Tatuajes

amor-enamorado

Lo que quedó impreso, clavado…Lo fresquito del alma remodelado, moldeando desde cero los instantes, llamándolos propios. Poniéndole un sello a los minutos…”inolvidable”…recordando que lo feliz no era antes tan feliz, que siempre había estado de algún modo la tristeza incrustada…Pero ahora las cosas eran diferentes…El vinito al aire, las canciones del silencio, la mirada ausente y presente…ausente del tiempo y del espacio…Presente más allá de todo, más allá de cualquier posibilidad, fija en todo aquello que estaba pero que podía ser más hermoso en lo paralelo de la imaginación…en lo grande del alma; entre aquellas posibilidades de ser a través de las sonrisas y sólo con sonrisas como tarjetas de presentación. Sí…lo fresquito del alma, del momento, de tu calidez en mi regazo, de tus manos en mis mejillas, de tu cuerpo cercano al mío…Del frío diluyéndose en los espacios cerrados del centímetro que separaba el querer, el buscar, el desear. Unos blue-jeans, una camiseta amarilla…un rostro hermoso plasmando un ser igual…Todo detrás, todo adentro, como contando cuentos, como esperando finales de esos que se roban las fantasías de tus noches a punta de sonrisas fuertes y nítidas, de escalofríos en el corazón, de esa muequita que haces cuando tomas juguito de limón…pero bebiendo algo dulce. Algo…algo como un beso.
Y por cada tatuaje nuevo, un beso antiguo, aquellos que se escaparon de tus labios hacia mis manos, mis brazos, mis hombros, mi cuello, mi rostro, mi boca…Por cada tatuaje una emoción,…por cada emoción una añoranza, añoranzas del pasado entre tronquitos y banquitas, entre frío mezclado a modo coctel con el verano que me pegabas en la piel a punta de besos, a punta de cariño y de ganas. Asomándonos entre caminos, hablando, cantando con un roce en mis manos, el de tu espalda, tu cintura, toda tu enmarcada entre dedos, colores, aromas y sabores…La naturaleza te ama, huele a ti, hueles a limpio, a verde, a lago, a pino, a fresquito…sí…! A fresquito…Hueles a luna de media tarde, a reloj inclinado, a almuerzo tardío…A una pregunta que no era pregunta sólo hasta que hiciste que lo fuera. El día huele a ti…así entre frío, lluvia y tardes conocidas…como llevando en recuento de cada minutito que me separa de ese justo instante en el que dijiste SÍ…como si la sonrisa no me hubiera bastado, como si tus manos no me hubieran buscado entre la oscuridad del calor que buscábamos, en medio del ruido, de la gente,…en medio de todo…

Lo tatuado…lo simple, lo diverso, lo sublime…lo encantador de tu abrazo, tu sonrisa, tu cariño…
Tu sí!

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