Me cuesta dormir,...es forzoso para mí quedarme despierta, pareciera necesario un permiso para cerrar los ojos y sólo descansar. Pero en lugar de eso, permanezco despierta más tiempo...y ese tiempo es de ella y mío. Más de ella, porque controla mis párpados -abiertos o cerrados- y todo lo que veo es su sonrisa, o su mueca de chiste en diminutivo, de aquel día en el parque, sobre el pasto, con su camiseta blanca, riéndose cariñosamente de mí. Los recuerdos están, pero han empezado a desvanecerse...hubiera querido que no fuera así, pero a veces olvido su rostro o el sonido de su voz,...y hace falta verla, o llamarla, para activar de nuevo la biblioteca que está a su nombre y que se construyó sobre mi alma.
Me pregunta si estoy bien,...pero sé que no le importa, pues así no le importa cuando le digo que no...cuando mi respuesta se alza negativa sobre cualquier deseo de no hacerla sentir incómoda...pero hace falta demasiada fortaleza para mantener la máscara, la sonrisa, el antifaz,...Desde que ella se fue yo estoy rota,...desde que ella se fue estoy muerta, y así, con insomnio, sólo puedo pensar en ese otro alguien llamándola "esposa", mientras yo recuerdo que en el camino que nunca recorrí (pero que tanto añoré), ella ya era mi esposa.
Es de madrugada ahora...y sigo siendo yo la de la llaga en el pecho...la del velo en los ojos...la que -así como decía ella- sólo ve negros, no ve nada más.
La diferencia es que ella lo decía para culparme de sus improvistos...yo lo digo porque en mí y para mí, he dejado de existir.

Quiero dormir.

1 Silencios...:

Sublime expresión, me sentí identificada.