Arráncate de mí

Cansada me hallo de la meditación que genera tu nombre y tu sola existencia, mis días se recorren en las preguntas de siempre, los porqué aún rebotan como gotas de lluvia sobre el suelo y alcanzan la soberanía de mis oídos que impacientemente siguen buscando respuestas que no llegan porque quizás no existen.

Un grito acumulado en la garganta te pertenece, no para alejarte, sino con la intención de una cercanía tan tangible como solo tu presencia…Un grito de desolación más que de desespero, ansiedad de soledad y locura de ausencia.

Porqué no te arrancas de mí como un fruto de su seno impaciente por tocar tierra, porqué no me dejas el corazón limpio tal cual lo encontraste, porqué debo recoger yo los escombros de lo que fue, viviendo en las ilusiones fantásticas de lo que podría ser…Me lastimo ciñéndome a tu recuerdo y no encuentro un camino paralelo al tuyo que me remita a la tranquilidad de la soledad sin un pensamiento que no te evoque.

Mis ganas de morir se impactan a diario sobre mi voluntad y sólo se invalidan ante la imposibilidad de verte de nuevo. Un destino diferente, una historia distinta y un pasado en blanco son mis deseos al no tenerte; pero te tuve y eso gangrena el alma y de ella drena el sentimiento de lo que eres, de lo que fuiste…Porqué no te mezclas con el pasado, porqué no te cercenas de mi presente…Dios! Porqué no te vas de mi futuro?

Arráncate de mí, rompe tu lazo, rompe con ironías y látigos indiferentes este corazón que no puede escapar de ti, clávame la daga que culmine de una vez este dolor que quema y que mata de a poco, regálame la certeza de cerrar mis ojos y verte en mi último reflejo como ese sueño que jamás cumplí, pero ahoga de una vez este corazón que no deja de pedirte aún cuando a veces te olvida…Arráncate, bórrate y elimina tus cenizas para que no quede forma de reincidir en ellas, cédelas ante torrenciales de viento que las lleven lejos, desaparece con la noche, ilumina tu camino pero aleja ese destello de mis ojos, porque ya no lo soporto…Mi llanto no cesa, mi otoño no culmina, mi orgullo lastimado sólo quiere retornar a la idea de un bienestar que no te incluya…Vete, aléjate y no dejes rastros que pueda seguir una vez que esté destrozada en vida y ahogada en la muerte…

Arráncate de mí y llévate contigo la necesidad de tu abrazo y el deseo de tu cuerpo, corrompe por completo la ineptitud de quien sin ti no puede vivir…Llévate el sinsabor de lo que causaste y aprende a recordar con pasión y desvelo que quien muere en tus brazos te amó, y que esa mirada que te regala mientras fallece es la misma de siempre, llena de ti, una mirada en la que expreso mi tristeza y felicidad…La mirada que siempre te clamó con felicidad. Arráncate de mí y llévate mis ojos contigo para no tener que verte a lo lejos…

Desde que te vi por primera vez mis ojos, mi corazón y cada pieza de mi ser te pertenecieron…Entonces al partir llévame contigo o bien destrúyeme para no ignorar que prefiero la muerte antes de verte partir…

Que no quede rastro de lo que fue - Es o pudo ser - que no quede rastro de ti, de mí - de las dos - que no queden pendientes ni recuerdos, - que no quede nada -

…Sólo arráncate…

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