Al silencio

Hoy me quiero entregar al silencio…ése que tan pocas personas entienden, ése que tan pocas almas escuchan…ése que aún estando vacío, se siente.
La noche está en pie, fría, triste, con un viento incesante que repite un eco de “nada” y que congela la razón para traer en pos suyo a la melancolía…Melancolía de la ausencia y de la añoranza…”Nostalgia y melancolía puras, de las que ruedan por las mejillas y mojan el corazón”…autopistas de pensamientos vacías para no recordar; bibliotecas de sueños incorruptibles, acordeones de vida pasada y presente…el llanto atascado en la distancia que se define imperdonable y, con él, el espacio inhóspito para recrear un dolor creciente y una espera presente…Utopía.
Y quiero hoy que se camufle mi tristeza bajo la lluvia, sí, en ella me excuso para dejar libre la sal de mi garganta, sí, con ella libero la excursión de lágrimas atoradas en mis ojos…Y mientras, siento la brisa remojando mi presencia ausente, aquella que en silencio llegó a mis oídos para aclarar el horizonte, para verter en mí palabras de las mansas, de las cálidas y calladas.
Me doy al silencio para encontrarla a ella, para sentirnos bajo el mismo cielo, bajo los astros que dieron luz a lo iluminado por el alma…para tocar la idea de su mundo y sentirlo como propio una vez más. Cierro mis ojos para bañarme en esperanza, una de olvido, una de dicha sublime. Lloro no por triste, sino por la felicidad perdida; no por sola sino por compañía ausente; no por dolor sino por dicha faltante…No por mí, sino por ella…Ella y su silencio, ella y su vida, ella y sus gritos a mi alma. Lloro por la ausencia de una sonrisa y por las sonrisas que me comparte el tiempo; y, me entrego a la tristeza, para que se termine, para que se marche, para que tome de mí cuanto soy y cuanto le debo…Para que olvide mis deudas…Para sentir sin doler, para doler sin pensar, para pensar sin recordar, para recordar sin ser.
Hoy me quiero dar al silencio…ése que ella entendió…ése que, consigo, trajo a mi puerta un corazón, de los pocos que hablan callando…de los muchos que hieren hablando.
Me doy al silencio para, quizás, encontrarla en virtud de recordar…Para estar tranquila, para no sentirme sola, para dar un “te quiero” sin hablar…Para poderme romper y simplemente llorar.