De regreso te pido...


En los recovecos del alma de esconden los secretos más preciados y más profundos de un corazón enamorado. Enamorado no de la vida o de la existencia propias sino más ajenas que su propio latir involuntario; y es en esos lugares donde se descubren entre sí mismos sentimientos, emociones y pasiones que pudiesen llegar a no olvidarse, a no fallar, y a ser tan encomiables que no se pueden simplemente esparcir como cenizas en el viento, sino que permanecen y se retienen casi que voluntatiamente en nosotros, nos cambian, nos dan vida, pero también nos la quitan, nos hacen únicos y al mismo tiempo reemplazables…Nos hacen vulnerables ante las miradas del mundo y ante nuestra propia mirada interna, ésa que llamamos conciencia. Sentimientos que hacen que ciertas cosas no se olviden o no se marchen de eso a lo que llamamos corazón. Fáciles o difíciles de olvidar, no es posible averiguarlo, porque esa no es la intención, la intención es conservarlos por más daño que nos hagan…Se multiplican o bien se reproducen por esa máquina del tiempo llamada recuerdo, que puede robarnos más de una sensación y más de un escalofrío…Se disminuyen o bien se dividen por esa máquina del tiempo llamada sueño, que traerá consigo la nostalgia, el llanto y la llama que nunca se encendió…Traerá consigo el dolor de la posibilidad, de la probailidad fallida, de un intento que no se intentó, de un fracasó que no sucedió, de un logró que no se alcanzó.

Forjamos que lo que somos, y lo que somos es lo que hemos sentido, somos lo que hacen de nosotros porque sin otros no hay un yo…vivimos por y para los demás lo queramos o no…Probablemente sea cierto, ciertas cosas nunca cambian, y nunca cambiarán porque nacieron y son por una persona, por una esencia que al ser única permitió que surgiera y nadie más hará que surja nuevamente…Daños que deja el pasado? Sí, remanentes oscuros que nos quitan la visibilidad, pero que debemos saber aplacar si nos queremos en un mañana, si nos queremos entregar; Perdones merecidos serán concebidos y concedidos; Amarguras ganadas serán remojadas y enjugadas en las lágrimas del dolor que recrean; Felicidades pasadas serán recordadas quizás con dolor, quizás con alegría, pero siempre recordadas, porque al final, una felicidad siempre será un motivo de recuerdo…Así como la tristeza será un motivo, no de olvido, pero sí de melancolía, porque se pudo evitar, y porque si existió y causó daño siempre existirá también el “que hubiese pasado si”…

Hay dolores que el tiempo no cura por más que le cedamos el deber de hacerlo, porque ciertas cosas son responsabilidad del corazón, no del tiempo o del espacio…No importa el tiempo, importan las risas, importan las alegrías, y ante todo, importa el amor…No hay posibilidad de que una persona llegue y ocupe un lugar que quizás no le corresponde, porque en el corazón los puestos son únicos y no se comparten, no se abandonan; pero sí hay probabilidades de empezar de nuevo, de alcanzar la felicidad en alguien más, que nos amará con igual o con mayor intensidad…El pasado no se perderá, pero el futuro prometerá igual porque siempre habrá un mañana, y siempre habrá una segunda oportunidad de amar.

Que tu corazón me conceda esta segunda oportunidad, y que mi corazón forje para ti un puesto en mi alma, en mi vida, en mi futuro, en mi memoria…Permíteme ser para ti un motivo, una razón, y déjame compartir contigo el camino hacia eso que llamamos felicidad, porque me nace pedirlo, porque me nace sentirlo; porque te necesito, porque te quiero, porque eres parte de mí, porque te amo.

…Simplemente, quédate conmigo…

Tengo mi corazón desnudo ante ti, totalmente desarmado, esperando de ti la probabilidad de cumplir esa promesa que nació cuando aceptamos estar juntas. Esperando que la vida me regale un minuto a tu lado, un segundo de tus ojos, diez segundos de tus labios, una noche de tu cuerpo, una vida de tu vida...No espero nada de ti, pero sí te espero a ti.

Te pido que me ames, que me permitas descubrir tu alma y todo lo que guardas en ella, te pido que me dejes enamorarme de ti, porque aunque me llena el miedo, lo quiero y es lo que busco desde que puedo decir que te tengo.

Regálame la posibilidad, solo eso, permíteme ser y estar por y para ti, permíteme hacerte feliz y déjame ser feliz a tu lado.

Qué espero de ti?...Nada, que quiero contigo?...Todo

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