¿Quisiera?

654046ux7 Como quisiera poder decir que tu imagen se ha borrado por completo de mí, decir que tu recuerdo no logra tocarme ahora porque he levantado barreras que me protegen nada más que de tu existencia, decir que no te veo en las noches más oscuras y frías de todas deseando tus brazos y tu aliento tibio cerca de mí, decir que no te encuentro en cada una de mis visiones diarias, o decir finalmente que por fin he logrado dejar de amarte.
Me siento confinada en el deseo absoluto de tenerte de nuevo, me ahogo en la misma expectativa de amarrarme a ti como solía hacerlo antes, impedir tu huída, impedir tus pasos en dirección contraria, impedir que me olvides...No alcanzas a imaginar la necesidad de amarte, tanto así, como la necesidad de respirar y de que mi corazón se sobresalte cada segundo. Eres la llave de mi alma, y a mi alma perteneces como ocultándote de ti misma recorriendo cada uno de los pasillos de mis venas, limpiándome poco a poco y creando en mí un delirio que es frustración si no lo calmas tú misma.

Te elevo mi adoración, no por ser tú de la divinidad ni compañera del altar de Dios, sino como parte de una emoción que te corresponde enteramente y que convoca cada día un poco más de mi cordura para echarle río abajo con la pasión que se desvanece con la soledad.
Todo esto queda en mí, y no son remanentes, no son residuos u olvidos olvidados, no es un descarte o un desecho; todo se conforma como un pequeño cúmulo de nieve que rueda cuesta abajo tomando trocitos de lo que sabe que es suyo, de lo que reconoce como propio, y crece en su mismo eje, los trocitos recogidos son un todo completo cada uno de ellos; son un intento de olvidarte recorrido pero no alcanzado, son fallos a la voluntad y logros para el corazón que, aferrado con constancia, planea no dejarte ir sin siquiera volver a retomar la idea de hacer algo para favorecer dicha idea que no es fortuita y tampoco afortunada.
Tú te estás quedando, sin permiso alguno, y sin ningún tipo de compromiso con quien se desvela extrañándote. Aún te atraviesas en mis sueños generándome dudas de la realidad, aún creo que te siento y que te escucho, que te veo y que te alcanzo...Pero son engaños que creo para mí misma por la necesidad casi obsesiva de reencontrarme contigo en circunstancias más afortunadas que las que están en mi recolecta de limosnas.

Temo caminar con el recuerdo adherido a los zapatos, pero temo aún más volar sin las memorias adheridas a mi corazón, porque es por ellas que te retengo dentro de mí, como parte de mis anhelos más profundos y como el principal combustible para mi alma y mi ilusión.
Me han hipnotizado tus ojos, y en ellos he de perderme siempre que les encuentre en la soledad o bien en tu compañía...Podré olvidar la forma de tu rostro, pero jamás la luz que se desprendía de tu mirada, luz que me acompaña y que ilumina esa pequeña línea llamada camino, uno que podría llevarme a ti si tus deseos fueran coincidentes con mi añoranza.

Quisiera decir que el olvido es parte del ahora, quisiera decir que es fácil existir sin la vida que me dabas, quisiera decir que tu paso por mi piel ha sido absurdo por la tristeza de haberte perdido...Pero el sabor de tus labios y de tus palabras no existirían entonces para mis memorias, no te hubiese amado, jamás te hubiese escrito, jamás me habrías amado, y quizás, jamás habría sido yo feliz.
Duele amarte, pero dolería mucho más pasar toda una vida buscándote sin saber quién eras, sin saber que te encontraría...Sin saber si te amaría...Sin saber que me duele estar escribiendo, mientras podría estarte admirando.

Te amé y te amo, ésos son los signos de mi más grande felicidad, y de paso, signos de mi más grande existencia.

0 Silencios...: