Mi querida niña

Mi querida niña Te escribo, no con la sensación de amarte, sino con el sinsabor de tener en descubierto mi corazón frente a la llegada del peor enemigo de una ilusión: la desesperanza. He comprendido que más allá de las muchas victorias que posee nuestro pasado, es el presente el que ahora lastima los agregados sucesivos de intentos por levantar una buena contradicción de nuestra historia. Hoy me golpea la amargura de hallarme perdida al tiempo que te pierdo a ti con pasos tan constantes como los de la vida misma; siento desvanecerme con el caer de la noche y me embarga una tristeza sórdida y fría que me hace temerle al futuro. Temo pensar que cualquier tentativa por alcanzarte es una pérdida de energía transformada en las muchas emociones que podrían moverme hacia ti mientras que tú te alejas con una marcha acelerada en una dirección que siempre es paralela y que, sin desearlo para mí, se hace inevitablemente inalcanzable.
Nuestro momento se perdió en el fracaso, y es lamentable esta angustia de haberte perdido sin desearlo y de querer recuperarte sin lograrlo.
Fue un instante a tu lado, un simple minuto, un corto periodo de tiempo que nos acercó tanto como el mar al cielo en el horizonte...Fuiste mi vida, y sentirte aún como ella es lo que me deja inválida, es lo que me deja falleciendo en las manos de la nada.
Quise recaudar para ti las buenas memorias, los buenos momentos y los mejores sentimientos; pero a veces las mejores intenciones no abarcan las más grandes expectativas...Y, creo que descubrirte tras la cortina de lo imposible ha atentado en contra de las intenciones más nobles que puedo tener para y por ti.
He establecido que no puedo más que amarte, que mi naturaleza se constituye justo donde termina la tuya e incluso se encuentra con ella en el punto en el que comienzo a pertenecerte en mente, cuerpo y corazón...Mis ojos sólo te perciben de la forma más adorable en la que pueda distinguirse tu existencia, sólo así te miro, sólo así te observo, sólo así te amo.
No me hallo confundida, porque lo que te entregué fue más de lo que podría haber esperado de mí misma, mis manos se llenaron por ti y se vaciaron por completo ante las tuyas cuando lo pediste e incluso sin que lo pidieras...Pero no te diré que no me hallo vacía, porque de ti me abastecía, contigo fui plena, contigo fui feliz.Nunca hay errores, hay decisiones mal tomadas, hay oportunidades malgastadas...Quisiera que fuera fácil despedirte con el adjetivo “error”, pero considero improbable que un error logre cambiar un alma, o bien, logre lo mejor de dos personas que intentan distinguirse entre sí dentro de un mundo lleno de grandes incoherencias que busca recrear un amor en la ilógica aún cuando el corazón no necesita congruencias sino falta de ellas. Fuiste y eres un acierto, el mejor de mi existencia, el único escogido por mi ausencia de razón, y por tanto, el único al que le he pertenecido enteramente con todo lo que hago y soy. Lo que me llena es tuyo, así como lo ha sido desde que tu mano conoció la mía, desde que tu boca me sonrió, desde que tus ojos se posaron de forma diferente en los míos. Busco razones para odiarte, pero no necesito hacerlo, mis palabras podrán intentar aborrecerte...Pero mi amor y mi necesidad de tenerte como un bien propio, y las tantas miles de palabras que se rebuscan entre ellas para formar una prosa hospedera de cariño sobrepasan mi propia voluntad de amarrarte a un mundo en el que quizás podría yo detestar tu belleza. Yo soy un barco perdido en tu sangre, tu corazón mi faro y tus deseos mi timón. Me establezco donde quieras y tomo las rutas que por ti decidas para mi horizonte. Te amo, y es una emoción irreal gracias a lo que de ti emana...No puedo más que adorar la dulzura con la que sonríes y admirar la ternura con la que callas...Te amo, y no puedo más que dejarme caer, dejarme llevar...Si el tiempo ha de traer el olvido a mi regazo, que me descubra feliz de recordarte cuando de una memoria seas parte.
Si el tiempo ha de traerte de vuelta a mi camino, que sea factible encontrarte recubierta de dicha como mi vida de chocolate.
Si el tiempo te hiciera amarme...Que el firmamento permanezca siempre azul para la mirada fija de tus ojos, que la sangre permanezca hirviendo ante tu escurridiza pasión, que el Sol ilumine las mañanas de hallarte en mis brazos, que la luna calle mientras soñamos al son de la alondra...Que el tiempo nos alcance para hacernos propias, y que el corazón crezca en emoción por cada sonrisa que se dibuje en mi rostro si responde a un gesto o una palabra tuya que aún en silencio podrá describirme un te amo.Mil noches nos separan, mil noches más nos separarán...Que comience la número uno y que las otras mil no tarden en llegar, porque aspiro a que esta soledad no dure, aspiro a que el vacío no se establezca...Aspiro a que mi felicidad, por ti, de nuevo aparezca.No te escribo con tristeza sino con resignación, aquella que nace de un pequeño intento por olvidarte sin querer borrarte, de borrarte sin querer arrancarte...Un intento mío por no amarte más que ha concluido en una muerte en vida y un odio retribuido en muerte. Te escriben hoy mi llanto y mis lágrimas, te escribe mi estupidez y la melancolía...Te escribe la tristeza y la desolación, la desventura y la desesperanza...Te escribo yo sin ti, sin mí...Sin nada.

0 Silencios...: