De repente (entonces), todo cambia cuando miro hacia arriba, el azul es...azul. Todo es igual, pero distinto. Una huella que pisa en las sucesiones de mi cabeza...Se escurre el lodo y se vierte el verde de la mañana en los azulejos límpidos.
No más de un sueño perdido, no más de la ilusión náufraga. Mi orilla es robusta y basta, y seré rescate al alba, y al alba volveré con mi nombre en alto, y mis pupilas en la ausente pero viva melancolía.
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