

Mentir no es necesariamente ocultar la verdad, obedece también a no dirigirse fielmente al corazón.