Un beso de cebada que esperó,…firmó contrato con el tiempo. Lo efímero cesó, parpadeó el minuto y se transformó, como todo…como nada…en el cristal iluminado por la luna casi ausente, casi abrazando…casi…casi perfecta.
Faltó que el tiempo no fuera tiempo,…que lo lejos fuera cerca, que lo tarde fuera nunca…Que la noche no acabara.
Perfección hubiera sido navegar en lo taciturno de tus labios.

Día triste

Ahí está la tristeza...esa infame mueca de angustia que rueda por las mejillas al son de un vacío...o de un huracán de pequeñas tempestades que...ajjj...todo es un caos, todo es un lío, todo es...nada.
Y el alma?...estoy segura de que la había puesto por aquí, en alguna parte, lejos de tanta gotera de mar que cae, lejos de tanto escándalo y bullicio...lejos de...lejos de mí, creo.
El sinsentido de todo,...la definición de la palabra que me tragué y me quedó raspando en la garganta,...Las piedras que quiero escupir para que le rompan el alma a alguien más...para que no me sigan llenando los vacíos a mí...Porque, si se me perdió el alma, me están llenando es el inmundo hueco,...para seguir en naufragio constante de mí misma...De mí y lo que soy, de mí y lo que no soy.
De todo eso que dejé de ser...
Sí...una mueca triste tratando de sonreír...maldita ironía de la vida. Puro consuelo inservible en momentos estúpidos!...

2 de agosto

Ahí estaba ella, caminando, hacia mí. Yo, como siempre, la esperaba sentada en uno de los andenes del parque, nervios de punta, y una última conversación no muy versátil en la punta de la lengua…habían buenos pronósticos, o al menos eso pensaba mientras la veía llegar. Dejó caer su cuaderno al suelo y entonces descubrió un poco su sonrisa, sonrisa que le compartí (llega mi hermana y me recuerda las razones por las que amaba su espalda desnuda al viento). Lo recoge y se aproxima con un beso en la mejilla…un beso frío. El pronóstico empezaba a cambiar…
Típica conversación inicial, lo que hizo, lo que hice…Y entonces, lo que no hice. No importó que no tuviera las moneditas faltantes para coger el metro y tuviera que caminar para alcanza el bus, mientras ella se escondía de mí para poder esconderse del mundo. Claro…no debían enterarse…¿de qué? No sé…pero de algo no debían enterarse. Se suprimieron los “holas” y los saludos de la conversación,…y empezó con su divagación psicológica acerca de lo mucho que había pensado –lo que quiero, lo que pienso, lo que siento-…Esos tantos puntos negativos que surgían de la nada después de los buenos días…Su enfado por mi expectante forma de usar el sustantivo “noviazgo”, no tan lejano de la situación…y su no tan esperada reacción ante una discusión que para ella era el final: Cambiar-me. . "No sé qué siento por ti"...Dios...no lo sabía...¿En qué parte me perdí? Y lo que dijo, y lo que mostró...y, y...y....!!!! Yo, muda!!!!!
Que repararnos era inútil, que el tiempo había sido en vano, que lo efímero era lo único presente, que nada había servido, que lo mucho que entregué no era suficiente, que buscaba algo más…Y yo con mi cabeza una semana atrás, reparando los momentos y las palabras, tratando de comprobar en qué parte del lío me había perdido, en qué había fallado…¿había fallado en algo? Cómo hice para cargar todo eso en una balanza y pesarlo contra esas “otras verdades”…¿qué debía creer?
Y bueno…esa maldita actitud de “aquí nada pasó”…de “Ale!! sonríe!!”…Me paré de esa estúpida silla del restaurante con la cabeza baja…me dirigí al baño, y me golpeé la cara. Era cierto? Era un jueguito de esos en los que te terminan sólo para ver si haces algo al respecto? Por qué siempre dice cosas para contradecirse a sí misma?…Agua en la cara, mirada al espejo y esas palabras internas de “Vamos, hazlo, habla con ella!!!!” Recordé las palabras de una amiga "Es hermosa, no la dejes ir..."
Regresé y estaba de pie, pagando la cuenta…o bueno, su parte de la cuenta. Mis pies caminaron por inercia, apenas si lograba mantenerme firme…sabía que iba a acompañarla como siempre a su universidad…pero quería desviarme, quería que se detuviera, quería tomarla de la mano y decirle “NO!, no puedo y no quiero, no así…” Quería levantar la mirada y encontrar la de ella, quitarle la censura de los párpados y de los dedos, quitar ese hielo y abrazarla. Quise irme, pero siempre que quedaba ella atrás devolvía mis pasos para ser yo quien se fuera…
Ahí estaba ella, en un maldito día soleado, con una maldita sonrisa en la cara…con un straple negro que dejaba libre sus hombros, uno de sus tantos bolsos, y un cuaderno en su mano derecha…debía ir a clase, era inicio de semestre…debía despedirse. Me besó en la mejilla y me abrazó…sosteniendo en su voz un “te quiero mucho”…un “mucho” que según ella se había menguado con los días pero que curiosamente aumentaba también…”Te quiero mucho Ale”…ese “mucho”…las palabras con “ch” le sonaron siempre de forma graciosa…”musssho”…No podía fingir, no podía sostenerme más, no podía no romperme…no aguanté, la apreté contra mí como cuando de niño te aferras a tu mantita preferida para que no te la quiten, y me dejé llover en ella…Algo se rompía adentro, algo faltaba, algo había quedado vacío…algo simplemente no estaba…No era quedarme sola, era quedarme sin ella…quedarme sin entender. Sus manos rodearon mis mejillas y dijo “vas a hacer que las iguanas lloren…”…Traté de sonreír, lo juro…traté, pero sólo dolió más, un poco más…
Mi mano se estiró con la de ella al partir, en una de esas típicas escenas de partida en la que no quieres soltar a la persona que amas…y luego, el vacío. Habían unos cuantos rostros entretenidos con el acto…miradas ajenas que me persiguieron a mí, y a ella. Salí al sol, y esperé “Sólo mira hacia atrás…mira, mírame…” Jamás lo hizo.
Giré y empecé a caminar tan rápido como pude,…me detuve a llamarla y sólo dijo “lo siento, ya no más, estoy ocupada…” Todo retumbando, adentro, afuera, retumbando…retumbando…corrí, corrí…corrí hasta que me dolieron las piernas y me tiré en el suelo de un parque a llorar, a quedarme en ese naufragio…a sentir tristeza y dejar entrar la soledad…
Cuántos actos, mentiras o verdades fueron dichas…¿cuántas censuras? Y aún, esas palabras…debía cambiarme…no valía la pena…Efímero,…efímero…
…Efímero…
…Sí, 2 de agosto…