Te necesito

¿Qué hay tras las ventanas en una tarde de lluvia y qué trae consigo cada gota que cae?

Estoy de pie una vez más ante mi ventana como si esperara una llegada o una ocurrencia del destino, ése destino en el que no creo y en el que no apoyo mi vivir...A tal punto ha llegado mi corazón que ha comenzado a creer en lo que está falto de iluminación y de realidad...A tal punto ha llegado mi soledad que pensarte me lleva a extrañarte, y extrañarte me conduce a una necesidad profunda de ti, de tu sabor, de tu olor, de tu mirada, de tus manos, de tus palabras.
Estar en compañía de la nada es sentir una daga hirviente que cada segundo planea su dirección hacia el corazón que te espera...Ya no hay paciencia, y se extiende demasiado la demora de tus labios, de tu cuerpo, de tu ser, alma y corazón...La esperanza se agita y se impacienta en ella misma porque ya no halla refugio que evite la desolación.


Se sienten vacíos, vacíos que nunca se han llenado y que no deberían existir si no hay forma de que hayan sido creados con tu presencia; pero, cómo me explico a mí misma que el vacío nace es precisamente de no poseerte ahora que tanto te necesito...Es que no entiendo porqué es sufrimiento lo que me llena si siento felicidad y plenitud al estar contigo. No tengo una razón capaz de asumir la explicación de esta distancia que desgarra tanto, que quema profundo y adentro como queriendo que el corazón deje sus sentimientos de lado con tal de no sentir más la pesadez de tu ausencia.
Qué es más injusto que amarte y no poder llegar a ti. Ay mujer, cómo le dueles a este corazón, cómo le dueles a esta esperanza...Por qué te ocultas sin esconderte, porqué huyes si no corres, porqué te siento si no te tengo...


Lluvia que cae, gotas que se deslizan, ruido que ensordece, llanto que brota y se camufla, llanto que no cesa y no caduca...

Me llenas y me faltas, te río y te lloro...más dualidad no es posible al amarte sin medida y al mismo tiempo con el límite que a diario pesa más y es más que la voluntad de tenerte. Siento rabia, rabia de no tenerte, rabia de tener que esperarte, rabia de sentir que no estás, rabia de sentir celos...


Siento celos no de la persona, no de la mujer, no del hombre...
Celos del viento que acaricia suavemente tu rostro;
celos del agua que recorre tu cuerpo centímetro a centímetro recogiendo de él tu dulzura, tu sabor, tu aroma;
celos del cielo que dirige su mirada a ti cada día y te regala brillo;
celos de ese mismo cielo que te permite caer dormida en la ternura eterna de tus ojos al cerrarse;
No hay detalle de tu vida que no envidie, no hay objeto que no quiera ser si es posible tu estar cerca...
Y es que el viento no te siente en su caricia y no logra un suspiro de tu boca porque no hay ternura en él.
Y el agua no se estremece al recorrerte ni encuentra éxtasis en los rincones prohibidos de tu desnudez.
Y el cielo no te mira con recelo cuidándote de las miradas envidiosas, él te mira simplemente como una sombra vagabunda que se esfuerza por llegar hasta el final de su día para descansar en su noche.


Si yo fuese el viento, susurraría palabras de amor a tu oído, te hablaría de ti y de mí, de tu hermosa existencia, de tu maravilloso vivir…Si yo fuese el viento, no me esforzaría por soplar con más fuerza para que me sientas porque sabría que hasta la mayor suavidad de una caricia con mis manos llenas de ternura te haría sentir amada…Si yo fuese el viento, llamaría las más deliciosas especias para que acompañaran tu respirar cada minuto…Robaría tus suspiros y suspiraría cada segundo por ti…Si yo fuese el viento formaría un diminuto remolino entre tus manos para que sintieras las mías acompañando tu caminar…Si yo fuese el viento solo tú me sentirías porque solo para ti existiría…


Si yo fuese agua, recorrería tu geografía con temor, temblaría solo con posarme sobre ti, y antes que dirigir mi pasión con desenfreno, me llenaría de ti y de lo que eres…Pasiones hay muchas, amores hay pocos…Me dirijo a ti con amor, del puro, y con la absurda idea de querer convertir emociones en una forma de llevarte al éxtasis profundo que solo genera el placer de estar con quien se ama…Si fuese agua humedecería tus labios pretendiendo un beso de ellos para perderme en la ternura de tu boca…Si fuese agua no te tocaría, te sentiría!... no me preocuparía por desgastarme en gotas sino porque sientas que me deshago por el calor que de ti emana.


Si yo fuese cielo, serías mi sol, mi luna…Si fuese cielo, cada estrella sería una sonrisa pintada en tu rostro, y habría lugar siempre para una más…Si fuese cielo, vigilaría cada paso tuyo y obedecería según tu voluntad, luz si quieres verme, oscuridad si quieres sentirme…Si yo fuese cielo, abrigaría tus noches, cuidaría tus sueños y cada amanecer sería nuevo y diferente solo para que tus ojos se sorprendieran.


Pero, no soy ni viento, ni agua ni cielo…Te percibo lejos, y mientras más te creo cerca más real es que el horizonte es inalcanzable, no importa qué tan cercano lo veas siempre estará igual de lejos, igual de imposible.


Te necesito, y necesito de ti la vida que me regalas con solo existir, esa vida que siento que se me va y que se pierde cuando distingo esta realidad sin ti.


Siento rabia, sí, rabia de amarte tanto, y rabia de no poder amarte…

¿Qué hay tras las ventanas en una tarde de lluvia y qué trae consigo cada gota que cae?
Cada gota que cae no es del llanto del cielo sino del llanto del corazón que se esconde tras las ventanas.

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