Prometí no llorar,...cansada de que las lágrimas rompan cada sonrisa,...lo prometí.
Pero en una noche de agosto se atiza el imposible, se quiebra la razón, se inunda el alma, y vuela la imaginación.
Puedo verla,...juro que puedo verla, y mientras la veo, puedo escucharla,...y suena a ella...a la pequeña mentirosa, a la ladrona de vida, a la asesina de tiempo,,...suena como a mi vida perdiéndose en el delirio bajo y perdido,...suena a negros y violetas, a la esencia y sus vueltas,...
La veo sonriente,...y conjuga con su silencio, con mis ganas de verla, y con ella ausente.
Descubrí que se burla de mí,...así como tiempo atrás...se burla de mi inocencia y mi estupidez, de mi aparente desnudez,...
Prometí no llorar...pero ella aparece y habla, miente, grita, y luego desaparece,...laberinto infinito de una verdad en procura de decir que fui yo la culpable en traición a la verdad que la llama a ella a cama ajena, a traición escrita, a engaño palpable, verdugo proscrita.