No me dejes ir…

No me dejes ir,…suculento manjar de una postergación, de una espera, de un momento más,…de una esperanza, de una rabia que busca sujetarse a la garganta, a las palabras,…A un grito de tristeza en medio de la noche, en lo oscuro, en lo triste,…A brazos extendidos en desespero, desolación, amargura. No me dejes ir.
Con un sollozo entrecortado, atrancando, espantando…Hablar, no!…Hay una lágrima que te queda, que te escarba, que te atraviesa el alma. Y le sostienes la mano, y ahí está, en ti, con ella, ambas, y te aferras…No me dejes ir,…Sin pensarlo es tu pecho hablando, mientras tú te llenas de razones para no buscar sus ojos, sus labios, su tez, su cuerpo…Tú sólo piensas, gritas, lloras, suplicas…No me dejes ir…hablas callada, hablas triste, hablas con melancolía, hablas con el deseo, hablas con su mano y a través de ella con su ser…Hablas con lo que conoces, con lo que amas…en silencio. No me dejes ir.
Quizás quieres tiempo…quizás fantasía, quizás sólo sueño…o,…poder soñar. Quizás no quieres soltarla, sólo respirarla…quizás la quieres para que traiga consigo todo lo que alguna vez perdiste. Quizás sientes que con ella estarías completa.
Quizás una oportunidad de seguir pensando en el fuego para no pensar en el hielo…quizás un todo para nunca un nada, quizás un hoy para tal vez un mañana…Quizás porque por un simple momento, uno en el que se quede, uno más largo, un sólo instante, quizás si sólo el reloj se detiene, quizás si el tiempo te mira y no te golpea…quizás así, tal vez…seas feliz.

Quizás siempre es poco tiempo,…Quizás siempre son pocos los momentos…Pero…
No me dejes ir.

No quise partir, no quise dejarte, no quería soltarte, no quería no verte, no quería extrañarte…El amor es quizás tan simple como una lágrima, pero tan complejo como el dolor que la generó.

…Aprendiendo a vivir sin ti…