Cumpleaños

Cumpleaños cumpleaños...mmm, un año más de vida, un año más de triste, unos cuantos años más de mirar de lejos...de no estacionar, de seguir sin rumbo mirando al cielo, mirando al suelo...amando estrellas y pequeñeces...amando al amor desenamorado del amor...preguntándole a la caricia perdida por las manos lejanas...hablando con el cosmos, discutiendo con el horizonte...viviendo casi a medias...casi sola...en soledad de solos, de ausente, de perdida y casi de infiel. Infiel de qué?? ...de quien soy por no poder ser, o por serlo pero sin vivirlo a rienda suelta...de serlo amarrada a la lucha con el "mundo" ése ausente de sí mismo, de ser yo sin ser yo porque si soy yo no lo alcanzo a ser...
Y para algunas personas "Y" -yo- basta la luz para llegar a ser, así...casi del todo, casi corriendo, casi sintiendo TODO...casi comiendo ansias de ser feliz...y sin comerlas del todo para no gastarlas antes del banquete de felicidad total...así acostadita, en sombra de sauce, en pasto fresco...en cielo despejado, en compañía perfecta, en lazos invisibles de almas, en sonrisas escondidas entre chispas y visibles para quien no ve...hilito de esperanza, esperanza y vida, vida y emoción, emoción encauzada en "lindo".
Soy ser de sentir, no? Lo comprobé al amar desde cero, al darme sin saber, sin responder, sin preguntar...al fingir mundos vacíos acompañada...y supe que quería amar para seguir amando, que quería sentir para seguir viviendo...Y, depronto, al perder me sentí en pálido, en hueco y en túnel...Y descubrí que amar es huella, huella imborrable, huella que penetra alma...alma que no siente igual. Yo fui la excusa del destino para marcar una "x" en soledad, una que no entendí y aún hoy, años después, no entiendo...pues soy dependiente de la luz, de la flor, del Sol y la Luna, de las noches estrelladas y las goticas de lluvia, de las nubes afines al pensar, del horizonte claro frente al mar......y al descubrirme sola...me descubrí triste. Soledad de triste, triste de soledad...y es el sonido de la soledad el que vuela, el que se ve...el que se siente y el que llena. Supe entonces que amar es para mí respirar, que vivir va ligado a mi alma, que mi alma sólo es feliz si ama...y se alimenta de lo sublime, de lo melancólico del recuerdo si es recuerdo de añoranza, no de un extrañar...de lo nostálgico de la memoria si la memoria es de anhelo, no de ausencia. Y si extraño por una ausencia. estoy entonces ausente, ausente de mí, casi un ente...y es ésa mi vida si la describo después de haber aprendido a amar...después de haber aprendido a ser...después de haber conocido la soledad. Soy ser amante del amor, vivo de él...y si de él vivo, sin él muero (y no es poesía sino certeza)...No es prosa...es lo que soy...es mi insensata forma de no razonar...es mi sensata forma de sentir. No lo entiende el mundo, la persona o el común...lo entiendo yo, que vivo de esa necesidad inverosímil de un real "querer"...sólo yo entiendo el daño, sólo yo lo entiendo...sólo yo, triste...
Cumpleaños...mmm...es triste de lo feliz que fui desde el último...es triste si lo pienso desde lo que gané porque lo perdí igual...y, es que el amor es factible, no total, es (sólo) un sueño invisible...pero el amor es al final feliz.
Aprendí a armar poemas, o al menos aprendí a pensarlos, engrasarlos, apretarlos, afinarlos, pintarlos...me olvidé de mi nombre para ponérselo a las palabras, para vivir en ellas de a pedacitos, para ponerlas en marcha, para darles el alma y la rima en prosa...Aprendí a sentir sin ver, porque así se habla cuando se vive con la esencia...así es como se grita si quiero ser escuchada...así es como se pinta si quiero ser vista. Aprendí a guardar silencio, para escuchar las miradas y bailar con ellas, para perderme entre pupilas y destellos, justico en la puerta del alma. Y es que estaba la luz...ésa que sólo yo entiendo porque sólo yo vi, ésa que sólo yo vi porque sólo yo la esperaba, y la esperaba para ser/hacer feliz...la esperaba mediodormida, en la entrada de mi casa en medio de la noche, casi enmohesida por el tiempo, casi empapada de mar. Y es que no todos sentimos igual...algunos somos comida de amor y el amor nos devora...Algunos estamos muertos hasta que amamos, hasta que nos aman...hasta que vemos...hasta que sentimos. Y entonces llegó!!
Y realmente aprendí...aprendí a perderme entre besos cuidadosos, de esos que recorres y sientes, de esos que te encierran y te olvidan, de esos que te duermen y despiertan...aprendí a abrazar el alma, para escucharla en los sonidos estruendosos del pecho,...aprendí a callar en distancia para sentir que la distancia muere si el corazón palpita...aprendí a hablar sin sonido, sin palabra, sin voz...aprendí a cantar en las madrugadas para calentarme las noches...aprendí a despertar en las noches para pensar, recrear, imaginar, viajar, volar...aprendí a caminar entre burbujas, en aire, sin caminos, en agua y en ternura...aprendí a bailar al son de unos ojos, de una voz, de un alma, de unas manos, de un cuerpo, de un vals...aprendí a mirar la Luna para irme hasta ella, para regalarla, para partirla en dos, para darle mi corazón...aprendí a querer desde un infinito...porque no existió el inicio...el principio ya existía...desde un antes...desde un alma...Y así, aprendí a dibujarla...aprendí a hacerla, aprendí a vivirla...probándola de a poquitos, como probando pan...y si pudiera, la repetiría, la repetiría cuantas veces fuera posible pero sólo la guardaría para mí si realmente sabe a ella, si es ese aroma, ese sonreír, ese hablar y callar. Y no me cansaría, nunca de repetirla, nunca de quererla, nunca de tenerla...y esperaría paciente a que fuese ella sin ser nadie más, a que ilumine siendo ella su propia luz...yo sólo esperaría...y repetiría...repetiría...
Aprendí a escuchar estrellas...y ellas me dicen que existe, y mientras ella exista, mientras ella viva (aun entre olvido sonoro e inquietante), iluminada aunque tenue, nombrándose como se llama, mientras se llame como ahora...mientras sea ella, entre pequeña y grande, entre grande e infinita...en la lúgubre distancia...pero mientras viva...seguiré yo en pos de ella...Yo, al final, aprendí de ella. Y si se ha desatado ese hilo, ese lazo,...y si nuestras almas no son ya amigas, y si todo fue ficticio...aún así la inventaría...la repetiría...la probaría...y sería en ella...pues en ella se desvaneció lo triste...lo efímero...y fue lo sublime mi hogar. Porque hogar no es casa, hogar es "feliz".
Cumpleaños, cumpleaños...y mi mejor regalo con nombre...casi desaparecido, tan fugaz como los deseos, tan presente aún como los sueños...Y la quiero, y te quiero...Qué tanto es pedirle hoy al alma un abrazo de luna, besos de estrellas o una mirada simple del pasado...no hacia él. Hoy pediría un día a tu lado...a mi lado...haciendo de una en una lo que se hace con dos...intentando volver a sentir lo arrebatado, lo triste, lo negado...Y sería feliz...así sería un cumpleaños feliz.
Gracias...digo yo...inolvidable ser de alas abiertas dispuesto a volar...te quiero, "querer" de ambos quereres...de "te quiero" y "te quiero"...Este es un llanto feliz...llanto por triste, feliz por ti...Y aunque por ti estoy triste, por ti fui feliz. Y te quiero...a corazón lleno, te quiero.
Mientras te llames con nombre cortico...mientras tu ser sea grande...te repetiría...y me bastaría...Hilos de esperanza..."Agazapada bajo las piedras y las horas, esperaste, paciente, la llegada de esta tarde en la que nada es ya posible...Mi corazón: Tu nido. Muerde en él, esperanza".
Qué tanto es pedirle hoy al alma un abrazo de luna, besos de estrellas o una mirada...una tuya...Imposible aquí, en este mundo, por eso voy de viaje, esta noche.