Cansada

Estoy cansada de extrañar-te,...llorar no sirve, reír tampoco.
Podría saltar tres metros, hundirme en el agua, ahogarme, y luego nadar, nadar...sí, nadar. Cómo me gustaba nadar...pero nadar, nadar tampoco sirve.
Podría perderme en un libro, leer por horas, escabullirme en las letras, y quizás, escribir un poco.
Cómo me gustaba leer,...pero leer, leer tampoco sirve.
Podría correr, ponerme mis mejores zapatos, un reloj, camiseta y pantalón,...correr a riesgo de hacerlo sin frenos, sin voluntad, por inercia, hasta caerme. Cómo me gustaba correr,...pero correr, correr tampoco sirve.
Podría escribir, y lo hago, ves cómo lo hago, me pierdo en verbos banales como nadar, leer, correr o escribir,...hacerlo, llenarme realmente de letras, atiborrarme de ellas,...pero no sale bien. Es como pescar en un lago muerto,...no hay posibilidades, mas que el vacío y la espera. Cómo me gustaba escribir, lo recuerdas?...pero escribir, escribir tampoco sirve.
Así que me siento, de preferencia en un rincón, apoyo mi frente en mis rodillas -estas que ahora tanto duelen-, me abrazo a las piernas como si fuera un salvavidas, y como reír no sirve, simplemente empiezo a llorar.
No hay un horario...es una sorpresa, cada minuto lo es...es ver el mundo pasar, y yo observar...de lejos, vigía del tiempo...y verlo todo pasar. Es ver un petirrojo sin terminar y no saber qué doblez le permita volar...es,...es eso. Es ver un petirrojo, quieto, sin alas, roto,...atado...un petirrojo que mira hacia arriba y extraña, anhela, añora...es un petirrojo que no sabe volar...que sólo puede -atento- ver de lejos unas alas que ya con él no quieren más los vientos surcar.
Así que como estoy rota -sola-, incompleta y un tanto ya de todo, loca...me siento en el suelo, miro hacia arriba, recuerdo cuando volaba,...reír...cómo me gustaba reír...pero reír tampoco sirve...y aunque tampoco llorar ha de servir, me tienta más el suelo inundar.

0 Silencios...: