Siente…me

Dibujo4 Habita en mí el sabor de tu boca humedecida no sólo por tu saliva sino también por tu sudor. Gotas de agua salada surgiendo de los poros abiertos de la piel, intentado inútilmente enfriar la superficie ardiente que despierta con los besos encamados. Y yo, con estas ganas acumuladas de arrancarte la ropa sin pensar dos veces en las consecuencias, solamente con mis deseos de fijar los ojos en tu piel desnuda, que frente a mí no hace más que calentar el mundo y calentarme a mí.
No pasó un solo minuto para desvestir tu frente superior, recordaba de memoria los relieves supuestos sobre tu ombligo y debajo de tu cuello, bastante hermosa te vistes desvestida, reconocer tu pecho con las yemas de mis dedos fue lo que quise hacer, logrando erizarlos un poco y a ti excitarte. Aprieto tus senos porque me llena de vapor interno hacerlo, escurro mi lengua dentro de tu boca y me muerdes los labios con fuerza sosteniéndome enfrente tuyo aún cuando yo quiero sumergirme más adentro de  ti. Mis manos se pierden en tu espalda y entre tu cintura, bajan un poco más para encontrarse con tu cola y atraparla para que se acerque hacia mí mientras que te acerco a ti a la pared más cercana. Te beso con rapidez pero con profundidad, me encuentro con tu lengua afuera de tu boca que humedece mis labios para luego meterse entre ellos y regresar al beso. Me volteas contra la pared y te frenas enfrente mío, tomas una de mis manos y la pones sobre mi cabeza entrelazando tus dedos con los míos apretando por cada movimiento armónico de tu cadera hacia mí. Tu otra mano ha comenzado a trazar una línea por el centro de mi cuello y lentamente se ha dirigido hacia abajo deteniéndose un rato en mis senos que se han erguido y sonrojado con el paso de los minutos, tu boca se desliza hacia ellos y con tu lengua los humedeces generando en mí un escalofrío que aún ahora siento recorrerme, tu mano sigue bajando y entre mi pantalón ha encontrado el rincón más húmedo de mi cuerpo que lleva bastante tiempo sin ser visitado por tus manos que vuelven a salir a la superficie después de haberme excitado un poco más y de haberme dejado con el deseo profundo de ser tocada hasta el éxtasis profundo.

  1438689247_small
Has detenido todo cuanto hacías y me has dejado muda en un momento en el que quisiera sólo gritar, me miras, mientras que yo te miro y te remiro hasta llenarme de ti por dentro y del deseo tan ardiente que se está acumulando en mí, las ganas de tocarte se han convertido en llamas encendidas que desean ser aún más poderosas para quemarse en ti, y tú sólo sostienes una sonrisa dejándome ver tus labios unos cuantos centímetros sobre mí y alejándolos del roce de los míos. Sabes que me tienes asomada en los límites del placer, sabes que así necesito besarte, pero no lo haces y desconozco la razón. Busco tus labios, busco tu lengua, busco tu boca y no me dejas llegar a ellos, el clima de la habitación ha comenzado a atemperarse con el ambiente tibio de nuestros cuerpos semidesnudos, y se sienten los alientos cálidos derivados de la respiración agitada de ambas…Por fin, alcanzo tu boca, y una vez que la tengo para mí de nuevo me tomas por la cintura en un arrebato y me tiras en la cama. Tus manos se han quedado tendidas hacia abajo encontrándose con mis piernas aún vestidas y que recoges y doblas para meterte entre ellas mientras que me tocas comenzando desde la punta de las rodillas hasta los límites inferiores de la cintura, te deslizas fuertemente sin omitir espacio alguno del recorrido y adentras tus intenciones tocándome por el extremo interno de las piernas y dirigiéndote hacia el norte, donde tu mano se topará de nuevo con mi máxima intimidad aún cubierta por las ropas que impiden el roce completo. Tomas el botón del jean y lo desabrochas con impaciencia mientras que me besas en un intento por no perder el momento, deslizas el cierre y con segundas intenciones presionas con fuerza adentrando tus dedos por los espacios que ha dejado descubiertos. Prosigues desnudándome por completo y mirando lo que con tanta creatividad y desesperación haz descubierto…te concentras de nuevo en mí; te tiendes en un solo movimiento sobre mi desnudez y me invitas a quitar lo que aún queda de ropa en ti, no lo dudo dos veces y desde mi pasividad desabrocho y quito tu pantalón para igualarte a mí, mis manos persiguen tu espalda que se ha comenzado a sentir húmeda y caliente, veo por tu frente resbalando algunas gotas de sudor que no pienso dos veces en recoger con mis manos al tiempo que acaricio tu rostro mientras que en un beso interminado nos seguimos encontrando con la pasión labio a labio, rozándola con la lengua húmeda y suave. Nuestros cuerpos se descubren desnudos y no desaprovechan la oportunidad de conocerse por completo, siento tus senos intercalados con los míos, y tus piernas buscan entre las mías la posición más adecuada para lograr el roce en su totalidad; abandonas el frente y te tiendes como persiguiendo las manecillas de un reloj, comenzamos un juego de extremidades que se tocan entre sí tratando de encontrar un encaje perfecto para el éxtasis, una situación orgásmica entre gemidos, latidos y bocas ya no compartidas. El movimiento de nuestras piernas se torna rápido y atrevido y se acompaña con nuestras caderas al compás del deseo y de las ganas de sentirnos la una a la otra…Nuestros sexos humedecidos se encuentran entre sí y se rozan con la intención de estimularse y de seguirse hacia el orgasmo compartido, ya, bajo el estímulo de la manipulación que les hemos cedido, te escucho gemir cerca de mis pies mientras que aún te contoneas hacia mí. Ahora mismo necesito de tus besos para calmar mis ganas de ti, que aún estando en proceso de saciarse, se incrementan y piden tu boca a gritos. Giras tu cuerpo sobre el mío, y tu rostro regresa al mío goteando sudor sobre mi frente, te recibo con los ojos cerrados y con mis labios dispuestos a recibir tu lengua y tu boca para extasiarme aún más en ellos.

Dibujo1

Estando sobre mí de nuevo, encajada entre mis espacios y ubicando tus voluptuosidades entre mis relieves, siento como tu mano busca de nuevo la línea que ha trazado anteriormente y ahora que tiene el camino abierto se incorpora dentro de mí con un movimiento lento pero seguro hacia la humedad propiamente dicha. Tus dedos se pierden en la intimidad de mi desnudez mientras que yo comienzo a perderme en la sensación de un dolor aparentemente inocuo cediéndole presión a la cama que me sostiene y que siento que sobra debajo de mí, me llena un escalofrío profundo que se va acumulando en la garganta a modo de nudo que escupo tras gemidos cortos pero profundos que se pierden entre los sonidos que surgen de la cama según los movimientos que provienen de nuestros cuerpos, siguiendo esta gran sensación y acorándose con el éxtasis que respiro de tu aliento. Me aferro a tu espalda arañándola y apretándola para acercarte a mí y que no pierdas la armonía de tus movimientos que aumentan su frecuencia y profundidad, tus dedos no se detienen y tu pubis sigue acercándose a la mía mientras que yo trato de acercarte la mía y de moverla para dirigir el ritmo de tus dedos. Mi cadera acompaña el movimiento de tus dedos casi tibios incrementando la tensión que se está liberando en la habitación…Tus besos comienzan a quedarse estacionados en mi boca buscando un poco de descanso y nuestros pulmones apenas si pueden darse abasto, muerdes mis labios y me sueltas para comenzar a respirar por tu boca. El sudor rellena los espacios vacíos que hay entre nosotras que somos las coristas del placer cuando nada más puede escucharse a nuestro alrededor, más que el gemido de la cama que parece compartir el éxtasis del que nos estamos llenando justo ahora con la timidez desaparecida y con el placer coloreando nuestras mejillas e inundándonos de un calor antes compartido que quería desfogarse entre besos, manos, piernas, pliegues y movimientos. Con tus dedos y sus alcances hacia mis zonas descubiertas y abiertas para ti, el dolor se ha transformado en una explosión interna de sensaciones estacionadas en la cima del éxtasis que ha pasado desde mirarte hasta sentirte como parte de mí lográndome excitada para ti y tus objetivos. Ahora, sorprendes mis sentidos y su umbral de exquisito placer bajo un beso totalmente entregado buscando en mi boca la humedad que necesitas para continuar el acto, tus manos han tomado las mías para amarrarlas sobre la almohada en la que estoy recostada y pierdo el contacto con tus ojos, tus piernas comienzan a deslizarse y a forzar las mías a abrirse un poco más, tus labios, tu lengua se sienten húmedos traspasando los límites inferiores de mi cuello, siento como rodeas con tu boca uno de mis pezones para luego lamerlo, dejándome un escalofrío que me recorre en línea recta hacia el ombligo y luego un poco más abajo, tus manos ahora acompañan tu boca y pasan sobre mi vientre acariciándolo mientras que siento el camino mojado que has dejado por todo mi cuerpo que al contacto con el aire me provoca y me tienta a continuar buscando saciarme de ti. 

lesbian2Tus manos llegan a mis piernas y ante tu contacto con ellas me recorre un temblor en todo el cuerpo, que me deja muda y casi pasmada ante la acción de tu boca, que poco a poco se acerca más y más hacia mi entrepierna. Tus manos, tan curiosas como un gato, comienzan a tocarme con delicadeza en intentos de caricias que rebotan de nuevo mis ganas de estallar, pasas tu mano sin introducirla en ningún lugar específico, le das tiempo de aparecer al éxtasis que ocasionas con cada movimiento por mínimo que sea, y luego tu boca toma partido, humedad con humedad, tibio y tibio, pero no buscas concluir rápido, así que besas despacio y siento que tu lengua logra alcanzar mi clítoris un segundo por vez, tus manos mientras tanto se entretienen seduciendo mis pechos manteniéndolos erguidos y a mí por completo excitada. De repente, el juego de tu lengua se intensifica y se encuentra con mis nervios pasionalmente seducidos por el roce de tus dedos unos minutos antes y les reemplaza ella, húmeda y cálida por terreno propio mientras que yo, hecha una piedra hirviente me tiendo en la incapacidad y estiro mi cuello hacia atrás buscando modos de desechar las cargas eléctricas que por tu boca y tu lengua se crean bajo mi vientre. Mis manos buscan tu cabeza y la dirigen aún más precisa hacia donde debe moverse al tiempo que yo me muevo debajo de tu presencia ubicándome exactamente en el punto más alto de placer. Como parafina hirviente siento que me recorre el sudor y como un río helado siento que me recorres tú con la suavidad de tu tacto y de tu humedad. Siento que se me retuerce la cabeza y me inundan las ganas de delirar ante tu actuación, que continúa y se guía paso a paso según los gemidos que te regalo, apresurados y ya casi no tan profundos por la escases de aire que orgásmicamente me ha dejado sin oxígeno alguno…Todo él, botado en el aire aniquilado por la maestría de tu boca, de tu boca y tu lengua, de tu lengua y su humedad, de su humedad y su suavidad. La tensión se recrea en el momento y mis manos buscan agarrarse como bajando de una montaña rusa, las piernas no se encuentran a sí mismas aún cuando siento en ellas tus tibias manos tocándolas y apretándolas…Tomo entre mis dedos los excesos de las sábanas buscando liberar por ellos el éxtasis recogido. Las respiraciones se encuentran de nuevo cuando detienes justamente las pasionales aventuras de tu lengua en mi cuerpo.

Dibujo5

Mi espalda le ha dado un último golpe a la cama en el que iban contenidos los gritos atragantados y los gemidos pasmados entre besos, te entrego en un grito enmudecido el resultado de nuestro encuentro. Recupero un poco de la conciencia que me quedaba después de ser parte de la cena de tus labios…mi cabeza ahora tendida hacia atrás busca tu rostro mojado para verle sonriente y cansado, coloreado y llamativo para mí, que desesperadamente necesito de un beso que me devuelva la vida que lograste robar de mis latidos segundos atrás. Te veo en una sensualidad encantadora y ladrona de momentos de calma que terminan como hoy, en tu piel, en tus húmedos espacios y con tus manos sobre los míos. La exquisitez del pulso removido por tus astutas manos que en frío despertaron lo caliente, el veneno de tus besos que desaparece las incomodidades para convertirlas en lujuria, los pasos de tu lengua que como de ambrosía se alimentó de la intimidad de mi cuerpo nombrada bajo la desnudez de ambas…El éxtasis y el clímax alcanzado entre espacios llenos de carne y de pasión…Y finalmente…Con un beso se cierra el acto, pero no termina la escena, porque una vez descansados los cuerpos, serán fieles de nuevo a la aparición del deseo.
Mientras, te miraré, nariz con nariz, abrazada a tu geografía sin soltar por un momento la cintura que me mata y que me hace migajas cuando se presta para tomarla así en tu desnudez, me cautivo por tus labios y por el espacio que decoran y que exploro beso tras beso; me pinto un cuadro de tu piel canela palpable para mis delirios carnales, me comparto la sensualidad con la que reposas en mi cama cubierta de los restos fluidos de nuestra encarnación femenina.
Respiro tus alientos y te siento en todo lo que soy…el mejor momento es cuando sé que estás compartiendo mi deseo y que no te vas de mí. Que te tengo aquí, y que en cualquier momento contigo presente, siempre será posible hacer el amor.

wnf1

0 Silencios...: