Rota,...otra

Confieso,...con una mueca un tanto desagradable,...una sonrisa fingida y el alma semi rota...que reía por ella. Su presencia era un manantial en el que -tranquila- navegaba día por día, un halo refrescante sobre mi espalda, fulgor en mis manos,...tibia primavera en mis ojos. Cuán dulce podía ser su voz,...cuán sublime su abrazo,...o sereno su beso.
Puente a mi felicidad y roca de fortaleza,..no una rosa, un roble pequeño, y no por pequeño débil. Delicada aura que se transformaba en el más apacible amor. La plenitud en su pecho,...mi más hermoso tesoro.
Ahora, escucho el piano, y cada nota me la recuerda,...una melodía triste y taciturna acompaña mi cansancio,...un poco de tormenta a través de mi ventana,...un poco de tormenta adentro en el alma,...ojos que llueven, garganta que alcanza, lengua que quema,...ella, el piano, la noche, la lluvia...jueves, mil veces jueves,...tanta veces más un jueves, y yo rota.
Ella me habla, busca encontrar algo que en mí ya no existe,...soy otra, soy rota, otra, rota, otra...soy sin ella,...
Soy, el espacio vacío entre nuestras manos, el abismo entre nuestros ojos, el infinito entre alma y alma...la eternidad entre amores negados...

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