Mis palabras surgen sin ánimo de ser vistas,...o quizás escuchadas,...sin ánimo alguno de encontrar descanso en el aire que rodea tus oídos,...sin querer estacionarse en algún punto de tu humanidad. Pues, al final,...al final de aquello que no quiere terminarse,...está el principio de cada letra,...Y es así entonces como no espero que a ti llegue,...porque lo busque o no,...el efecto a lograr no será mayor que el de tu misma sincera indiferencia.
Podría cansarme de repetir "Te quiero",...podría ser que en mi vocabulario sólo ése estruendo se manifieste,...o, podría ser que, quizás, entre palabras insolubles flota esa emoción,...emoción que invade y se acumula,...emoción que atraca y aún, estimula.
...Y es que cuando entregas el corazón y lo rechazan te invade la furia,...porque la grandeza de "ser" está hecha desmedidamente para "darse", no para esconderse tras tapujos indelebles en el corazón. Entonces es con rabia que grito,...mas no con rabia te quiero,...aunque quisiera odiar lo mucho que te quiero, para no quererte más de lo que debo. Pero esto no es deber,...es íntimo regodeo,...
Si digo "te odio" no es porque te odie, sino porque en esas palabras mi alma se fundamenta para no quererte,...y siendo así quizás te quiero mucho más,...quizás ese "te quiero" es la punzada perfecta,...el juicio encadenante a la ausencia de razón. Cúlpame de quererte entonces...ése es mi error,...pero no me culpes de ser infiel a mi razón,...es mi razón el cartucho que explota cuando mi corazón te toca y tus manos no responden, cuando mi alma te busca y en la oscuridad te escondes...Quizás ése es mi odio...no falta de amor sino exceso del mismo, ausencia de voluntad, precario raciocinio, signo de debilidad...Soledad acompañada de "sola"...canto seguido de llanto, sereno escondiendo la lluvia, frío tapizando el invierno,...Y al final, siempre al final, un "te quiero" enredado entre las ramas del sauce de mi felicidad ausente.
Te quiero, palabra ignota para el "saber" que disfruta de la estupidez del "sentir",...castigo!
Es este el juicio final,...comandado por las sábanas limpias y las manos buscadas...lágrimas congeladas, desiertos inundados, burbujas enterradas...Me bastaría con crearte en mi ausencia de luz y jugar con el imaginante residuo de mi conciencia...Pero, ¿Acaso no sería conformista el abrazo a la similitud mas no a la exactitud? Si te quiero, porqué no añorarte a ti lastimando tu vacío...Tendrá razón entonces la flor,...que entre blanca piel y tierna sabiduría sembró palabras en tierra...Amor es el castigo de quienes no aprendimos a vivir solos...Amor es la respuesta a la no-pregunta, pues quien pregunta se ausenta, y sólo los idiotas nos atrevemos a dar respuesta.
Idiota es aquel que ama entonces...Idiota el que entrega hasta el vacío...Idiota yo, que te regalo "te quiero" en la ilógica basada en un odiarte...Y es que odiaría amarte, tanto así, que amaría encontrarte...
Te reto a juzgarme de locura...de estupidez,...Y, repito, falta de cordura. Dime tonta, alimenta mi tortura...Que bajo el manto invierno de tus silencios, yo aún te quiero. Te quiero odiándote, tal vez...Pero, qué tipo de amor sería éste si no buscara mendigarse a sí mismo para quererte un poco más...Qué amante sería yo, si escogiese perder tu rastro en la misma inconformidad del humano...Este amor es sublime, es un "te quiero" tapizado en rabia...¿Porqué? No me preguntes, es como siempre mi alma la que te habla.
Yo mientras tanto, simplemente...Te quiero.
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